Una de las respuestas más importantes que se están ofreciendo desde la asamblea de Cuenca del Manzanares se produce en la prisión de Soto del Real, donde nuestra compañeras y compañeros labor se encargan de orientar y dar apoyo psicológico a internos reclusos con problemas de adicción a sustancias. Para conocer de primera mano toda esta labor que se lleva a cabo a diario, el pasado 19 de abril se realizó una visita institucional a la que asistieron: Fátima Cabello, Directora Nacional del Área de Salud; Alicia Delgado, Presidenta de la asamblea de Cuenca del Manzanares; Nieves Morales, Coordinadora autonómica; Sergio Cuesta, Director Técnico de la asamblea de Cuenca del Manzanares; Álvaro Carmona, Director autonómico de Salud y Medioambiente; y Concha Cruz, Coordinadora autonómica de Salud.
La representación de Cruz Roja fue recibida por el Director del Centro Penitenciario, Luis Carlos Antón, y por los diferentes Subdirectores. Tras una reunión en la que pudieron analizar y comentar los resultados y avances del proyecto, Marta, Subdirectora de Tratamiento, condujo a los asistentes por las distintas instalaciones del Centro, donde pudieron visitar de primera mano las distintas actividades de los internos, incluido un taller de yoga terapéutico impartido por voluntariado de Cruz Roja.
Para conocer un poco más cómo han ido los primeros meses y cómo está siendo la labor de Cruz Roja en la prisión de Soto del Real hemos hablado con Mireia Álvarez, Técnica del proyecto Atención a personas con una inadecuada gestión de su adicción en prisión.
¿Qué labor está haciendo Cruz Roja en la prisión de Soto del Real?
Cruz Roja está cumpliendo con la labor de orientar y dar apoyo psicológico a internos reclusos con problemas de adicción a sustancias. En el caso de Soto del Real, Instituciones Penitenciarias nos solicitó que el proyecto «Atención a personas con una inadecuada gestión de su adicción en prisión» fuera, sobre todo, dirigido para los reclusos que necesitan más ayuda y que no tienen tanto acceso a otros programas de adicciones, ya sea por número de plazas o por el perfil que tienen, como los internos que toman metadona o los que han sufrido sobredosis.
¿Cómo están siendo estos primeros meses de trabajo conjunto?
Comenzamos en enero y todo ha ido viento en popa. Las facilidades que nos proporciona el centro penitenciario, que está comprometido y confía en la labor de Cruz Roja desde el principio, han hecho que sea muy cómodo trabajar allí y ha hecho que ya hayamos atendido a más de cuarenta internos. A día de hoy, tenemos tres grupos que vienen dos veces a la semana al programa de Cruz Roja.
¿Qué implicación están mostrando las personas a las que se atiende?
Los internos, al principio, nos los derivaban las propias psicólogas y la junta de tratamiento de IIPP, ya que muchos estaban con el tratamiento con metadona. Al principio, pudimos encontrarnos con algunas resistencias y recelo, ya que no sabían de qué se trataba o qué iban a hacer en Cruz Roja. A día de hoy, son ellos mismos los que recomiendan el programa a otros reclusos y estos, a través de instancia, piden la entrevista para poder entrar. Ya tenemos una larga lista de espera de interesados de otros módulos.
La implicación que tienen viniendo a los talleres dos veces a la semana es estupenda. Incluso el centro nos ha dado la enhorabuena, ya que dentro de su situación en prisión, si le añadimos la adicción, es un perfil de interno poco motivado al cambio, y al programa acuden contentos y con regularidad.
¿Qué equipo está yendo a la prisión y qué actividad realiza el voluntariado?
En el programa, a diario, estoy yo como técnica. Como psicóloga, realizo los grupos terapéuticos, primeras entrevistas y terapia individual, y entre semana también cuento con un equipo de voluntarios y voluntarias que se dedican a hacer talleres para los grupos sobre el uso de medicamentos y otros talleres transversales para mejorar la gestión de la enfermedad de los adictos a sustancias. En el mes de abril, por ejemplo, fue todo un éxito el comienzo del taller de yoga terapéutico impartido por Elías, un voluntario experto, y al que han acudido motivados y han dicho que les encanta, por lo que lo hemos introducido como parte del programa dos veces al mes. En general, vienen motivados tanto voluntarios como internos, y eso es lo fundamental para generar cualquier mejora en su proceso de cambio.
En el siguiente enlace podrás acceder la periódico digital Eco de Soto que realizan los propios internos de la prisión.
Nota: Atención a personas con inadecuada gestión de adicciones en prisión es un proyecto cofinanciado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En esta noticia hablamos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3 y 10 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.
Buenos días:
¡Enhorabuena por esta iniciativa!