Alejandro Montero, ‘Monty’, Técnico en CRJ Madrid, ha visitado hace muy poco Camboya, un país que, según nos cuenta, se ha convertido en uno de sus viajes favoritos.
Os contamos su viaje en primera persona, puesto que el mismo nos lo ha descrito en detalle:
«No puedo comenzar el año sin recordar mi viaje de hace un par de meses a Camboya, sin duda uno de mis destinos favoritos hasta el momento. Por eso, me voy a poner en modo ‘bloguero’ para intentar convencerte de por qué Camboya es un destino a la altura de la India, Tailandia o Vietnam.
Mi aventura comenzó en Phnom Penh, la capital del país, y como tal, una ciudad con mucha afluencia de gente y de tráfico (prácticamente motos y tuk tuk). No obstante, en esta ciudad puedes visitar templos alucinantes como Wat Phnom y varios que forman el complejo del Palacio Real.
En esta ciudad podrás empaparte de la cultura khmer y su historia, bastante desconocida en occidente. ¿Sabías que Camboya es el país con más fosas comunes del mundo? (seguido por España, en segunda posición). Parte importante de la historia reciente de Camboya es el genocidio que sufrieron entre el 1975 y el 1979 a manos de los Jemeres Rojos y su líder Pol Pot en el que se calculan que murieron entre dos y tres millones de personas.
Como parte de la memoria histórica del país y en reconocimiento a las víctimas, se alzan varios monumentos conmemorativos, los más importantes están en la capital: Toul Sleng (antigua escuela convertida en prisión y hoy museo) y Memorial Choeung Ek (campo de concentración). Podría pasarme horas escribiendo sobre este tema, pero como hay mucho más que contar, os dejo un enlace en el que podréis ampliar información sobre el genocidio de los Jemeres Rojos.
La siguiente parada fue la ciudad de Battambang, al noroeste del país, con influencias tailandesas y francesas. Para desplazaros por las ciudades podéis hacerlo en tuk-tuk (aunque yo os recomiendo ir en moto, hay varios sitios de alquiler de scooters). Os recomiendo visitar los templos de Ek Phnom (uno moderno y otro muy antiguo) y el templo de Wat Samrong Knong. No os podéis perder Phnom Sampov, una montaña con mucho que ver; lo más impresionante quizás sea la salida de millones de murciélagos de una cueva durante 40 minutos con la puesta de sol (se habla de que son en torno a 5 millones).
La siguiente parada es una de las imprescindibles, los mundialmente conocidos templos de Angkor, patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1992. Tienes pases de uno, tres y siete días (yo estuve 3), y es que hablamos de más de 50 kilómetros de antiguos templos sagrados. Mis favoritos: Bayon, el templo de las caras, y Ta Prohm, el templo devorado por las raíces.
Y para terminar, unos días de relax en algunas de las islas del sur del país. Si lo que buscáis es algo turístico y fiesta, visitad Koh Rong. Si como a mi os gusta más el relax, menos afluencia de gente y más naturaleza, os recomiendo su hermana pequeña Koh Rong Saloem. Ambas son fácilmente accesibles en ferry, y cuentan con electricidad, wifi y toda clase de servicios. Ahora bien, si queréis una experiencia única, os recomiendo encarecidamente visitar alguna de las pequeñas islas del sureste del país. Menos accesible (en barca), sin wifi y con electricidad limitada, puedes alojarte en alguna de las 3 treehouses de la isla Koh Ta Kiev. Una isla desierta e inaccesible fuera de temporada a causa de los monzones, por lo que te recomiendo ir entre octubre y abril. Puedes cruzar la isla de punta a punta en busca de playas desiertas atravesando la selva (literalmente).
En definitiva, compañero, compañera, te recomiendo enteramente este destino, y si te animas a viajar a Camboya, estaré encantado de recomendarte lugares y darte algún consejo para que puedas aprovechar al máximo tu viaje.»
