Cruz Roja realiza una gran labor fundamental ayudando a las personas más vulnerables, asesorándolas en temas de empleo o salud, por ejemplo, pero eso no es todo. Uno de los puntos fuertes de la intervención de Cruz Roja reside en el Programa de Personas Mayores.
Para conocer mejor esta labor, Lola Requerey y Pilar González, dos beneficiarias de este programa en la Asamblea de Majadahonda-Las Rozas, concedieron una entrevista a los compañeros de la Asamblea para hablar de cómo les ha ayudado este programa.
En primer lugar, Lola tiene 75 años, es viuda, vive sola y no tiene hijos. Fue participante del proyecto ENREDATE antes de la pandemia y acudió a algunos talleres de manejo de móviles, aunque dice que no se siente muy cómoda con estas tecnologías. También antes tenía una voluntaria de acompañamiento hasta que comenzó la pandemia. Ahora recibe llamadas frecuentes para saber cómo se encuentra. Pero, sobre todo, utiliza el servicio de ayuda a domicilio complementaria, a través del cual se le acompaña, cuando lo precisa, a citas médicas y hospitalarias con un vehículo y voluntarios de cruz roja.
También tiene teleasistencia con Cruz Roja, para ayudarle en caso de tener emergencia sanitaria o social en el domicilio. Asimismo, desde este proyecto se realizan llamadas de seguimiento.
Lola, ¿Cómo te encuentras? ¡Tienes muy buen aspecto!
Eso me dicen. Cuando falleció mi marido hace 3 años, de tantos esfuerzos, porque yo le levantaba y le trasladaba, me fui desgastando y fue morir él y empezar con una tendinitis en los hombros que no podía coger la taza de café. Había días que me acostaba y levantaba vestida. No me podía desnudar.
Yo conocía Cruz Roja pero no pensaba que me podrían ayudar a mí. Que habría otra gente más necesitada, pero en el Centro de mayores El Baile, en Las Rozas, leí que tenían servicios de acompañamiento para mayores de 65 años. Yo se lo digo a todo el mundo “beso por dónde va la Cruz Roja”. Es la ayuda humanitaria más grande del mundo. No hay fronteras. Ayudar al que lo necesita.
Con la teleasistencia me siento segura, porque tienen las llaves de mi casa para una emergencia y además me llaman cada 15 días que es el plazo que yo he elegido.
¿Con estos apoyos te sientes más segura?
Totalmente. Soy viuda, sin hijos, mis hermanos son mayores y aunque se preocupan mucho por mi…, pues estoy completamente sola, con eso de la pandemia no veo a nadie.
Durante la pandemia, desde el proyecto ENREDATE, como no se podía hacer actividades presenciales, hacen llamadas frecuentes para ver cómo te encuentras, para dar información de riesgos en el hogar o para paliar la soledad. También me mandaron libros y mándalas para estuviera entretenida, ejercitara la memoria y además me trajeron todo el material a mi casa.
También he encontrado ayuda en los voluntarios de Cruz Roja para gestionar algún problema que he tenido. El otro día, un voluntario con conocimientos jurídicos me ayudó con los trámites para solucionar un problema con una empresa de telefonía. También me han acompañado a hacer gestiones con Hacienda, para la dependencia etc.
¿Cómo viviste la pandemia?
Lo noto mucho. Apatía, ansiedad, aburrimiento. Por la noche pienso “un día menos”, dudo del día de la semana que es. Desconcierto.
¿Cómo animarías a la gente a venir y pedir ayuda?
Hay gente a la que le parece que la ayuda es solo para gente que no tiene recursos económicos, pero no es cierto. En estos programas no se tiene en cuenta nunca la situación económica, la pensión, ni cualquier tipo de ayuda que se tenga. El único servicio de pago es la teleasistencia.
Por otro lado, tenemos a Pilar González que tiene 83 años y una energía que envidiaría mucha gente más joven. Pilar pasó por el trance de que su esposo falleciera por la COVID-19 al inicio de la pandemia en la residencia en la que estaba ingresado. A pesar de eso no esta sola, ya que cuenta con hijos y nietos que se preocupan por ella.
Afirma haberse sentido muy acompañada por Cruz Roja durante todo este duro proceso, a través de las llamadas de seguimiento ya que es beneficiaria del proyecto ENREDATE. También es participante de ayuda a domicilio, por lo que suele ir acompañada a las citas medicas cuando lo solicita.
¿Cómo viviste el fallecimiento de tu marido?
El 17 de mayo de este año. Estaba en una residencia, tenia Alzheimer. Mis hijos, mis nietos, mis nueras y yo íbamos a verle diariamente. Ha estado muy atendido. Incluso cuando me operaron de cáncer de colon dos veces y luego de desprendimiento de retina pedí ir a la residencia a recuperarme.
Aunque estuvo muy cuidado en todo momento, se contagió en la residencia y eso fue la tragedia. Mis hijos y yo llorando. Porque no le pudimos ver y eso es desgarrador para cualquier familia.
Aunque tiene críticas para los políticos, recuerda el homenaje que le hicieron en la alcaldía cuando escribió un libro sobre el Hospital Puerta de Hierro, donde la operaron dos veces de cáncer de colon. Se titulaba “mis vivencias en PH entre luces y sombras”.
¿Qué relación mantienes con Cruz Roja?
Pido ayuda cuando necesito ir a algún sitio. La relación con Cruz Roja para mí es muy importante porque hacéis una labor maravillosa. Dais todo a cambio de nada. Los voluntarios nos ayudan para ir a los hospitales y echan toda la mañana. Por ejemplo, yo que lo necesito tanto y no puedo echar mano de mis hijos porque no pueden entrar a las consultas, se lo agradezco muchísimo.
Para mí los voluntarios de la Cruz Roja sois un verdadero amor. He colaborado muchas veces con mi nieta para eventos de Cruz Roja.
¿Te han llamado durante la pandemia?
Sí. Me llaman para ver como estoy y si necesito hablar con alguien o charlar de cualquier cosa.” Me encanta estar de charla”.
¿Cómo valorarías la actividad de Cruz Roja?
En mi opinión merece un 10 o un 20. Muy buena, muy buena opinión, muy humanos, muy pendientes de nosotros. Me llaman todas las semanas para ver si necesito algo. Eso es enriquecedor. Me dais alegría, felicidad. Para mi es animarme mucho por lo que hemos pasado.
¿Recomendarías a los mayores que fueran a Cruz Roja?
Por supuesto, porque la labor que hace no se paga con dinero y los voluntarios que tenéis son ejemplares. Tan dulces, tan cariñosos. Cuando me han llevado a algún sitio lo hacen con una delicadeza y un amor enormes.
Para Cruz Roja es un orgullo que las personas beneficiarias de sus programas saquen la bandera de Cruz Roja por donde vayan y prediquen las buenas acciones de la organización. La labor de Cruz Roja es siempre estar con las personas más vulnerables, sea la situación que sea.
Nota: Enrédate es un proyecto cofinanciado por la Comunidad de Madrid a través de los fondos provenientes de la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).