Cristina Escribá tiene 32 años y es ingeniera industrial. Desde 2015, ha participado como voluntaria en el proyecto de Centro de Día Infantil (CDI) de Cruz Roja. A continuación, compartimos una conversación en la que Cristina relata su experiencia y las motivaciones detrás de su dedicación.
¿Qué te motivó a unirte como voluntaria al Centro de Día Infantil de Cruz Roja?
Cristina.- Después de terminar la carrera, regresé a Madrid tras irme de Erasmus, donde decidí que quería dedicar tiempo a un proyecto social. Siempre me habían interesado las acciones sociales y, aunque conocía Cruz Roja, no estaba familiarizada con el Centro de Día Infantil. Tras contactar con la organización, empecé como voluntaria en 2015 en el Centro de Día Infantil de Arganzuela, donde sigo hasta hoy. Además del voluntariado regular en el CDI, también participé en proyectos logísticos durante la pandemia del COVID-19 o recogidas de alimentos.
¿En qué consiste el proyecto de Cruz Roja del Centro de Día Infantil?
Cristina.- Los Centros de Día Infantil son espacios a los que asisten niños y niñas en edad escolar durante las tardes, generalmente aquellos en riesgo de exclusión social. Estos centros funcionan en colaboración con los servicios sociales y los colegios, y se centran en proporcionar apoyo educativo y actividades diversas. Los niños y niñas reciben ayuda con sus deberes, participan en actividades relacionadas con valores, salud, ciencia, y también disfrutan de una merienda saludable. El centro donde trabajo organiza los niños por grupos de edad para ofrecer un apoyo más enfocado a sus necesidades específicas.
¿Cómo preparáis las actividades diarias?
Cristina.- Contamos con un equipo estable de voluntariado y coordinadores que nos involucramos activamente en la planificación. Las actividades de apoyo escolar son bastante estándar, pero cada voluntario/a aporta su toque personal. Por ejemplo, a mí me gusta organizar actividades de ciencia, mientras otros compañeros/as hacen talleres de dibujo o lectura. Además, siempre buscamos la manera de ofrecer algo especial, al menos una vez al mes.
¿Qué desafíos has encontrado al trabajar con niños y niñas en situación de riesgo social y cómo los has superado?
Cristina.- Los desafíos principales son similares a los que se encuentran al trabajar con cualquier grupo de niños, como problemas de comportamiento. Sin embargo, estos niños suelen mostrar mucho cariño y agradecimiento, lo que facilita el trabajo. En general, el Centro de Día se convierte en un espacio seguro para ellos, donde se sienten valorados y pueden expresarse más libremente que en el colegio.
¿Qué impacto crees que tiene el Centro de Día Infantil en la Comunidad local?
Cristina.- El impacto es significativo. Muchas veces, los colegios no tienen los recursos para atender todas las necesidades de los niños y niñas. El Centro de Día de Cruz Roja ofrece un apoyo adicional crucial, no solo académico sino también en términos de desarrollo personal y social. A lo largo de los años, hemos visto a muchos niños y niñas mejorar sus habilidades y autoestima, y algunos/as, incluso regresan en el voluntariado, lo que demuestra el valor duradero del proyecto.
¿Puedes describir alguna situación en la que hayas visto un cambio positivo en un niño o niña?
Cristina.- Es reconfortante ver cómo los niños y niñas crecen y prosperan. Algunos/as de ellos, tras años en el centro, vuelven a visitarnos ya como adolescentes o adultos jóvenes, compartiendo sus logros académicos y personales. Ver que han superado obstáculos y que recuerdan el apoyo recibido en el Centro de Día es muy gratificante.
¿Cómo ha influido esta experiencia de voluntariado en tu vida personal? ¿Qué te ha aportado personalmente?
Cristina.- Ser voluntaria en el CDI ha sido inmensamente enriquecedor. Aporta una satisfacción personal que compensa cualquier esfuerzo. Interactuar con los niños y ver su energía y cariño es revitalizante, especialmente en días estresantes. Además, el ambiente colaborativo con otros voluntarios y coordinadores crea una sensación de comunidad que es muy valiosa.
¿Qué le dirías a las personas que aún no conocen Cruz Roja para que se animen a participar?
Cristina.- Animaría a todas las personas a probar el voluntariado, ya que la experiencia suele ser mucho más gratificante de lo que uno espera. Aunque puede parecer difícil encontrar tiempo, la recompensa emocional y la oportunidad de hacer una diferencia real en la vida de los niños y niñas hace que valga la pena. Además, un buen equipo de coordinadores y voluntarios/as puede hacer que el trabajo sea más llevadero y agradable.
Nota: Centros de Día Infantiles, Espacios de conciliación e intervención integral con la infancia, es un proyecto cofinanciado por el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Igualdad, Secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, en el marco del Plan Corresponsables y con la gestión de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid.
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