Septiembre es el mes por excelencia de las “vueltas”: la vuelta a casa después de las vacaciones, la vuelta a la rutina, la vuelta a los quehaceres diarios, la vuelta al cole y, por supuesto, la vuelta al trabajo, y en nuestro caso a la acción voluntaria.
Reincorporarse al trabajo tras las vacaciones es duro y todos/as necesitamos pasar por un pequeño proceso de adaptación. El regreso a la rutina diaria habitualmente va acompañado de una disminución del estado de ánimo completamente normal y el regreso, no deseado, a periodos de estrés.
Es natural que sientas agotamiento o que la idea de que tus vacaciones hayan terminado te desanime, pero es posible suavizar esa sensación. Tu actitud es un elemento fundamental para volver con energía a la rutina. Reúne toda la determinación que puedas durante los primeros días y en seguida te adaptarás.
Aprovechamos el inicio de este nuevo ciclo para darte algunos consejos que te faciliten la vuelta tras unas merecidas vacaciones.
- Recupera el hilo. Una vez vuelvas a tu puesto debes recordar qué tareas estabas llevando a cabo. Echa un vistazo a tu agenda y comprueba qué has completado y qué está pendiente.
- Planifica tus tareas. En relación con el punto anterior, debes establecer prioridades. En cuanto vuelvas a orientarte, trata de calendarizar tus tareas y establece objetivos propios a nivel semanal.
- Adapta el ritmo. Es comprensible que tu ritmo haya variado tras un periodo de descanso. Por ello, debes esforzarte, pero sin extralimitarte y evitando exigirte demasiado. Si te agotas el primer día te costará garantizar la calidad de tu acción.
- Evita reuniones innecesarias. El exceso de reuniones puede hacerte perder el tiempo, en especial cuando tu mente todavía está algo dispersa. Intenta presentarte únicamente en aquellas que sean de vital importancia y trata de aprovecharlas al máximo.
- Cuidado con las comunicaciones. Esto último depende de la personalidad de cada cual. Si la vuelta de las vacaciones te afecta mucho, trata de cuidar tus comunicados. Una llamada en un momento de estrés o un email escrito con hostilidad no te hará ningún favor.
- Contacta con el equipo. Seguramente lleves un tiempo sin saber nada de tus Compañeros/as. Es importante que les dediques unos minutos para fortalecer el vínculo comunicativo y ponerte al día. Reincorporarse al trabajo tras las vacaciones puede ser mucho más fácil si hay un buen ambiente.
- Organiza planes tras la actividad. Al finalizar la jornada trata de realiza una actividad divertida o algo de ejercicio, de cara al fin de semana, planifica una escapada corta, te ayudará a reducir el estrés inicial.
¿Qué debes evitar cuando vuelvas a tu rutina?
Para evitar el síndrome Burnout al reincorporarse tras las vacaciones y evitar que surja la ansiedad es importante evitar una serie de actitudes:
- Evita dejar lo más difícil para el final. Seguro que, al volver, te encuentras con temas pendientes o complejos, te recomendamos que antepongas las tareas más complicadas para que no se te acumule.
- Evita priorizar tareas tediosas. Cualquier cometido requiere, en algún momento, realizar tareas mecánicas y tediosas. Sin embargo, deberías evitarlas durante los primeros días.
- Evita descuidar tu bienestar. Volver a la rutina no significa que debas dejar de divertirte o relajarte. Intenta seguir haciendo aquello que te hace feliz, aunque tengas menos tiempo. El equilibrio es fundamental para garantizar el bienestar personal.
- Evita la melancolía. Has tenido unas vacaciones fantásticas y echas de menos ese lugar paradisíaco. Concéntrate en la realidad del momento y planea tu siguiente viaje en su debido momento.
Despedirse de las vacaciones y regresar a la rutina es fácil si se tiene la actitud adecuada durante unos días.
En esta noticia hablamos del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.