Con el objetivo de promover la interacción entre diferentes generaciones y fomentar el bienestar integral, un grupo de 16 alumnos/as del Certificado de Profesionalidad de DINAMIZACIÓN DE ACTIVIDADES DE TIEMPO LIBRE EDUCATIVO INFANTIL Y JUVENIL ha llevado a cabo en la asamblea de Alcorcón una iniciativa innovadora que ha encantado tanto a niños/as como a mayores. La actividad, diseñada para estimular el cuerpo, la mente y la imaginación, ha sido un éxito rotundo.
La idea de esta iniciativa ha sido gracias a la voluntaria del grupo de teatro de Mayores, Auxi Manzano, alumna también del curso de dinamización de actividades de Tiempo libre. La experiencia, dividida en tres ambientes distintos, ofreció a los participantes la oportunidad de sumergirse en una variedad de actividades diseñadas para desafiar y entretener a personas de todas las edades. Desde juegos físicos hasta desafíos mentales y espacios creativos, cada ambiente estaba diseñado para satisfacer las necesidades y los intereses de todas las asistentes.
La tarde comenzó con la gran ronda de presentaciones: Niños y niñas del Proyecto de Éxito Escolar, participantes del programa de mayores de los talleres de estimulación cognitiva, deporte, teatro, yoga y el maravilloso equipo de voluntarios y voluntarias del Programa de Mayores y Cruz Roja Juventud.
Los alumnos y alumnas con su profesora Arancha de Castro, explicaron a los participantes el propósito del evento, así como la mecánica a seguir para pasar una tarde de lo más animada.
Los más de 40 participantes y 12 voluntarios de mayores y CRJ se dividieron en grupos más pequeños para comenzar a rotar por los diferentes espacios diseñados para disfrutar. En el primer Espacio, los participantes se encontraron inmersos en actividades físicas diseñadas para promover la movilidad y la coordinación. Desde juegos de equilibrio hasta circuitos adaptados a diferentes niveles de habilidad, niños y mayores disfrutaron juntos de la emoción de moverse y mantenerse activos.
El segundo Espacio ofrecía desafíos mentales y juegos de ingenio que estimulaban la concentración y el pensamiento crítico. Desde rompecabezas hasta acertijos, los participantes se enfrentaron a desafíos que pusieron a prueba sus habilidades cognitivas y les ofrecieron la oportunidad de aprender unos de otros en un ambiente divertido y colaborativo.
Finalmente, en el tercer Espacio, la imaginación tomó el centro del escenario con actividades creativas que fomentaban la expresión artística y la exploración sensorial, compartiendo risas y momentos de inspiración.
Al finalizar el evento, desde Cruz Roja destacamos la importancia de crear espacios inclusivos que permitan a personas de diferentes generaciones interactuar y aprender unas de otras. «Esta experiencia intergeneracional no solo promueve la salud física y mental, sino que también fortalece los lazos comunitarios y enriquece nuestras vidas a través del intercambio de experiencias y conocimientos», nos comentan desde la asamblea.