Sydartha es sin duda una mujer con sinónimo de valentía y determinación, con un complejo pasado del que logró escapar. Como participante del proyecto “Empoderamiento a mujeres en dificultad social” de la Asamblea Comarcal Cruz Roja Pinto-Valdemoro, y con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, ha querido ser ejemplo de superación contándonos su historia.
Si bien es cierto que, esta fecha hace un llamamiento a la reflexión tras diversas situaciones y/o procesos que a diario presencian las mujeres, también se trata de una consideración a la acción. Por este motivo durante el pasado año 2021, y dentro de este proyecto llevado a cabo en la Asamblea Comarcal Cruz Roja Pinto-Valdemoro, se logró atender a 75 mujeres que fueron protagonistas de diversas intervenciones en las que se les ofrecía información, orientación social y psicológica, acompañamientos, así como seguimientos y capacitaciones, siendo Sydartha, nuestra protagonista de hoy, una de esas participantes.
Gracias a su tenacidad y ganas de mejorar su situación, Sydartha pudo desligarse de una situación lamentable que atentó su integridad psicofísica. Nativa de Brasil, pero residente en España desde hace cuatro años, confiesa que realizó su cambio de residencia para salvarse de los “maltratos físicos y psicológicos” por parte del padre de sus hijos.
“Tenía un buen puesto de trabajo antes de venir a España y, hasta cierto momento, una buena vida familiar. Yo creía que las cosas iban bien hasta que me quedé embarazada de mi 2º hijo, cuando empezaron los maltratos psicológicos que finalizaron en maltratos físicos”.
Además, explica la razón del porqué no acudió a las autoridades de su país para denunciar dichos actos: “mi ex-suegro es policía jubilado y eso hizo que yo nunca pusiese una demanda. Además, la policía en Brasil es reconocidamente machista; sin embargo, fue él quien me ayudó a escaparme porque sabía que la cosa podría ir a peor; incluso porque su hijo ya tenía historial de maltratos y empezó a amenazarme de muerte”. Para mantenerse a salvo, Sydartha tuvo que huir del país dejando a sus hijos a cargo de un familiar, quien le prometió ocultar su paradero y cuidar de sus niños hasta que ella pudiera llevarlos de nuevo a su lado y en un entorno seguro.
Desde su llegada a España, su vida es representación de esfuerzo, lucha y superación: desde el hecho de compactarla “en dos maletas”, así como la búsqueda continua para obtener recursos económicos. Después de un tiempo logró reunirse con sus hijos durante un período vacacional que aprovechó para transformar en residencia: “mis hijos vinieron a visitarme porque mi madre pagó para que viniesen y, una vez aquí, no dejé que volviesen con el padre”, confiesa.
En la actualidad, vive con sus hijos en casa de su hermana, haciéndose responsable de la manutención de los niños en su totalidad. “Ha sido y es una situación muy difícil, la de mantener a mis hijos y a mí, sin trabajo estable porque puedo trabajar y ganar hoy, pero no sé mañana”.
Sydartha y su acercamiento a Cruz Roja
A través de diversos medios de comunicación Sydartha escuchaba los diversos trabajos realizados por Cruz Roja: “escuchaba respecto al trabajo maravilloso hecho por Cruz Roja en todo el mundo y, claro, en Brasil. Fui derivada por la asistenta social de Pinto y, desde que llegué, los voluntarios/as y técnicos/as me ayudaron con apoyo mensual de alimentos, participación en talleres variados para mejorar la autoestima y autoimagen, ayuda financiera para alimentación y productos de primera necesidad, donación de mascarillas, consejos, y otras ayudas físicas / psicológicas, sin las cuales me hubiese sido muchísimo más difícil seguir adelante”, resalta.
Sydartha manifiesta que son muchos los momentos que ha compartido con el equipo técnico y voluntario de la asamblea, destacando de todos ellos y ellas “la sencillez y humildad”; “no hacen que nos avergoncemos de la situación”, comenta. Destaca la importancia de su participación dentro del proyecto Empoderamiento a mujeres en dificultad social: “hizo que muchas nos desabrochásemos y tuviésemos otra percepción –y mucho mejor– acerca de nosotras mismas”, añade además que, bajo su experiencia con el proyecto, adquirió mayor autocontrol “gracias a las respiraciones enseñadas en el taller de Mindfulness; potencié mi autoimagen, mis logros y mi aceptación; aprendí cómo lograr de manera estructurada mis objetivos; y pensar de manera más positiva, que es la base para nuestro bienestar”.
En relación a su perspectiva de la desigualdad de género y las dificultades, señala: “sinceramente, yo nunca sentí que el hecho de ser mujer me limitase”. Pero aclara que “existen empleos, como el de camarera, donde el género femenino quizás tiene “ligera desventaja” con respecto al público en general, eso porque muchos hombres nos ven como objetos o empleadas personales y muchas mujeres tienen celos en el corto tiempo que servimos la mesa. Por otro lado, los maltratos físicos que he sufrido creo que se han producido por el hecho de que yo fuera mujer.”
En este sentido, tras su historia y todo el proceso que le ha conllevado incluso como inmigrante, Sydartha quiere dirigirse a las mujeres que se sientan identificadas con su experiencia, diciéndoles que:
“Hay salida, siempre hay salida. Buscad ayuda y no tengáis vergüenza de vuestra situación. Mentalizaos de que vuestra situación es pasajera, esto hace que los malos momentos sean menos dolorosos”.
Sydartha se refiere a su futuro como prometedor, y expresa que quiere encontrar un trabajo y luego alquilar un piso para vivir con sus hijos, “después empezar a ahorrar para comprarme un piso, preferentemente en Pinto donde vive mi hermana. Y me gustaría ofrecer una buena educación a mis hijos, además de conocer las Maldivas”. Recientemente, ha conseguido el Número de Identificación de Extranjero (NIE) y su permiso de trabajo.
¿Qué significado tiene Cruz Roja para Sydartha?
“Cruz Roja es sinónimo de esperanza y cuidado. De ayuda y comprensión cuando más lo necesitas. De apoyo y ofrecimiento de herramientas para sobrepasar baches. De mano tendida, de caridad, de ayuda al prójimo, de vuelta a la vida cuando la tuya se va escapando poco a poco”, enfatiza.
Estas palabras representan para la Asamblea Comarcal Cruz Roja Pinto-Valdemoro: alegría, compromiso y un reto para ser mejores y estar cada vez más cerca de las personas; es por eso que, para este año 2022, uno de los objetivos principales, dentro del proyecto de Empoderamiento a mujeres en dificultad social, es el Fortalecimiento Personal y favorecer la Conciliación y el Autocuidado entre las mujeres.
Así como Sydartha, existen muchos casos de violencia de género que no son denunciados por temor a represalias o a no ser comprendidas, por no saber a dónde recurrir, por vergüenza; es por eso que, parte de la valentía de contar su historia y, siendo ejemplo de templanza, buena actitud, así como testimonio de mantener una sonrisa en medio de dificultades, Sydartha también lo hace con la finalidad de ayudar a otras mujeres que se encuentren en una situación similar, mandando así un mensaje alentador, optimista, de cambio y compresión, dando a entender que los escenarios por más negativos que se presenten, se pueden transformar hacia el bienestar y un mundo mejor sin desigualdad ni discriminación.