Desde el reparto de mascarillas, a la atención a víctimas de una emergencia local: todo puede ayudar a una población que acaba de vivir una situación de alarma, y que en algunas ocasiones no requieren más que de un vecino o vecina preparado y dispuesto a ayudar con una manta, colaborando en la búsqueda de una persona desaparecida, ayudando a limpiar después de una inundación o con una bebida caliente a tiempo.
Esa es la filosofía y base fundamental de los Equipos de Respuesta Básica en Emergencia (ERBE) de Cruz Roja, unos equipos dotados de herramientas que junto a su afán de ayudar y el valor extra que aporta la proximidad al lugar donde ha ocurrido un contratiempo (cercanía física, pero también cultural y del conocimiento de los riesgos existentes en la zona), consiguen materializar una ayuda de manera rápida y flexible con gran proyección, sobre todo, en lugares disgregados donde se tarda en intervenir.
La coordinación de estos equipos es imprescindible para aliviar las carencias urgentes de las personas afectadas, que pueden ir desde una primera atención psicosocial de contención a la entrega de productos de primera necesidad. Los ERBEs son un elemento clave para alertar otras capacidades especializadas, al estar formado por personas formadas y conocedoras del entorno, brindan información directa y en tiempo real sobre la situación y evolución de lo que está aconteciendo.
Este componente del sistema permite prealertar o activar a tiempo los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de apoyo psicosocial, albergue provisional, o rescate en el medio terrestre o acuático, entre otros.
Aunque la respuesta básica siempre ha existido, su disposición en forma de equipo es relativamente novedosa dentro de Cruz Roja, que en los últimos años trabaja en crear una herramienta formal e integrarla en los Planes Municipales de Emergencias (PEMU). Catástrofes como la borrasca de Filomena o la pandemia de la COVID-19 han puesto de manifiesto su potencial importancia y necesidad.
Los Equipos de Respuesta Básica en Emergencias (ERBE) están diseñados para ofrecer su respuesta a través del voluntariado preparado en las Asambleas Locales, Comarcales e Insulares.
En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, 62 personas voluntarias, gracias a su compromiso y solidaridad, han dado respuesta en los múltiples incendios que se produjeron en la región y alrededores el pasado mes de julio.
«Los Equipos de Respuesta Básica en Emergencias permiten a los voluntarios asistir en las emergencias que se producen en su entorno más próximo, dando una respuesta inmediata a la población afectada», afirma Jorge Alberto Martín, referente autonómico de los ERBE de Cruz Roja Madrid. «Además, serán de vital importancia para dar apoyo a otros equipos especializados de Cruz Roja, como los ERIE, o en situaciones de emergencia social, cada vez más frecuentes, como el apoyo a los equipos de Intervención Social en la acogida de refugiados. Estos equipos responden especialmente al mandato que tiene Cruz Roja de estar cada vez más cerca de las personas».
Respecto al incendio forestal de Cebreros, 21 voluntarios y voluntarias estuvieron colaborando con los ERIE en el albergue provisional, que se instaló en la localidad de Robledo de Chavela, para atender a las personas afectadas y desplazadas por el incendio.
A nivel nacional, los ERBEs se han reforzado en diferentes territorios como Castilla y León o la Comunidad Valenciana, y han iniciado su actividad en Castilla-La Mancha, Asturias, País Vasco, Galicia, Cataluña, Ceuta y Murcia.
Atienden las primeras necesidades de las víctimas de una emergencia: se dan primeros auxilios físicos y psicológicos, se trabaja en la búsqueda de personas desaparecidas, se colabora en la limpieza de viviendas en inundaciones, en la atención a personas de poblaciones afectadas por un incendio, o se distribuyen productos de primera necesidad.
Así ha ocurrido en los últimos meses en la búsqueda de Traspinedo, en la que Cruz Roja participó con 40 personas voluntarias procedentes de 8 pueblos diferentes de la comarca de Valladolid, en Ceuta, donde 20 personas participaron en la búsqueda de otra persona desaparecida, o en los recientes incendios que asolan el país, y en especial el centro y noroeste de la península, como por ejemplo los incendios forestales en la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora, donde participaron diferentes ERBEs de la misma provincia y otras provincias de Castilla y León. Son ya más de 10.600 personas atendidas, y cerca de 900 personas de Cruz Roja movilizadas para atender a todas las personas afectadas por los incendios forestales.
Pero en el último año, también han dado asistencia a los transportistas que durante la borrasca Filomena quedaron atrapados en carretera, o han colaborado en la limpieza de casas anegadas por el agua de las inundaciones ocasionadas por una DANA en Alicante.
Planificación, vocación de ayuda y cercanía son algunas de las claves para que los Equipos de Respuesta Básica en emergencias se estén convirtiendo en una herramienta imprescindible más de ayuda ante emergencias y pequeños desastres en cualquier parte, que permiten prevenir y mitigar los efectos en las personas a nivel local, insular o comarcal.
Activación de otras capacidades especializadas
Los ERBEs son un elemento clave para alertar a los equipos de emergencias de Cruz Roja.
Los ERIEs (Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias) de Cruz Roja atienden las necesidades de las víctimas con una respuesta especializada; se trabaja en la búsqueda de personas desaparecidas, tanto en medio terrestre como en medio acuático; se despliegan infraestructuras temporales para dar refugio y albergue a personas, que por una situación sobrevenida y repentina, lo han perdido; se ofrece atención psicosocial a personas que hayan atravesado una situación o evento traumáticos; se da asistencia sanitaria y atención humanitaria a migrantes; o se ponen equipos de comunicaciones a disposición tanto del personal interviniente como de las personas afectadas. El voluntariado perteneciente a estos equipos cumple con un perfil curricular y profesional especializado en ámbitos como la sanidad o la atención social, entre otros.
Actualmente, Cruz Roja cuenta con 38 territorios con equipos de Albergue Provisional, 17 de Asistencia Sanitaria, 17 de Atención Humanitaria a Inmigrantes, 9 de Búsqueda y Salvamento en el Medio Acuático, 13 de Búsqueda y Salvamento en el Medio Terrestre, 12 de Comunicaciones y coordinación, y 45 de Intervención Psicosocial. Más de 16.500 personas participan en estos equipos de respuesta en emergencias.