Uno de los programas más conocidos de Cruz Roja es el FEAD (Fondo de ayuda Europea para los Más Desfavorecidos) que consiste en entregar alimentos a la población en situación vulnerable. En Corredor del Henares Norte, son 120 familias quienes reciben esta ayuda una vez que la trabajadora social haya valorado la situación individual de cada unidad familiar, se reparte dos días a la semana, recibiendo alimentos todos ellos una vez al mes, hasta finalizar las existencias. Durante este mes, la asamblea ha entrevistado a Juan José Sánchez, voluntario desde hace 12 años, referente del programa de alimentos y vicepresidente en el Corredor del Henares Norte.
¿Nos podrías indicar cómo funciona la distribución de alimentos?
En primer lugar, la técnica del FEAD prepara las actas de los participantes que va a adquirir esos alimentos porque necesitamos ver qué cantidad de personas están en lista de espera o ya adjudicados. En función de la lista, los repartimos a unas 30 familias cada día haciendo el reparto dos días a la semana: los martes y los jueves.
Unos días antes del reparto se llama a las familias y se les informa del día y hora para la recogida de alimentos, esto lo hacemos para que los participantes no vengan todos a la misma hora y tengan que esperar o formen colas innecesarias.
¿Dónde se hace la entrega de esta ayuda?
Se entregan los alimentos aquí en la sede, en el almacén.
«Ahora mismo viene mucha gente que antes del COVID se podía mantener porque tenía una situación estable»
¿Cuáles son los criterios a la hora de repartir los alimentos?
La trabajadora social valora el número de miembros de la familia y a partir de este dato, clasifica en tres actas: La A, donde pertenecen grupos de familia compuestos por una o dos personas; la B, grupos de familia formados entre dos y cuatro miembros; y finalmente, la C, donde las familias pasan de cuatro personas.
En función del número de miembros de la familia, se recibe una cantidad de alimentos, cuantos más miembros más cantidad, es decir, los mismos alimentos, pero más cantidad.
¿Se entregan alimentos variados?
Sí, se entregan alimentos variados. Tenemos actualmente 12 alimentos diferentes como leche, cacao, aceite, conservas de verduras, cocidos, atún, entre otros.
Si en las familias se incluyen niños se les entrega algún alimento diferente como potitos, dependiendo de la edad.
«Tenemos una lista de espera que vamos limando y restando porque no podemos entregar alimentos de por vida»
En cuanto a tu experiencia como voluntario, ¿has visto cómo a partir de la Covid19 se ha incrementado la demanda de alimentos?
No solamente a partir del coronavirus sino en pleno confinamiento. En ese momento, dimos diferentes ayudas o entregas de bien a través del Plan Responde, con el cual se intentaba cubrir las diferentes necesidades básicas de los participantes, no solo de alimentación, sino también de higiene y otras necesidades básicas como pañales y por supuesto las mascarillas higiénicas que seguimos entregando, tan necesarias para evitar contagios.
Algunas veces, y según se valore, damos una tarjeta de compra para el Carrefour de forma que puedan comprar alimentos que aquí no tenemos como los alimentos frescos (carnes o pescado).
Juanjo, en estos 12 años como voluntario, ¿hay alguna semejanza en la demanda de alimentos entre la crisis económica del 2008 con la crisis de la Covid19?
Semejanza hay, lo que pasa es que éste ha sido más fuerte que la del 2008, ahora se nota más. De hecho, tenemos una lista de espera que vamos limando y restando porque, claro, no podemos entregar alimentos de por vida, entregamos alimentos a una familia 6 veces como máximo y luego se vuelve a valorar la necesidad y las actuaciones que ha realizado la unidad familiar para mejorar su situación de necesidad.
La pandemia por el Covid19 ha sido una de las experiencias más fuertes que nos ha tocado vivir a todos, ¿ha habido alguna experiencia que le haya llamado más la atención en el programa?
Ahora mismo viene mucha gente que antes del COVID se podía mantener porque tenía una situación estable, justita, sin lujos ni ahorros, pero se podían mantener y ahora con todo esto del COVID y subidas de luz, no pueden hacerse cargo de lo más esencial y necesitan algún tipo de apoyo o ayuda.
Otros casos son la emigración, como ejemplo, puedo decir que me he encontrado el caso de un doctor que venía de Venezuela y no le habían dado todavía su permiso para poder actuar como médico, por lo que se ve en la necesidad de ir a recoger alimentos. Le daba un poco de vergüenza, pero yo le dije que con la vergüenza no se come.
