Katy, compañera de la asamblea Collado-Villalba, se jubila tras 42 años en Cruz Roja y sus compañeros y compañeras le realizaron un homenaje de despedida donde pudieron charlar, repasar su trayectoria y sus planes de futuro.
Katy es una persona con una personalidad arrolladora. Es vital, tierna, crítica y sobre todo una excelente persona y entrañable compañera. Se la conoce por ser la más glamurosa de la oficina, ya que siempre deslumbraba con su fondo de armario y con su lápiz en la cabeza para sujetarse el pelo.
Katy entró con 21 años en Administración de Cruz Roja, en el Centro de Drogas de la calle Fúcar, donde estudió e hizo las prácticas trabajo social. Fue su mejor época profesional y donde más creció y maduró como persona y como profesional.
Después pasó a trabajar junto la Dirección en lo que era Actividades y Servicios en la calle Hortaleza. Allí se coordinaban proyectos sociales. De ahí pasó a trabajar en la calle Pozas, también en Actividades y Servicios Generales.
Finalmente fue en la asamblea de Collado Villalba donde estuvo durante 15 años. En la asamblea se encargaba de multitud de cosas: lotería y la captación de fondos, mantenimiento, administración, pedidos, socios, facturación, edificio y accesos, contacto con proveedores, etc. Una experiencia donde ha adquirido una visión general de la administración de Cruz Roja y es donde más compañeros de diferentes áreas ha podido conocer. Toda una vida laboral resumida en pocas líneas.
El pasado viernes sus compañeros y compañeras pudieron unirse para la despedida que se merecía. Las lágrimas que supone siempre una despedida se transformaron en reencuentros, risas, abrazos y momentos para recordar su amplia trayectoria en Cruz Roja.
Katy habló durante toda la entrevista con una pasión contagiosa y con una gratitud tremenda por lo aprendido y vivido en Cruz Roja. Su aportación a la asamblea fue indispensable, pero ahora va a empezar una nueva vida más tranquila.