El pasado 16 de marzo tuvo lugar una nueva edición del Espacio Cultura, Relatos y Encuentros (Espacio CRE), y que bajo el titulo «Brecha digital bajo un enfoque de género. Una mirada desde el Tercer Sector”, abordó la importancia de conseguir un mundo digital inclusivo para la igualdad de género, y la repercusión de la brecha digital de género en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas.
Para hablar, reflexionar y abordar los retos en la consecución de los derechos de las mujeres y la brecha de género, y bajo la moderación del presidente local, Saturnino Peña, contó con la participación de :
- Estrella Rodríguez Pardo. Directora nacional de Estudios e Innovación Social de Cruz Roja.
- Martina Charaf. Responsable de Acogida de Protección Internacional en la Asociación KARIBU.
- Rosa San Segundo Manuel. Catedrática de la Universidad Carlos III de Madrid, experta en igualdad y violencia de género y Comisionada de Género de la Plataforma del Tercer Sector.
Las ponencias de Estrella, Martina y Rosa San Segundo, y el posterior debate que se produjo, puso de manifiesto, entre otras conclusiones, las siguientes:
- La brecha digital tiene consecuencias muy graves en términos de vulnerabilidad y desigualdad, acentuando las diferencias sociales.
- Que tiene rostro de mujer.
- Para las mujeres, supone una infrarrepresentación en los sectores de mayor futuro.
- Supone una pérdida de estima y valor social para la mujer.
- La falta de igualdad de oportunidades dificulta la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Tiene una clara repercusión económica en las pensiones futuras de las mujeres, en la medida que ocupan trabajos peor pagados y más precarios.
- La brecha digital acompaña al resto de brechas económicas.
- Supone una amenaza laboral para las mujeres, pues no están en el diseño de las nuevas herramientas tecnológicas.
- La ausencia de perspectiva de género en la “Inteligencia artificial” (IA), toda vez que los algoritmos son creados por hombres.
- Las mujeres tienen mejores notas en todos los ámbitos académicos, pero no están presentes en los sectores tecnológicos.
- La tecnología también genera violencia, y no es neutral, reproduciéndose en Internet y redes sociales: la temática de los videojuegos están creadas, mayoritariamente, por hombres.
- La importancia de abordar la brecha digital de acceso (posibilidad de acceder a las nuevas herramientas tecnológicas) y de uso (ausencia de competencias digitales).
- Cambiar el paradigma de que las mujeres sean seres socializados para otros, y no para sí.
- Incorporar a las mujeres vulnerables en actividades y espacios intergeneracionales.