El objetivo es mejorar la empleabilidad de las personas que lo tienen más difícil para acceder al mercado laboral, como las personas mayores de 45 años, migrantes, mujeres en dificultad social y personas desempleadas de larga duración a través del Programa Operativo de Inclusión Social cofinanciado por el Fondo Social Europeo.
Los resultados del periodo 2016-2019 han sido muy valorados por parte de las administraciones públicas, que han incrementado los recursos destinados a Cruz Roja para el nuevo periodo POISES 2019-2023. “Nuestro objetivo prioritario ahora es llegar a más de 85.000 personas, es decir, incrementar en un 36% nuestro alcance”, destaca Maika Sánchez, subdirectora del Plan de Empleo de Cruz Roja.
Las personas mayores de 45 años, migrantes, mujeres en dificultad social y personas desempleadas de larga duración tienen muchas más complicaciones para participar en el mercado laboral y acceder a un empleo por eso es muy importante dedicar esfuerzos y recursos específicos para compensar esas dificultades.
En una sociedad en plena y permanente transformación digital, un aspecto fundamental de las nuevas iniciativas es que las personas adquieran las competencias digitales necesarias para poder bucar un trabajo a través de las redes o incorporar formación digital en empleo tradicionales para que se cualificación esté más adaptada a los requerimientos de las empresas son algunos ejemplos porque como recalca Maika Sánchez: “no es una oportunidad es una necesidad adquirir competencias digitales porque si no se quedarán fuera del mercado laboral”.
Cruz Roja promueve por ello la inclusión digital en el mercado laboral y para ello se abordan una serie de brechas digitales que afectan especialmente a las personas más vulnerables y que tienen que ver con la falta de habilidades de uso, el desconocimiento de las beneficios, así como las brechas digitales de género, territoriales o que tienen que ver con la edad de las personas.