En Cruz Roja, el voluntariado juega un papel crucial en el desarrollo y éxito de nuestros programas. Hoy, queremos destacar la labor de Virginia Moreno, coach y voluntaria del proyecto de Inmigrantes en la sede de la asamblea local de Madrid de la calle Doctor Santero, en Madrid. Desde hace tres años, Virginia realiza talleres especializados en el acompañamiento de personas que están en un proceso de adaptación y cambio, donde deben abordar complejas emociones, y desafíos a los que se enfrentan estas personas que dejan atrás sus países de origen en busca de una vida mejor.
Virginia trabaja directamente con inmigrantes, ofreciendo un espacio seguro donde pueden expresar sus sentimientos, conectar con otros en situaciones similares y, sobre todo, encontrar herramientas para afrontar este camino y adaptarse a su nueva realidad. Su dedicación y empatía han sido clave para ayudar a los participantes a comprender y superar el duelo migratorio, un tema que aborda en sesiones grupales que exploran desde la pérdida cultural hasta la construcción de una nueva identidad.
Llevas tres años realizando talleres de acompañamiento a los migrantes para ayudarles a manejar el duelo que conlleva toda migración. ¿Qué te motivó a involucrarte en este proyecto?
Virginia.– Para mí, este proyecto es muy significativo. Ayudar a las personas está en mi ADN. Como coach acompaño a las personas en procesos de cambios vitales, y siempre he sentido un compromiso especial con quienes se enfrentan a un cambio tan profundo como es la migración. Entender y acompañar en este proceso es fundamental porque toca aspectos emocionales, sociales y culturales de la persona. Me motiva saber que puedo brindarles herramientas para lidiar con este duelo y construir una nueva vida en este país.
«Entender y acompañar en este proceso es fundamental porque toca aspectos emocionales, sociales y culturales de la persona»
¿Podrías contarnos más sobre el enfoque que utilizas en tus talleres?
Virginia.– Claro. En las sesiones, abordamos el duelo migratorio desde una perspectiva integradora. Hablamos de conectarse desde lo positivo, dándole un nuevo significado: la migración como un proceso de transición, no como una pérdida — de familia, identidad cultural o incluso el clima y costumbres—, sentimiento muy arraigado en estas personas cuando llegan a un nuevo pais, trabajando con herramientas que permitan procesar todas las emociones que van a surgir. Me gusta hacer hincapié en la resiliencia, trabajando en el desarrollo de las habilidades necesarias para enfrentar desafíos y en cómo pueden transformarse a través de estas experiencias. También utilizo un enfoque basado en el apoyo mutuo; muchos encuentran consuelo al compartir sus historias con otros migrantes, al sentirse comprendidos, ya que todos están pasando por el mismo proceso.
¿Qué papel juega el duelo migratorio en la vida de los participantes, y qué cambios has observado en ellos y ellas tras los talleres?
Virginia.- El duelo migratorio es un proceso que, si no se atiende, puede afectar todas las áreas de la vida. Los participantes a menudo llegan con un sentimiento de desorientación, tristeza o incluso culpa por haber dejado a sus seres queridos atrás. A medida que avanzamos en las sesiones, veo cómo empiezan a expresar y validar esas emociones, algo que en muchos casos no han podido hacer antes. Al final de los talleres, noto un cambio: están más conectados consigo mismos y con sus nuevas metas, y, sobre todo, empiezan a ver el proceso migratorio como una experiencia de crecimiento.
«Al final de los talleres, noto un cambio: están más conectados consigo mismos y con sus nuevas metas, y, sobre todo, empiezan a ver el proceso migratorio como una experiencia de crecimiento»
¿Qué te ha enseñado esta experiencia como voluntaria en Cruz Roja?
Virginia.– La experiencia de voluntariado, sin duda me ha enriquecido mucho, y sobre todo he aprendido mucho de cada una de las personas a las que acompaño. Destacaría la importancia de la empatía y de no dar nada por sentado. Cada persona tiene su historia y su lucha, y acompañarlos en este proceso es algo que me llena profundamente.
¿Qué mensaje le darías a otras personas interesadas en el voluntariado?
Virginia.– Les diría que se animen, porque el voluntariado no solo impacta a las personas a quienes ayudas, sino que también te transforma a ti mismo. Hay algo muy especial en poder apoyar a otros desde la escucha y la comprensión. En Cruz Roja he encontrado un espacio donde realmente se valora la contribución de cada voluntario, y donde siempre recibes mucho más de lo que das.
En esta noticia hablamos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 10 y 11 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.