Desde la Asamblea de Collado Villalba, los compañeros voluntarios de Comunicación han querido dar valor al trabajo de otras dos compañeras voluntarias, Lara y Rosina.
Estas dos personas realizan una gran labor como profesoras de castellano para personas inmigrantes, en situación de asilo y solicitantes de protección internacional. Una herramienta básica para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Además, la entrevista es muy especial ya que es una de las compañeras la que entrevista a otra. ¡Os dejamos con ellas!
Lara.- ¿Cómo empezaste en Cruz Roja, Rosina?.
Rosina.- Al acercarse mi jubilación, el pasado septiembre, tuve claro que había llegado el momento de hacer voluntariado. Me presenté en Cruz Roja porque está cerca y es una organización que me ofrece confianza y, como soy profesora, me ofrecí para dar clase, que es lo que sé hacer.
A lo largo de muchos años, en secundaria, he dado clase a chicos y chicas de más de 40 nacionalidades, así que no era una novedad para mí encontrarme con alumnos de tantos países y lenguas diferentes.
L.-Cuéntanos como son las clases de castellano, los objetivos y dificultades que te encuentras.
R.- La gente me pregunta en qué lengua les hablo: les hablo en castellano. En clase hace falta utilizar imágenes y gesticular mucho y hay que repetir y hacerles repetir hasta cansarse. El objetivo es que aprendan a manejarse en las situaciones normales de la vida aquí.
El trabajo no siempre es sencillo. Como en mis clases en el instituto, los alumnos son diversos en capacidades e intereses y tienen sus días buenos y sus días malos, y estos tienen la circunstancia añadida de que están lejos de sus familias e incluso puede que estén huyendo de situaciones muy dramáticas. En estas clases, igual que en secundaria, hay que hacer actividades variadas y darles el protagonismo a los alumnos para que no se aburran o para que no les dé tiempo a pensar en sus problemas. Si las clases son activas y participativas y les damos la oportunidad de expresarse, se olvidan de sus preocupaciones, pasan un rato bueno y además aprenden, y eso te lo agradecen.
Otra de las dificultades que encontramos es que algunos faltan a clase con frecuencia porque tienen que ir al médico, hacer papeles o cuidar a hijos. Por otro lado, hay un continuo goteo de gente que llega nueva y hay personas que empiezan y desaparecen después de pocos días. Por todo esto, aunque es un curso bastante intensivo de tres horas diarias y se podría esperar un aprendizaje rápido, a veces nos encontramos que tenemos que repetir las mismas lecciones una y otra vez y nos da la sensación de que no avanzamos. Pero somos conscientes de que hay un componente de temporalidad con el que tenemos que contar y sabemos que lo que aprendan es importante, sea mucho o poco.
L.- En la asamblea son famosos tus viernes porque llenáis la asamblea de canciones y música. Se te ve muy feliz y a ellos también, ¿que recibes de tu labor como voluntaria?
R.- Personalmente me da una enorme satisfacción ver la cara de felicidad que se les pone cuando aprenden a decir algo nuevo en nuestro idioma y me emociona cuando consiguen expresar sus sentimientos. Algo que me divierte mucho es verlos interactuar en clase y reírse juntos a pesar de que vienen de países, razas y religiones tan diversas. Mi compañero Manuel, que da clase los lunes, dice: “me enseñan más ellos a mí que yo a ellos”. Y es que trabajar con personas es así.
En Cruz Roja Villalba me he sentido cómoda desde el primer día. El ambiente de trabajo es muy agradable, me siento valorada y tengo la suerte de hacer algo que me divierte y me llena.
En la asamblea de Collado Villalba pretendemos ofrecer una atención integral, las clases de castellano se convierten en algo básico ya que inciden directamente en los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS:
ODS 10. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos.
Aprender castellano facilita la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas.
ODS 4. Educación de calidad.
Aprender castellano contribuye al acceso de la cultura al desarrollo sostenible.
ODS 8. Empleo decente y crecimiento económico.
Aprender castellano es una vía muy rápida para que las personas que atendemos puedan tener un acceso a puestos de trabajo decentes, el micro emprendimiento, la creatividad y la innovación y el acceso a servicios financieros.