Mario Altares tiene 60 años y una trayectoria en el sector bancario. Ahora, inicia un nuevo capítulo como voluntario en Cruz Roja tras su jubilación. Mario encontró en el voluntariado en Infancia Hospitalizada una forma de dar sentido a su tiempo libre y contribuir al bienestar de la comunidad, especialmente enfocado en el apoyo a la infancia. Por esto motivo, desde la asamblea han querido entrevistarle para conocer más de cerca las razones de por qué ser voluntario, así como sus primeros pasos en Cruz Roja.
¿Por qué decidiste ser voluntario?
Mario Altares: A mí siempre me ha gustado el tema social y ayudar a los demás. Creo que si cada uno pone un poquito de su parte se puede hacer mucha cosa. Yo siempre tuve pasión por el tema infantil pues de hecho lo traigo de familia. Tengo una hija que es maestra, otra hija que es trabajadora social y mi mujer que estudió magisterio, o sea a todos nosotros nos gusta mucho este tema de infancia.
¿Cómo empezaste tu andadura en Cruz Roja?
Mario Altares: A principio busque a Cruz Roja porque es un referente en tema de voluntariado con labores en muchos países. A raíz de esto me puse en contacto con la asamblea Local Madrid, en concreto, con una de las sedes ubicadas en la zona norte que la tenía relativamente cerca de casa y empecé en el Centro de día infantil (CDI) en Hortaleza, hace un año y medio. Allí encontré buen ambiente con excelentes personas técnicas y voluntarias. A partir de ahí, empecé a ampliar con más cosas como recogidas y entregas de alimentos y desde entonces no he parado, hasta hoy.
¿Cómo llegaste al proyecto de Infancia hospitalizada?
Mario Altares: Ya daba charlas a voluntariado de reciente incorporación sobre las actividades en que colaboraba, y en una de estas actividades, conocí a un voluntario que colaboraba en este proyecto. Él estaba presentando el proyecto y me gustó mucho. A partir de ahí, contacte con él y desde entonces compagino los dos proyectos.
¿Cómo funciona el proyecto de Infancia hospitalizada?
Mario Altares: Es un proyecto en que se actúa con niños, niñas y jóvenes en el ámbito de los hospitales. El objetivo es hacer sus vidas más fáciles en un ambiente que, en principio, puede parecer hostil. Hay tres modos de actuación:
- Una que es más lúdica y de educación, donde jugamos con los niños y las niñas y se hacen actividades de manualidades.
- Otra es el apoyo escolar para que los niños y las niñas no pierdan el hábito del estudio.
- Por último, está el acompañamiento cuando hay niños/as que están hospitalizados y sus padres puntualmente no les pueden atender o estar con ellos/as.
Yo lo que hago es la parte lúdica durante las consultas, es decir, mientras los niños y las niñas están esperando para realizarse pruebas y que les atiendan los médicos, nos ponemos a jugar con ellos/as.
¿Qué retos/objetivos hay en Infancia hospitalizada?
Mario Altares: Dentro de la labor que desarrollamos en el Hospital Gregorio Marañón en la zona de consultas, es entretener a los niños y niñas que se tiran muchas horas allí, y convertir un ambiente de espera, que suele ser aburrido, en un lugar alegre con juegos y música donde se olviden de que están en un hospital.
Por otro lado, mientras los niños y las niñas interactúan entre ellos/as, se ponen muy contentos/as. Para los padres es un momento tranquilo y muchos hablan entre sí compartiendo experiencias.
¿Qué significa para ti Cruz Roja?
Mario Altares: Yo siento dos cosas:
Lo primero, el orgullo de pertenecer a Cruz Roja, una organización donde la gente dedica su tiempo a ayudar a los demás, sea quien sea y sea donde sea, para hacer un mundo más humano.
El segundo, es un sentimiento de agradecimiento, creo que se recibe más de lo que se da y yo me voy muy contento con lo que hago.
En esta noticia hablamos del Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.