El proyecto de Atención Urgente a las Necesidades Básicas, englobado en el programa de Extrema Vulnerabilidad, trata de paliar la cobertura de ciertas necesidades que presenta la población que atendemos. Dentro de esta atención, el mantenimiento de las personas en su vivienda y barrio como elemento de protección es clave, siempre que esto sea posible, por ello, se le apoda con el nombre Guriga «desde el hogar».
Además de la cobertura parcial de ciertas necesidades materiales, desde el proyecto se ofrece información sobre recursos disponibles, coordinación con otros servicios de la zona y se trabaja sobre la mejora de competencias personales para paliar la situación de vulnerabilidad que presenta la persona cuando acude a Cruz Roja, entre otras cuestiones. Todo ello, cuidando la perspectiva MAP (Marco de Atención a las personas), trabajando con otras áreas de CRE puestas a disposición de la población para conseguir respuestas integrales y que permitan contribuir a la transformación de las situaciones de partida…
Hoy queremos acercarnos a este proyecto, concretamente a la labor que realiza Mar Urios, compañera voluntaria de este proyecto en la asamblea comarcal de Jarama. Mar es una persona implicada y resolutiva que asesora y acompaña, de principio a fin, a las personas con problemas relacionados con suministros y otras necesidades básicas.
«Mar está realizando una tarea bastante técnica y compleja a la hora de «pelearse» con las compañías energéticas, analizando los pormenores de las facturas y contratos así como cada situación particular.» nos cuenta de ella Jorge Pizarro, técnico de Intervención Social de la asamblea de Jarama.
Hablamos con ella del proyecto, de su labor como voluntaria, de algunos casos particulares en los que ha ayudado a las familias, y qué motivaciones le han llevado a hacer voluntariado y ayudar en este proyecto:
¿Por qué motivo decidiste hacer voluntariado con Cruz Roja? ¿Cuánto tiempo llevas como voluntaria en la organización?
Yo he tenido una vida profesional bastante intensa y llegó un momento en el que tuve una posibilidad de prejubilación. En ese momento me replanteé mi actividad, y qué iba a hacer con mi vida a partir de ahí. Tuve claro que quería hacer algún tipo de labor social, que era mi momento para aportar a la sociedad mi tiempo, mis conocimientos y mi experiencia.
Cuando me planteé la organización con la que colaborar, me aproximé a Cruz Roja y conocí su modo de funcionamiento, sus objetivos y su ideario… y me convenció. La asamblea más cercana a mi domicilio es la comarcal del Jarama, así que fui a la sede de San Sebastián de los Reyes y me ofrecí como voluntaria en el año 2016. En ese momento querían arrancar el programa de Éxito Escolar y necesitaban voluntarios y me incorporé a este proyecto.
Cuando se consolidó y se incorporaron más voluntarios, decidí moverme a otras actividades más acordes a mis conocimientos. Yo soy ingeniera industrial y he trabajado toda mi vida en el sector de la energía. Por eso, me incorporé a Medio Ambiente, al programa de Pobreza energética, y al que nos ocupa hoy de Atención Urgente a Necesidades Básicas, de Extrema Vulnerabilidad.
¿Por qué elegiste el proyecto de Atención Urgente a Necesidades Básicas?
Para mí este proyecto es esencial dentro del objetivo de Cruz Roja de estar en primera línea para asistir a las personas más vulnerables. Tengo claro que para tener una vida digna hay que empezar por tener cubiertas las necesidades esenciales como son la alimentación, la vivienda, la sanidad y el trabajo. Esto es lo que otorga una confianza mínima a las personas para poder avanzar en otros campos.
También me atrae el hecho de que creo que tengo cosas que aportar al proyecto, que puedo orientar y explicar a las personas sobre estos temas. Los casos de Extrema Vulnerabilidad normalmente me llegan porque tienen un problema pasado, pero no hay que limitarse a arreglar ese pasado sino a facilitar su futuro.
¿Cuál es tu labor en el proyecto? ¿Qué es lo que más te gusta?
Digamos que tengo dos tipos de tareas. Una más planificada, es que imparto talleres de economía doméstica, en los que incluimos temas de alimentación y ayudas al alquiler. Es un popurrí de temas relacionados con la administración en el ámbito doméstico para poder afrontar el presupuesto familiar.
Aunque la tarea que más me gusta es ayudar a resolver problemas concretos a las familias que detectan los técnicos del proyecto y que normalmente están relacionados con temas de suministros. Cada persona es un mundo, y me gusta el contacto con las personas, enfocar sus problemas y encontrar las soluciones.
Lo que más me satisface como voluntaria es ver que consigo objetivos, que soy realmente útil y que ayudo a resolver problemas a la gente. También el hecho de que estoy tanto en el momento inicial, desde que se planifica cómo vamos a actuar para solucionar el problema, y a la hora de explicarles a las personas cuáles son los pasos a seguir y que ellas mismas sean las protagonistas de la solución.
Cuéntanos ¿en qué consiste tu labor de acompañamiento? ¿nos puedes dar detalles sobre algunas familias o personas concretas que hayas ayudado últimamente?
Hay un caso concreto que me ha impactado mucho, tal vez porque se ha alargado mucho en el tiempo, ya que llevo más de un año con él. Se trata de una familia monoparental con tres hijos, uno de ellos es menor de edad. La madre cayó enferma de una enfermedad pulmonar crónica bastante grave y dejó de tener ingresos, con lo que se acumulan los recibos del gas en su casa. Estos impagos generan cortes de suministro. Ella hace frente a alguno de los recibos y cada vez que hace un pago le dan el alta en la compañía. Esto provoca una sucesión de cortes y reenganches que generan una deuda muy elevada, ya que esto tiene un coste grande. Este endeudamiento se une a que en una revisión de la caldera de gas, aparece que su emisión de CO2 es muy alta y le cortan el suministro definitivamente.
En verano de 2019, me pasan la información del caso, ya que está relacionado con la parte de suministros que yo llevo. Empezamos a preparar reclamaciones tanto para la compañía comercializadora como la suministradora, ya que ambas se culpan mutuamente y no reconocen su error. Conseguimos fraccionar la deuda para que pudiera afrontarla en un periodo largo de tiempo.
Llega otoño y la familia está sin agua caliente, sin calefacción y sin cocina. Desde el programa de Medio Ambiente, les proporcionamos unos radiadores eléctricos ya que tienen bono social eléctrico, y así al menos podían calentar la casa. La madre continúa enferma y acude al hospital para someterse a un tratamiento importante. Si en condiciones normales es importante mantener una temperatura adecuada en la vivienda, para alguien con esta enfermedad se trata de un tema crítico.
Los dos hijos mayores consiguieron empleo y parecía que la situación se estabiliza a principios de año. Sin embargo, con la llegada de la Covid-19 todo da un vuelco. Los hijos pierden el empleo y toda la familia se contagia de la enfermedad. De nuevo volvieron los impagos del fraccionamiento acordado, y su expediente se tramita judicialmente. Una vez nos manifestaron su nueva situación, retomé el caso, esta vez llevando la intermediación con el despacho de abogados. Conseguimos paralizar la vía judicial, que le diesen una nueva línea de fraccionamiento de los pagos y que Cruz Roja hiciera una aportación económica para distribuir el monto total de la deuda.
Creo que este caso ilustra bien una situación en la que parece que tu ayuda surte efecto, que las cosas se estabilizan y que la familia sale adelante, pero todo se va al traste de nuevo. Es verdad que la situación provocada por la Covid-19 está siendo extrema, pero muestra la labor de Cruz Roja en primera línea, estar ahí, y cuando las cosas se complican, idear soluciones.
Debido a la actual problemática provocada por la Covid-19, ¿cuál es actualmente la situación de las personas a las que atiendes? ¿en qué necesitan una mayor ayuda?
La Covid-19 lo que ha hecho ha sido ampliar la vulnerabilidad que existía en un porcentaje determinado y es a lo que hacíamos frente en Cruz Roja desde este programa. Lo que hemos encontrado es hay mucha más gente en malas condiciones, debido principalmente a la pérdida de empleo. En este contexto, volvemos a necesidades básicas de alimentación, pagos de suministros o alquileres. Esta es la primera línea de trabajo ahora mismo.
De momento y mientras la situación económica no mejore y no se recuperen los índices de empleo, me temo que la vulnerabilidad no se va a reducir a valores muy bajos. Creo que vamos a seguir teniendo una franja de población muy grande necesitada de bienes básicos. Hablamos de muchas cosas y carencias muy importantes.
¿Qué destacarías de este proyecto? ¿Qué es lo que se te ha hecho más difícil o duro?
Lo más destacable del proyecto, sin duda, es la cercanía a estas familias y la ayuda integral que se les da y que es la clave de que puedan salir con éxito de sus situaciones. En cuanto a lo más duro, te diría que ver la necesidad que existe a nuestro alrededor y lo que conlleva. Y ver también situaciones realmente injustas.
¿Cuáles crees que han sido tus principales aprendizajes?
Creo que el principal aprendizaje es constatar que hay una realidad distinta a la que vivo en mi entorno. Las necesidades están en nuestro barrio, están en nuestro municipio y creo que, en general, vivimos ajenos a todo esto. Estamos un poco en nuestras burbujas.
Ser voluntario en Cruz Roja te enseña y enfrenta a las realidades que tienes a tu alrededor. Las personas a las que atiendo saben que yo voy a estar ahí, que si se atascan en algún momento o tengo que acompañarles a hacer alguna gestión pueden contar conmigo.
¿Qué quieres conseguir en el futuro cómo voluntaria? ¿qué objetivos tienes?
Mi futuro es seguir resolviendo problemas concretos que tienen las personas y conseguir una mejora en su vida. Considero que sigo formándome constantemente en Cruz Roja, que hay que aprender sobre muchas cosas, porque la vida cambia y surgen nuevas necesidades. No puedes conformarte con los conocimientos que tienes ahora, porque a lo mejor no son útiles el día de mañana y tienes que ganar otras competencias.
Esto es muy importante para mí, el seguir formándome. En el área de Medio Ambiente con todo el tema de ODS y Agenda 2030. Enfrentamos unos años inciertos, en los que puede cambiar mucho la calidad de vida de las personas, por lo que creo que formarse en estas áreas es fundamental. También seguir transmitiendo a las personas la necesidad de un cambio de hábitos y costumbres en la forma de consumir, por ejemplo. Esperemos que el futuro que dejemos a las generaciones venideras sea mejor que el que algunos pronostican. Aprender es clave para hacer nuestra labor de concienciación, para ayudar a cambiar en algo la actuación de las personas en el planeta, en el medio ambiente.
¿Qué significa para ti «ser de Cruz Roja»?
En primer lugar, para mí ser de Cruz Roja es tener el privilegio de formar parte de una organización de ámbito mundial que está volcada en ayudar a las personas que más lo necesitan, y es un orgullo. Es muy simple. Estoy orgullosa de ser de Cruz Roja.
Desde Zona CREO queremos agradecer a Mar su amabilidad y generosidad a la hora de concedernos esta entrevista, y a Jorge Pizarro por hacernos la propuesta de este post. Muchas gracias y mucha suerte.
Nota: Atención Urgente a necesidades básicas es un proyecto cofinanciado por la Comunidad de Madrid a través de los fondos provenientes de la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Yo donó sangre cruz roja es lo mejor ayudar con poco muchas personas, cada persona que trabaja eb cruz roja vale oro,
Me me gustaría conocer más de cruz roja
Muchas gracias por tus palabras, Erika. Puedes conocer más información de Cruz Roja en la página web http://www.cruzroja.es y en la redes sociales de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid: @cruzrojamadrid o en http://www.zonacreo.com