El pasado 6 de Octubre de 2021, el grupo de Intervención Social de la Asamblea de Galapagar-Colmenarejo, con el voluntario Miguel Ángel Sanz como artífice, ha conseguido por primera vez la concesión del IMV (Ingreso Mínimo Vital) a una de las personas que solicitaron ayuda a la Cruz Roja para iniciar los tramites de solicitud de esta ayuda estatal.
Este acompañamiento empezó a realizarse en abril del presente año como respuesta a la saturación administrativa empeorada con la pandemia y el alto porcentaje de denegaciones, en gran medida causado por la complejidad de la solicitud, la brecha digital o las dificultades con el idioma de los beneficiarios potenciales.
El IMV es una prestación económica que trata de proporcionar un nivel mínimo de ingresos, situado entre los 469,93 y 1.033,85 euros, dependiendo de la unidad de convivencia, y propiciar con ello una mayor inclusión social y laboral de los beneficiados.
Finalizada esta carrera de obstáculos que se inició hace seis meses, hablamos con el voluntario de valoración, Miguel Ángel, para conocer su valoración del proceso y del logro obtenido.
¿Cuántas solicitudes ha ayudado a presentar la Cruz Roja desde Abril?
De las diez entrevistas mantenidas con documentación aportada, se presentaron siete solicitudes, de las cuales cuatro han sido denegadas – una estaba duplicada -, dos siguen bajo análisis y una ha sido aprobada.
¿Qué valoración haces del proceso una vez finalizado? ¿Te has encontrado más dificultades de las que esperabas?
Cuando realizamos los talleres que nos capacitaban para realizar este proceso de acompañamiento, ya advertimos que el proceso sería relativamente complejo. Aparte de las dificultades con el idioma y brecha digital de los solicitantes, no siempre es fácil determinar los ingresos obtenidos (y que coincidan con la información de vida laboral, documento que no tienen y no pueden solicitar telemáticamente al no tener sus datos actualizados) o la unidad de convivencia familiar (muchos procesos de separación no se han iniciado o se han abandonado) La casuística es muy variada.
¿Qué expectativas tienes para futuras ocasiones? ¿Crees que se puede hacer algo desde la Cruz Roja para mejorar el proceso de acompañamiento y obtener un porcentaje de éxito mayor?
Creo que para este proceso, y otros similares, sería de gran ayuda trabajar en reducir la brecha digital de los potenciales beneficiarios. Por ejemplo, algo sencillo como la obtención de la Cl@ve Pin facilita muchos trámites con la Administración.
Adicionalmente, está por ver la ayuda que puede brindar la Cruz Roja a la hora de asegurar que los beneficiarios sigan cumpliendo los requisitos y no pierdan en el futuro esta ayuda estatal por una mera cuestión formal, por ejemplo, por falta de conocimientos para presentar correctamente la declaración de la renta.
¿Crees que la obtención de esta ayuda estatal mejorará las oportunidades de inserción laboral de la beneficiaria?
El espíritu de la ley es que sus necesidades básicas queden más o menos cubiertas para que el beneficiario o beneficiaria pueda tener cierta estabilidad económica y centrarse en su inclusión social. Su inserción laboral dependerá de los Servicios Públicos de Empleo que, según lo previsto en la ley, deberán dar un tratamiento especial a los beneficiarios para que se cumpla el fin último de ésta: su empleabilidad.
¿Cómo te sientes al haber obtenido este logro?
Me he sentido bien. A esta persona o más bien dicho, a esta familia, obtener el Ingreso Mínimo Vital le ha cambiado la vida: puede plantearse vivir de otra forma, dedicar más tiempo a aprender el idioma, entre otras cosas, no sólo a sobrevivir. En este caso concreto, la beneficiaria procede de Bangladés, no habla bien el idioma, tiene dos hijos pequeños – uno de ellos aquí-, y su marido no vive en España ni colabora en su manutención. En condiciones como la suya la empleabilidad no es fácil. A pesar de la ayuda, gran parte de los beneficiarios siguen teniéndolo complicado para salir de la exclusión social.