La labor que realizan los compañeros en los Centros de Atención a la Infancia es realmente admirable. Desde el mes de noviembre, Paola Zambrana es la persona encargada de coordinar el trabajo de Cruz Roja en estos centros en Madrid.
Paola es trabajadora social, una persona dinámica a la que le encanta escuchar y centrada en que sus equipos logren conectar para remar todos a una y transmitir ese sentimiento al proyecto.
El martes mantuvimos un encuentro con ella en la sede de Muguet, donde pudimos charlar sobre el proyecto que coordina y su labor en la entidad durante estos meses.
¡Os dejamos con la entrevista!
¿Qué te motivó a entrar en Cruz Roja?
Lo que me motivó fue el proyecto. Me pareció muy bonito. Siempre me ha gustado la infancia y cuando Cruz Roja me llamó y me contaron en detalle cómo era el proyecto en sí me pareció apasionante y eso me animó a querer formar parte de Cruz Roja y a afrontar el gran reto de coordinar un proyecto de esta envergadura.
¿Cuál es tu labor y la que realiza Cruz Roja en los Centros de Atención a la Infancia?
Nuestro proyecto está encaminado a la atención de menores entre 3 y 12 años, justo después del colegio. Nos dedicamos a todo el soporte referido al apoyo escolar, actividades lúdico-educativas, educarles a través del juego, y que tengan un espacio para compartir. Hacemos primero las recogidas en los colegios para llevar a los peques hasta las instalaciones de nuestro centro, que es un espacio público, como un colegio, un centro de servicios sociales o un centro cultural.
«Cuando Cruz Roja me llamó y me contaron en detalle cómo era el proyecto me pareció apasionante y eso me animó a querer formar parte y a afrontar el gran reto de coordinar un proyecto de esta envergadura.»
¿En cuántos centros y con cuántos niños trabajáis actualmente en Madrid?
Tenemos 27 centros distribuidos por todo Madrid capital que abarcan 40 plazas. Trabajamos con niños en tres grupos de edad: el Grupo 1, es de 3 a 5 años, el Grupo 2, de 6 a 9 años, y el Grupo 3, de 10 a 12 años. Esto lo hacemos para que las actividades estén más dirigidas y acordes al desarrollo educativo del menor.
En noviembre te incorporaste a Cruz Roja, ¿cómo han sido estos primeros meses?
Bueno, lo primero es asentarte, aterrizar y materializar lo que me habían contado en la realidad del proyecto. Al principio hubo mucho caos, porque son muchos centros, datos, personas y un equipo profesional muy grande.
En la sede de Muguet estamos cuatro personas encargadas de la gestión y en los centros hay 90 técnicos, por lo que en los primeros meses tuve que poner nombre y cara a las personas y las situaciones concretas.
¿En qué requieren los técnicos y los equipos mayor énfasis de ti como coordinadora?
En Muguet estoy como coordinadora con dos personas más que son técnicos de gestión, Rubén y Alejandra, y Silvia como administrativa del proyecto. Nosotros somos, digamos, la «columna vertebral» y las personas que les damos apoyo y soporte en todo lo que requieran.
Ahora estamos dedicando bastante tiempo a la gestión de la ficha obligatoria del personal para cumplir con la normativa legal y estamos trabajando en adecuar y poner al día el portal, los horarios de todo el personal y corrigiendo errores.
En cuanto al aspecto formativo, hemos tenido una primera experiencia con un curso que ha dado un resultado fantástico para los profesionales de los centros. Tenemos menores con características de comportamiento muy específicas y requería de esta formación para abordarlo y, sobre todo, para tratarlo y atajarlo a nivel preventivo para evitar casos en los que se desencadenen situaciones violentas.
En la gestión diaria, me tocan las incidencias que se produzcan en cada uno de los centros, como que un menor sufra un pequeño accidente, cómo se aborda, los protocolos que hay que poner en marcha, incidencias ajenas como pueden ser cortes en la calefacción. También la coordinación con limpieza, catering, consejería de los centros.
Al final nosotros lo que hacemos es estar para ellos, darles todo el soporte que necesitan, todo el apoyo a través del teléfono, visitar cada centro para conocerlo, ya que cada uno tiene sus características endógenas de la zona. Hay niños con dificultades personales y familiares concretas, por lo que es importante poner ojos a esa realidad para desde la oficina dar respuesta.
También llevamos la coordinación con el área de Infancia, ya hemos realizado la primera visita institucional para darme a conocer como nueva coordinadora.
Has comentado la diversidad que hay en los centros, ¿cómo se responde a las necesidades de los menores y sus familias?
Al estar en prácticamente todos los distritos, evidentemente las necesidades que puedan tener los menores del centro ubicado en Retiro con respecto a las que pueda tener el que está ubicado en Vicálvaro.
Aunque no es cuestión de comparar realidades, cada realidad es importante y hay que tratarla y entender que son necesidades diversas en función de su zona geográfica, dónde está ubicado, del nivel socio-educativo y socio-económico de ese barrio.
Lo bonito que tiene el proyecto es eso, que sea capaz de llegar a cuanta más población y a cuantas más necesidades que sea posible. Y esa es una opción que da Cruz Roja gracias a los recursos humanos, los recursos materiales, recursos que tiene como entidad y que no te dan desde otro lugar. Por tanto, es una apuesta de éxito, el trabajar aquí y tener la posibilidad de manejar un abanico tan amplio es un reto apasionante.
«Lo bonito que tiene el proyecto es que sea capaz de llegar a cuanta más PERSONAS y a cuantas más necesidades SEA posible. Y esa es una opción que da Cruz Roja gracias a los recursos humanos Y materiales, recursos que tiene como entidad y que no te dan desde otro lugar.»
¿El proyecto es único o personalizado para cada centro? ¿Cuáles son los retos y objetivos que habéis establecido para este año?
Es un único proyecto con unos objetivos iguales para todos los centros, porque si no sería una locura (ríe). Para poder medir los indicadores tiene que haber una unificación de criterios.
El proyecto tiene objetivos muy claros en relación a la actividad concreta con cada menor, trabajar aspectos de su alimentación, cuidar su higiene,… Esos son objetivos muy concretos perfectamente definidos, pero después en cada centro hay una adaptación a su realidad.
Uno de los objetivos es conseguir que los centros estén abiertos todos los días del periodo lectivos del periodo escolar, que por ninguna circunstancia ajena a nosotros ese centro se tenga que cerrar. Evidentemente hay circunstancias especiales, como un centro que tenían que pintar. En este caso, buscamos una alternativa, pedimos apoyo a otro recurso de ese barrio y nos ofrecieron sus instalaciones para que la actividad se pudiera seguir llevando a cabo sin cerrarlo.
Al final cada centro se adapta a sus necesidades estructurales. Tenemos un centro en el que el patio no tiene luz, por lo que la actividad de juego libre se hace a primera hora para aprovechar la luz solar y que esa parte de diversión y de desfogarse después de estar todo el día sentados en el cole se haga nada más entrar. Hay flexibilidad total para que los técnicos del centro ejecuten como crean convenientes, pero los indicadores son los mismos.
¿Qué aprendizajes has adquirido estos primeros meses de tu equipo y de Cruz Roja?
Sobre Cruz Roja, conocerla en sí. Todo el mundo ha oído alguna vez hablar de esta organización, o conoce a alguien de su entorno que ha realizado algún voluntariado con Cruz Roja, pero yo en este caso no tenía ningún tipo de referencia ni de contacto.
Por otros trabajos que había desempeñado previamente, sí que había tenido coordinaciones con técnicos de Cruz Roja en otras áreas y proyectos (migraciones, mujer). Pero lo primero ha sido la sesión de acogida, en la que te explican qué es la entidad, cómo está estructurada, ya que el que viene de fuera necesita asentarse en la entidad. Eso es algo que día a día se va materializando y comprobando con la inmensa cantidad de proyectos que ejecuta con multitud de colectivos en todas las zonas del mundo.
En cuanto al equipo, creo que es estupendo, tanto los que estamos en Muguet como los que están en los centros, dan perfectamente la definición de la palabra profesional. Nuestro proyecto se ejecuta en horario de tarde y el porcentaje más alto de técnicos en los centros es femenino, son mujeres y tienen complicado conciliar la vida personal y laboral cuando tienes que trabajar en ese turno. Las personas hacen un favor muy grande, siempre hay buena predisposición, por lo que eres profesional y vocacional, porque renunciar a tu espacio personal por un trabajo así no lo hace cualquiera, eso es algo que tengo muy claro. Dan el do de pecho porque son apasionados del proyecto y porque tienen claro que la apuesta por la infancia es muy importante.
Las personas hacen un favor muy grande, siempre hay buena predisposición, por lo que eres profesional y vocacional, porque renunciar a tu espacio personal por un trabajo así no lo hace cualquiera
Para ti, ¿qué significa formar parte de Cruz Roja?
Llevo muy poquito tiempo, pero desde mi primera toma de contacto me di cuenta de que es una herramienta muy importante para poder desarrollar un proyecto como el que yo coordino. Hay entidades que realizan cosas parecidas, pero puedo garantizar que si no tuviéramos a Cruz Roja no creo que el éxito fuera el que realmente es, no sé si seríamos capaces de hacerlo, por la apuesta tan importante que está realizando por la infancia.
¡Muchas gracias por atendernos Paola, te deseamos a ti y a tus compañeros y compañeras mucha suerte!
