Cruz Roja Juventud ha hecho un esfuerzo de adaptación de las herramientas que utiliza para ayudar en sus estudios a los chicos y chicas de la asamblea local de Majadahonda-Las Rozas que participan en el proyecto de “Éxito Escolar”, en el que en la actualidad se presta apoyo a 43 chavales de primaria y secundaria, y ha puesto en marcha su funcionamiento mediante videollamadas.
«Niños y voluntarios se echan de menos, pero están dispuestos a poner todo de su parte para mantener las actividades, y poder retomarlas en persona en un futuro próximo», nos explica Raquel Coca, Directora de Cruz Roja Juventud de Majadahonda-Las Rozas.
Raquel relata que las circunstancias derivadas de la pandemia les han obligado a pasar de una actividad presencial, en aulas de la Asamblea, a utilizar herramientas digitales, mediante llamadas grupales o, en su caso, si es necesario, personales.
Añade que se trata de «crear una especie de “Biblioteca online”, en la que se llevarán a cabo videollamadas en grupos de cuatro, durante las cuales los chicos y chicas harán los deberes desde sus casas y, en el caso de que tengan alguna duda, podrán resolverla preguntando a los voluntarios.»
En este proyecto participan 18 personas voluntarias que trabajan para ayudar a los participantes en sus tareas escolares y que se trasladan a la Asamblea para realizar las video llamadas.
La situación no afecta solo a los estudios, sino que también ha obligado a adaptar los proyectos de ocio y tiempo libre, como PINEO, que comienza sus actividades el próximo 18 de octubre. Aquí también se está trabajando para adaptar las iniciativas a la vía online
Para ello, Cruz roja Comunidad de Madrid ha facilitado unas cajas de actividades llamadas PIBOX que contienen juegos, que los chicos y chicas pueden utilizar desde sus casas durante las video llamadas. En PINEO participan 23 niños/as y colaboran 11 personas voluntarias.
El mismo camino de digitalización seguirán los trabajos del PEJ, proyecto de apoyo para jóvenes en educación no obligatoria, en el que hay 6 niños y 2 voluntarios, que se inicia el 19 de Octubre.
Aunque siente la satisfacción de que todo está en marcha, Raquel explica que “la adaptación está siendo difícil porque los voluntarios echamos mucho de menos a los menores, el contacto directo con ellos. Hacer los deberes y las actividades de ocio es un poco más complicado a través de una pantalla. Pero sabemos que todo esto es por una razón, y solo podemos darles todo nuestro apoyo y recargar pilas para la vuelta a la actividad presencial (que esperemos sea pronto)”.
“Lo mismo ocurre con los niños y niñas –subraya- que nos echan de menos, pero lo dan todo para que el proyecto salga adelante. En su mayoría son menores que ya estaban con nosotros en años anteriores y están dispuestos a esperar para que podamos volver a reunirnos en persona”. concluye Raquel.