Belén es uno de esos claros ejemplos en el que, cuando la tienes de compañera, sabes que tiene ‘halo especial’ para progresar en su carrera profesional. Comprometida, eficiente, trabajadora, apasionada y creyente de la labor que se hace en Cruz Roja, Belén María Padín ha dado un paso adelante tras la oportunidad que le ha conferido Cruz Roja al frente de la dirección técnica de la asamblea de Alcorcón de manera puntual. Apostar por el talento joven para los puestos de dirección es uno de los temas por los que nos tenemos que sentir orgullosas y orgullosos, viendo como personas totalmente capacitadas adquieren nuevos roles y responsabilidades sin mirar la fecha de nacimiento. Belén llega para sustituir a Sandra Sánchez-Rubio durante su permiso de maternidad, asumiendo este nuevo rol y abandonando la sección Juvenil de la casa, una gran cantera para otras áreas de la organización. Por ello, hemos querido charlar un rato con Belén y que nos contara las nuevas sensaciones, sus aprendizajes en CRJ y sus expectativas de cara al futuro. Estamos convencidos/as de que belén va a hacer una gran labor al frente de la asamblea local de Alcorcón, así que, ¡adelante, compañera!
Cuéntanos, ¿quién eres y cómo ha sido tu trayectoria en Cruz Roja hasta el día de hoy?
Respecto a los estudios, soy graduada en Criminología e hice un máster de Derecho Internacional y Derechos Humanos. Inicié mi etapa en Cruz Roja en 2018 como mediadora social en el Centro de Emergencia de Francos Rodríguez. Allí empecé mi andadura en la entidad, y al poco tiempo me propusieron ser técnica de Juventud en la asamblea comarcal de Pinto-Valdemoro y en Parla, que por aquel entonces lo compartían ambas asambleas. En Cruz Roja Juventud estuve hasta que llegó la pandemia, cuando muchas personas de la entidad nos trasladamos a otros puestos debido a la necesidad que había y la situación que se estaba viviendo. Pasé al Centro de Emergencia de Personas Sin Hogar en Los Molinos, y allí estuve durante toda la pandemia trabajando con mucha gente y aunando nuestras fuerzas para sacar adelante el proyecto. Después, cuando se restauró la actividad y volvimos todos a nuestros puestos, salió la plaza de Técnica de Participación y Desarrollo Institucional en CRJ, me presenté al puesto y en septiembre comencé mi etapa en Cruz Roja Juventud en el ámbito autonómico hasta hace un mes, cuando se me presentó el reto de cubrir la baja de maternidad de Sandra como directora técnica en Alcorcón, donde acepté el reto.
«En el ámbito autonómico adquieres una perspectiva muy amplia de cómo trabajan todas las áreas, de las relaciones entre ellas y de cómo llegan a un fin común»
¿Por qué decidiste dar este paso? ¿Qué te motivó?
En el ámbito autonómico adquieres una perspectiva muy amplia de cómo trabajan todas las áreas, de las relaciones entre ellas y de cómo llegan a un fin común. Esa perspectiva, después de dos años trabajando en CRJ, me ha servido mucho para aprender sobre Cruz Roja en general, y vi que ya estaba dispuesta a cerrar la etapa de CRJ y asumir un reto un poco más grande, como una dirección técnica. Creo que, a la gente que lleva unos años en el nivel autonómico, el volver al ámbito local le hace recordar el por qué entraron en Cruz Roja. Vuelves a la actividad, al día a día de la asamblea, volviendo a refrescar sensaciones acordándome de mis tiempos en Pinto-Valdemoro y Parla. En autonómico he estado viviendo una perspectiva muy grande y completa y ahora, en la local, se hace lo mismo pero desde una perspectiva diferente.
¿Cómo es el día a día de una directora técnica en una asamblea en comparación con el día a día en el ámbito autonómico?
Creo que la diferencia es que en el ámbito autonómico trabajas a nivel estratégico de toda la Comunidad de Madrid, tienes más relación con todas las asambleas, y si se desarrolla una acción tienes que desplegarla y ver que tiene cabida en todos los sitios y que en el proyecto puede entrar todo el mundo, etc. En la asamblea local nos centramos en nuestra localidad o en qué necesitan nuestras personas en la asamblea, que detectamos gracias al personal técnico que trabaja allí. Tenemos una función de gestión, de revisar cómo lo estamos haciendo y de crear procesos de mejora o de cambio para que la asamblea funcione mejor. En el día a día de una dirección técnica en una local tienes que tener mucho más trato con tu personal técnico directo, con el voluntariado y trabajar mano a mano con una presidencia.
¿Cómo es tener ahora un puesto con tanta responsabilidad?
Cuando asumes una dirección técnica tienes que asumir que vas a tener que preguntar y que la asamblea ya está trabajando en una línea y tú, para poder implementar mejoras o cambiar la perspectiva, tienes que aprender primero cómo se están haciendo las cosas, empaparte de la asamblea. Al principio es aprendizaje y escucha y, en cuanto a la responsabilidad, tomárselo como un reto personal y hacerlo lo mejor posible. Al principio se cometen errores pero, poco a poco, trabajando y escuchando al equipo, se consigue.
«Dar la oportunidad a alguien joven para llevar un puesto de dirección es ampliar tu mirada en cuanto a lo que es Cruz Roja»
En estas últimas semanas están habiendo nuevos nombramientos de Direcciones Técnicas y, la mayoría, sois gente joven. ¿Cómo ves esa renovación de gente joven entrando a formar parte de las direcciones técnicas?
Creo que dar opción a que gente joven lleve estos puestos es valorar las actitudes que puede tener dicha persona y ampliar la mirada en cuanto a lo que es Cruz Roja. Es bonito dar la oportunidad de llevar una dirección técnica a alguien que viene de CRJ. En mi caso, he estado varios años trabajando en desarrollo institucional, y sé cómo funciona la entidad, su ideología base, la perspectiva más genérica, he tenido contacto con Oficina Central… Creo que es un reto, tanto para las personas jóvenes como para la entidad, el aceptar que podemos desarrollar estos puestos, y espero hacerlo bien.
¿Qué aprendizajes te llevas de tu etapa en CRJ?
Muchísimos. Me da mucha pena dejar la vida asociativa, el desarrollo institucional, el contacto cercano con el voluntariado de CRJ… Pero, lo que más me he llevado, es la gran diversidad de CRJ. Todos los proyectos que podemos tener en Cruz Roja están en CRJ en miniatura, es multidisciplinar, sus voluntarios son muy diversos y puedes aprender de todos ellos. El voluntariado de CRJ trabaja todo lo que puede por y para CRJ. La sección juvenil y la vida asociativa hacen que te permanezca viva la llama de la intervención.
¿Qué expectativas tienes de tu nuevo puesto? ¿Qué te gustaría conseguir?
Los objetivos que me planteo son aprender todo lo que pueda de cómo se hacen los proyectos y aprender de la gestión de equipos. La asamblea de Alcorcón tiene muchos proyectos y personal voluntario y técnico y, para mí, mi mayor reto es que todas las personas que están trabajando por y para Cruz Roja en la localidad puedan hacerlo bien, facilitarles todas las herramientas posibles, desplegar todos mis conocimientos y llevarme algo nuevo para los siguientes retos que me plantee Cruz Roja. Mis objetivos principales son poder tener una mirada amplia, desplegar mis conocimientos y llevarme cosas nuevas.
Y cuando se acabe esta sustitución, ¿qué te gustaría hacer?
Lo que me gustaría de aquí a un futuro es aceptar nuevos retos, que Cruz Roja cuente conmigo, con los conocimientos que ya tengo y con los que voy a adquirir. Que pueda seguir desarrollándome tanto personalmente como a nivel profesional, y que sea dentro de la entidad.
«Mis objetivos principales en este nuevo reto son tener una mirada amplia, desplegar mis conocimientos y llevarme cosas nuevas»
Ahora que has salido de CRJ y tienes el punto de vista de la local, ¿cómo ves la integración y el desarrollo de esta sección juvenil dentro de la organización?
Creo que, a nivel general en la sociedad, la juventud cada vez está más presente y es más activa y esto es algo que antes de la pandemia se estaba perdiendo. CRJ está impulsando nuevos proyectos, está en comités, tiene interés por formar parte de las asambleas locales y crear cambios. Esto es un reflejo de la sociedad, la juventud está más presente y en la entidad está pasando igual. Para mí es muy importante contar con la voz de los jóvenes, porque tienen necesidades e inquietudes y Cruz Roja es una respuesta en muchos aspectos para ellos/as. Tenemos que ser esa acogida y esa casa para que ellos/as puedan desarrollar la actividad que quieran dentro de nuestros proyectos. Contar con esa mirada de la juventud es muy necesario para vivir en sociedad. Ahora, por ejemplo, se va a contar con un voluntariado mayor de 12 años. Es una nueva mirada y es un reto, pero creo que va a ser un beneficio a largo plazo.