El miércoles recibimos la visita en Muguet de Jorge Alberto Martín, nombrado recientemente referente del Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias en la  Búsqueda y Salvamento Terrestre (ERIE BST). Jorge tiene 40 años, estudió ingeniería informática y entró a formar parte de Cruz Roja como voluntario en el año 2015 haciendo el curso de socorrista en medio terrestre. También tiene formación en espeleología y técnicas verticales.

Jorge es una persona tranquila, centrada y con las cosas claras. Es miembro del equipo desde hace cuatro años y fue el referente de la Comisión de materiales desde hace tres y medio hasta este mes de enero, en el que ha asumido con orgullo y entusiasmo su nueva responsabilidad.

Con él hablamos de esto, de cómo ha sido su paso por el ERIE y por la organización, y de muchas cosas más.

 

 

¿Qué te llevó a entrar como voluntario en una entidad como Cruz Roja Comunidad de Madrid?

Siempre he sentido una necesidad o inquietud por ayudar, así que cuando surgió la oportunidad me envalentoné, me eché para adelante y entré en esta organización, en concreto, porque es la que más se conoce y la que mayor respaldo y fiabilidad me dio.

 

Después de cuatro años en el equipo, ahora das un paso adelante y te nombran el nuevo referente del mismo. ¿Cómo se produce ese paso y aceptas el reto?

Básicamente: charco que veo, charco en que me meto (ríe). Bueno, siempre me implico en lo que hago, o al menos eso pretendo. De hecho, antes de llevar un año y ser veterano, que es como llamamos a los voluntarios que han pasado el curso de acceso, me encargué de la Comisión de material y hasta enero llevaba tres años y medio siendo el responsable de esa comisión, participando en temas de coordinación del grupo.

El año pasado, por ejemplo, decidí presentarme como vocal de la Asamblea de Madrid. Es un grado más de implicación. Ver que puedes mejorar y hacer las cosas de otra manera te da dos alternativas: hablarlo en el café o liarte la manta a la cabeza, como he hecho en este caso.

 

Durante estos años seguro que has aprendido muchas cosas dentro del ERIE, ¿qué aprendizajes te llevas de estos cuatro años que te van a ser de utilidad con esta nueva responsabilidad?

He aprendido mucho de temas específicos de rescate, que puede ser lo que nos llame más la atención a la mayoría, pero, sobre todo, he aprendido mucho del funcionamiento de los servicios de emergencias de la Comunidad de Madrid, de temas sanitarios, de cómo funciona Cruz Roja. Eso es lo que me llevo de esos años para afrontar ahora un puesto que conlleva mucha parte de gestión.

«ver que puedes mejorar y hacer las cosas de otra manera TE DA dos alternativas: hablarlo en el café o liarte la manta a la cabeza.»

¿Qué responsabilidades acarrean ser el referente de un ERIE tan específico como este?

De cara al departamento de Socorros, la mayor responsabilidad de todas es ser la voz de mis compañeros, de toda la actividad, de la gestión del grupo que llevamos a cabo los propios voluntarios en diferentes comisiones para funcionar mejor, aunque la cabeza visible sea yo.

 

 

Aparte de ser voluntario, tú tienes tu trabajo. ¿Cómo llevas el compaginar ambas actividades?

De manera bastante complicada, la verdad (se ríe) porque la actividad en el grupo conlleva mucho tiempo fuera del trabajo «invadiendo» la vida personal. La ventaja que tengo es que soy soltero, pero sí que me consume tiempo de ver a mi familia o de hacer otras actividades con mis amigos. Cuesta encontrar el equilibrio entre el trabajo y un equipo activable 24/7, ya que a veces tienes que responder a cosas en horario laboral o, incluso, pedir permisos para salir a una emergencia. En general, se echan muchas horas.

 

Por ejemplo, ¿cómo es un fin de semana normal en tu vida?

Pues, si no tengo guardia solo estar atento a incidencias. Cuando era responsable de materiales, estaba pendiente por si llamaban a las 8.00 a.m. porque faltaba algo en el coche y no lo encuentran o porque faltaba algo cuando llegaban a la montaña. También, que en cualquier momento de la noche puede salir una activación de búsqueda, lo cual supone levantarse más temprano que cuando voy a trabajar para hacer algo que considero otro trabajo aunque no sea remunerado. Cuando subimos de guardia, para nosotros ese día es nuestro trabajo, sabemos la hora a la que entramos y a la que salimos. Es cierto que es difícil quedar a cenar o a ver una película, porque lo más seguro es que llegues tarde y más ahora en invierno y con mal tiempo, que es más habitual que haya una activación.

«en cualquier momento de la noche puede salir una activación de búsqueda. Cuando subimos de guardia, para nosotros ese día es nuestro trabajo.»

¿Cuál crees que es tu sello personal?, ¿Cuál es la impronta que has dejado en estos cuatro años para ahora ser referente del equipo?

Creo que mis compañeros me ven como una persona implicada y no sé si decir meticuloso, pero me leo todo (ríe) los manuales de procedimientos, de emergencias… No digo que sea muy cuadriculado, al revés, me considero bastante flexible. A lo mejor el tener las cosas  claras de lo que hay que hacer es la razón por la que han confiado en mí para representarles.

¿Cómo es el proceso para salir elegido referente de un equipo ERIE?

En el manual está previsto que cada cuatro años se presenten las personas que deseen serlo, siempre que tengan un mínimo de dos años de antigüedad en el grupo, y después se vota. Luego en una asamblea de grupo se tiene que refrendar esa elección. Así fui elegido por mis compañeros el pasado mes de noviembre.

 

¿Cuál es el ambiente que deseas encontrarte en el equipo y qué retos os esperan?

Desde luego, un ambiente de colaboración y de cierta transparencia en la comunicación entre tanto el propio equipo, de coordinación para estar enterados de los objetivos. Como reto principal, me gustaría que pudiéramos hacer más cosas a nivel de formación y de prevención, que es en lo que más se debería trabajar desde emergencias para evitarlas.

Para ti, ¿qué significa pertenecer a Cruz Roja?

Es una responsabilidad muy grande. Cuando nosotros vestimos un uniforme y llevamos una cruz en la espalda, estamos representando a una entidad muy importante a nivel internacional. Yo creo que tienes que medir mucho lo que haces, porque no dejas de ser parte de esa imagen. También estoy orgulloso de llevar esa cruz y representar a esta entidad. 

«me gustaría que pudiéramos hacer más cosas a nivel de formación y de prevención, que es en lo que más se debería trabajar desde emergencias para evitarlas.»

 

Estáis presentes en el Puerto de Navacerrada. Ahora en invierno, una persona que sube a la montaña y se pierde entre niebla, nieve,… cuando os llega la alerta de los servicios de emergencia de la Comunidad de Madrid, ¿qué sensación te recorre el cuerpo? ¿en qué piensas en ese momento?

Se te pasan muchas cosas por la cabeza. De entrada, que alguien necesita ayuda, y a mí me da igual el color del uniforme de la persona que llegue antes, lo importante es que la ayuda llegue. A partir de ahí, ser bastante racional y pensar en tus protocolos, en tu forma de acceder, qué material tienes que llevar,… es decir, dejar de lado el tema más sensible, una persona que necesita ayuda, y centrarte cómo realizar la actuación para no salir como pollo sin cabeza.

Gracias al esfuerzo diario de muchos compañeros durante años, tenemos una serie de procedimientos que hacen que esa tarea esté más o menos solventada. En cuanto a que el jefe de turno decide cómo deben ir las dotaciones, otro compañero se asegura de que todos llevamos el equipo adecuado,… Es complicado aparcar la parte sensible, porque al fin y al cabo somos personas.

 

Sabiendo que este es un voluntariado de riesgo, que supone una gran responsabilidad para ti, ¿qué es lo que te ha atraído y ha hecho que adquieras más responsabilidades?

El por qué me he metido, siempre contesto lo mismo: porque no sabía dónde me estaba metiendo (ríe). Ya en el curso me daba cuenta junto a mis compañeros y decía «ostras, la responsabilidad que tenemos.» Aún así, no sabría decir exactamente por qué, me gusta lo que hago, lo que recibo de mis compañeros y de las personas que ayudamos. Eso hace que queramos aprender más en las dos áreas en las que nos movemos, que es la parte de técnicas de montaña y de técnicas sanitarias. Yo soy informático y cuando entré en el curso tenía un nivel de ‘tirita y betadine’. Ahora he aprendido muchísimo como Socorrista de medio terrestre y tengo pensado más adelante estudiar Técnico de emergencias sanitarias para dar una mejor atención en esta actividad que el día que nos ponemos el uniforme, para nosotros es nuestro trabajo.

«me gusta lo que hago, lo que recibo de mis compañeros y de las personas que ayudamos. Eso hace que queramos aprender más en las dos áreas en las que nos movemos, que es la parte de técnicas de montaña y de técnicas sanitarias.»

¡Te deseamos lo mejor a ti y a tu equipo en esta nueva etapa, Jorge!

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