Dejar atrás tu residencia y tu entorno habitual, las amistades, las relaciones personales y tu trabajo en tu país de origen conlleva un duelo que para la mayoría de las personas es desconocido y no saben cómo afrontarlo. Y el primer paso para afrontar el duelo migratorio es mejorar el autoconocimiento emocional.
Los procesos de duelo migratorio conllevan, a menudo, síntomas que no son conocidos para las personas que los padecen. Por ello, en la asamblea comarcal de Galapagar – Colmenarejo pusieron en marcha a finales del año pasado talleres para ayudar a reconocer y superar este problema a las personas que llegan a nuestro país.
En estos talleres se marcaron tres objetivos: identificar las fases del duelo migratorio y qué sienten las personas que han dejado sus países, reducir su aislamiento y promover las relaciones sociales entre las y los participantes. Para ello, los talleres comienzan mostrando a las personas que asisten a identificar qué es normal en un duelo y qué no y puede convertirse en un problema patológico. Además, se imparten pautas de autocuidado.
Los encuentros continúan con un desayuno o una merienda, en los que procuran que haya el mayor número de participantes. Se busca crear un ambiente distendido en el que puedan conocer a más gente y promover sus relaciones sociales.
La acogida entre las y los participantes ha sido muy buena, especialmente entre quienes llevaban menos tiempo en nuestro país y todavía estaban en pleno proceso de adaptación. Muchos/as destacaron la gran ayuda que supone poner en común sus vivencias porque, hasta ese momento, no hablaban con nadie de ello, sino que habían tratado de salir adelante por sus propios medios. “Ojalá pudieran acudir más personas, porque el ambiente que se crea es muy bonito y la gente se abre muy rápido, lo que es una gran ayuda”, comentó uno de los asistentes.
Los talleres del duelo migratorio se pusieron en marcha el pasado mes de noviembre y ya han realizado cuatro, con una asistencia de unas 25 personas. La actividad se enmarca en el esfuerzo para mejorar la salud emocional, que forma parte del proyecto de Promoción Hábitos Saludables de la asamblea. El equipo que lleva a cabo los talleres ha estado formado por tres personas: María José González, técnica de la asamblea, junto a las voluntarias Elisa Céspedes y Eloísa Olmos, quien también participa en los talleres básicos de conocimiento y manejo de las emociones.
María José comenta que “en los talleres te das verdadera cuenta de las dificultades que experimentan las personas que dejan su país y su capacidad de resiliencia y recuperación, capacidades que tratamos de reforzar”. Por su parte, Elisa resalta que “los talleres han sido importantes para mí porque aprendí, disfruté, me emocioné y vi como cumplí el propósito de mi voluntariado. Fui testigo del valor y la importancia de este proyecto, que se ajustaba a lo que buscaba: aportar desde la psicología y el trabajo en grupo”.
Dada la excelente acogida de esta iniciativa, desde la asamblea quieren ampliar el equipo con psicólogos, estudiantes de psicología o personas con experiencia en escucha activa y capacidades de empatía, que colaboren en afrontar su principal reto: llegar a más personas para que los talleres serán más ricos y efectivos.
En esta noticia hablamos del los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3 y 10 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.
