Han pasado 42 años desde que Milagros Martínez, más conocida por sus compañeros como Mila, cruzó las puertas Cruz Roja para incorporarse como trabajadora en el departamento de socios, el cual ahora es ‘Captación de Fondos’. Tras media vida dándolo todo por esta organización, Mila se ha ganado su merecida jubilación. Atrás deja una etapa de ser una de las caras más visibles para responder las dudas de nuestros socios, socias y empresas, siempre con una sonrisa y con una empatía envidiable.

Desde Zona Creo hemos querido rendirle un homenaje con una entrevista donde hemos hecho un gran repaso a todos los años que Mila ha estado junto a Cruz Roja. Son muchos años, muchas experiencias, muchas llamadas y muchos socios. Podría decirse que Mila ha visto con sus propios ojos la evolución de Cruz Roja, como la organización ha ido expandiéndose poco a poco con los años, cambiando totalmente y llegando a muchos más sitios, pero con el mismo espirito de humildad y humanidad de siempre.

¡Muchas Gracias por todo Mila!

Todo el equipo de Comunicación, Captación de Fondos y Marketing en el día de la despedida de Mila

 

¿Cuánto tiempo llevas en Cruz Roja? ¿Por qué áreas has pasado?

Entré a trabajar en Cruz Roja con 18 años, y desde que entré siempre he estado en el Departamento de Captación de Fondos, que antes se llamaba socios, a secas.

 

¿Has estado siempre en la misma sede de Cruz Roja?

No, he estado en Doctor Santero y de ahí me fui a Pozas, para más tarde acabar en Muguet.

 

A nivel de tus funciones en Cruz Roja ¿Cuéntanos un poco el tipo de función para que la gente conozca las labores de captación de fondos?

He sacado datos todos los meses de todos los recibos que salían emitidos y devueltos. Hacía toda la facturación, hacía todas las incidencias a nivel de central y asambleas. Llevaba todos los datos de captación, de bajas y de altas, así como los estudios que se hacían para saber por qué la gente se daba de baja. Todas las incidencias de empresas, además de hacer los presupuestos de los costes que pueden salir de la captación. Cualquier cosa que tuviera relación con los socios, lo llevaba yo.

 

¿Cómo era la Mila de hace 43 años?

Entré siendo una niña con 18 años para hacer el servicio social que se hacía por aquel entonces. Entre con un miedo terrible, era súper tímida y me ponía roja cuando me decían algo. Estaba siempre con la cabeza bajada haciendo cosas para que nadie me dijera nada, pero poco a poco fui aprendiendo y me di cuenta de que Cruz Roja era como una familia en la que entre todos nos apoyábamos, nos ayudábamos y si había que ir el sábado a trabajar pues se iba, y no pasaba nada.

Aprendí muchos de los valores esos primeros años, era muy distinta la Cruz Roja de cuando empecé que la que dejo. Sigue siendo igual, pero la noto diferente.

«He tratado con muchísimas personas que lo dan todo a cambio de nada»

¿Qué es lo que notas tú qué es lo que más ha cambiado?

Creo que nuestra entidad ha evolucionado a un funcionamiento más empresarial, mientras que antes éramos como una gran familia, muy de casa. Una vez que conocías a todos era como una gran familia. Lo mismo estaba en casa y se me había olvidado algo y volvía a la oficina y me quedaba allí trabajando por la tarde. No mirabas el tiempo ni las horas que hacías, era algo que nos daba un poco igual. Era todo más familiar, ahora es más como una empresa.

¿Qué es lo más importante para captar un socio y conservarlo?

El secreto para eso es tener humanidad. Tú te tienes que poner en el lugar de la persona que estás captando, que puede ser una persona mayor que está dando todo con una pensión baja, con unos principios tremendos que te da el dinero para ayudar a otras personas. Tienes que hacer las cosas bien para que vean los principios de Cruz Roja, y tenerlo contento.

¿Cómo ha cambiado esa gestión de personas socias de hace 40 años a ahora?

Antes las personas que se hacían socias de Cruz Roja raramente se daban de baja, eran personas con unos principios tremendos, sobre todo gente mayor que suelen ser de ideas fijas. Los socios de ahora son más de impulsos. No quiero decir que todas las personas sean así pero antes, las personas mayores podían estar hasta 20 años con la misma cuota.

¿Qué te ha enseñado Cruz Roja durante todo este tiempo?

Me ha enseñado a creer en las personas, porque he tratado con muchísimas que lo dan todo a cambio de nada. Unas personas con unos principios tremendos con las que he contactado durante todo este tiempo.

Mila Martínez

 

A nivel personal ¿Cómo ha cambiado la Mila de hace 20-30 años a la Mila actual?

Como te he dicho era muy tímida, me costaba abrirme a la gente, he aprendido a creer en la gente y a que somos un equipo. Ver que la gente te quiere por como tú eres y no por otras cosas. Aprendí al final a abrirme, ya que antes no hablaba por no molestar a la gente. La esencia de Mila es la misma, pero ya no soy esa chica joven tímida que hablaba poco. A Cruz Roja la considero mi familia, a veces me ponía a hablar de números y lo hacía como si fuera los números de mi casa. Cruz Roja para mi es una familia donde he aprendido muchos valores, por ello digo que es mi casa y que me ha enseñado todo.

«Cuando sale Cruz Roja en la tele siempre le digo a mi marido José, ¡mira, ahí estamos!»

¿Qué anécdota recordarás durante toda tu vida en Cruz Roja?

El mismo día que entré a Cruz Roja a servicio social, yo con mucha ilusión de empezar a trabajar, fue llegar y me pusieron un montón de papeles y me dijeron que tenía que poner ‘Baja CC’ y ‘Alta CC’, porque antes se usaba el visor y se empezaba poco a poco a informatizar. Me tuvieron toda la mañana ‘Alta CC’ y ‘Baja CC’, y como quería hacer mucho trabajo y hacerlo bien, me salieron unas ampollas…

Cuando llegué a casa me preguntaron que qué había hecho y yo les dije: “Tanto estudiar para llegar allí y estarme 7 horas Alta CC y Baja CC”, no se me olvidara en la vida.

¿Alguna anécdota con alguna llamada de algún socio?

Me ha pasado de todo en las llamadas. De gente que ha querido venir a tomarse un café conmigo, incluso llegar a presentarse en la sede para tomarse el café. Con los socios ha sido todo tremendo.

 

¿Qué significado tiene la frase ‘Ser de Cruz Roja’ para ti?

Para mi significa familia. Cuando pasa cualquier cosa buena te alegras y cuando pasa algo malo te duele. Cuando pasa algo dentro de la casa, como la caída de socios y cosas así a mí me duele porque para mí es como mi familia. Cuando sale Cruz Roja en la tele siempre le digo a mi marido José, mira ahí estamos.

Tú que llevas tantos años en la organización, ¿cómo has visto la evolución de Cruz Roja, ya no solo a puertas para dentro, sino también hacia el exterior?

Ahora es que salimos en todos los medios, antes todo el mundo asociaba a Cruz Roja a las ambulancias, socorros y para de contar, Cruz Roja era eso.

Ahora ha evolucionado y ayudamos a todo el mundo y estamos donde nos necesiten, ayudando a todo el mundo. Ahora estamos en todos los sitios y antes solo éramos ambulancias.

«Ahora que voy a tener tanto tiempo es cuando tengo que aprender a saber disfrutar de el y a saber repartirlo entre todas las cosas que quiero hacer»

 

Tu que llevas tanto tiempo en Cruz Roja ¿Cómo ves el futuro de la entidad en el tema de socios?

Es un tema complicado, ahora mismo con las catástrofes los socios aumentan, pero llegará un momento en que Cruz Roja toque techo y habrá que reinventarse y cambiar de estrategia. Lo mismo dentro de unos años estará prohibido llamar por teléfono para captar socios o ir de casa en casa. En ese momento Cruz Roja deberá de reinventarse como ya lo ha hecho en el pasado. De todas formas, hay gente muy buena trabajando que logrará reinventarse.

 

¿Qué mensaje quieres dejar a tus compañeros y compañeras de Cruz Roja?

Que son majísimos, que les voy a decir si son todos encantadores. Creo que cada uno da todo lo que puede, aquí. Mucha gente echa horas por un tubo por la pasión que le tiene a este trabajo. Me da mucha pena dejar a las personas…

 ¿A partir de ahora qué?

Ahora me toca disfrutar, pero sobre todo aprender a disfrutar, acostumbrada a correr del trabajo a casa. Ahora que voy a tener tanto tiempo es cuando tengo que aprender a saber disfrutar de el y a saber repartirlo entre todas las cosas que quiero hacer, algo que también es difícil, pero en una semana pondré el mismo ímpetu en disfrutar que el que ponía en el trabajo.

¡Te echaremos mucho de menos, Mila!

1 COMENTARIO

  1. Mila, eres una persona extraordinaria, que pena haber llegado yo tan tarde y no haber podido disfrutar más de tus conocimientos y tu exquisito trato personal y profesional.
    Disfruta tu tiempo, es lo que más vale en la vida, y si quieres visitarnos un día de turismo por Aranjuez estaremos encantados de recibirte.

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