Este domingo se cumple el séptimo aniversario de la adhesión de España a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, suscrita el 25 de septiembre de 2015 por 193 países, en el que el Alto Comisionado para la Agenda 2030 realiza una llamada a la acción para que las organizaciones y la ciudadanía se movilicen y se comprometan difundiendo e impulsando la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El primer paso, por tanto, es conocer qué son los ODS: los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible persiguen la igualdad de oportunidades entre personas, la protección del planeta y la generación de prosperidad en un mundo en paz que trabaja en alianza para superar los retos a los que nos enfrentamos.
Cruz Roja en la Comunidad de Madrid está comprometida con la realización de acciones que fomentan la sensibilización en esta materia, a través de diferentes talleres y acciones tanto presenciales como online desarrollados en las diferentes asambleas locales y comarcales.
Un ejemplo de ello es la labor que se realiza desde la asamblea local de Madrid zona Norte, a los que pudimos entrevistar hace justo un año para que nos contaran cómo se organizan y las acciones que desarrollan.
La situación real del cumplimiento de los ODS
Pero para poder darnos una visión más global sobre cómo se están desarrollando los 17 ODS y cómo está calando la agenda 2030 en nuestra sociedad hemos querido hablar con un experto en la materia. Borja Santos Porras es Vice Decano asociado y profesor en el IE School of Global and Public Affairs, además de consultor senior en políticas públicas, cooperación, innovación y sostenibilidad. Borja ha trabajado para Naciones Unidas en Etiopía y conoce de primera mano la realidad social de muchos países. Por todo ello, nos hemos acercado a la nueva torre del IE para poder hacer esta entrevista y tratar de arrojar un poco de luz en cuanto al grado real de cumplimiento de los ODS.
¿Cómo ha influido una pandemia mundial en el cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030?
Según los datos, la pandemia ha tenido un impacto negativo en el progreso de la consecución de los ODS. Hay objetivos que se han degradado más que otros, como el objetivo 1 de la pobreza, porque muchos trabajos se han perdido o se han paralizado durante la pandemia y eso ha afectado a la población más vulnerable, a gente que tenía empleos informales, inmigrantes, gente con trabajos temporales o de servicios etc.
El objetivo 2 de seguridad alimentaria también es otro de los objetivos cuyo progreso ha caído a nivel global, porque ha habido un problema de suministros y de comercio a nivel mundial y eso ha reducido la disponibilidad de alimentos en muchos lugares. En muchos lugares donde la escuela se ha paralizado, la alimentación escolar era una buena fuente de nutrición para familias vulnerables, tanto en países de bajos ingresos como en los de alta renta, donde el comedor escolar es la mejor alimentación que tienen. Toda esa parálisis ha hecho decrecer la seguridad alimentaria en muchos lugares.
El objetivo 3 de salud también se ha visto afectado, porque los servicios de salud han tenido una excesiva carga debido a la Covid-19 y eso ha hecho que muchas enfermedades que inicialmente tenían un tratamiento liviano no se hayan podido atender con urgencia y se han agravado. Por otro lado, han crecido mucho los problemas de salud mental, y es una nueva dimensión dentro del objetivo a tener muy en cuenta.
El objetivo 4 de educación también ha sido paralizado, ya que en muchos lugares se pararon escuelas durante uno o dos años y eso ha hecho que, especialmente en la infancia, tenga una gran influencia en el progreso educativo. Además, un avance de los ODS era la educación, y también se ha visto afectada porque la educación virtual en ciertos contextos de alto nivel tecnológico si ha funcionado, pero en otros lugares ha tenido ciertas deficiencias.
El objetivo 5 de género también ha sido afectado, porque en muchos casos la mujer ha tenido trabajos o más temporales o un tipo de trabajo que mayoritariamente se ha visto en porcentaje más paralizado. La violencia de género también se ha intensificado debido al confinamiento. Por último, el objetivo 11 de la desigualdad es uno de los que más se ha visto afectado.
Es verdad que ha habido objetivos que han mejorado, por ejemplo al progreso digital o los relacionados con medio ambiente, aunque se dice que las reducciones de emisión de carbono solo han llegado a un 6%, por lo que la reducción no ha sido alta y cuando se ha vuelto a la normalidad se ha vuelto a los niveles pre pandemia, por lo que no se puede considerar un progreso.
¿En qué momento se encuentra nuestro país en materia de los ODS? ¿Somos un país comprometido con su cumplimiento y con el de la Agenda 2030?
España, a nivel institucional, es un país comprometido. Aunque todos los países han firmado la Agenda 2030, el compromiso de rendición de cuentas es voluntario. Los países, con cierta frecuencia, acuden a la Asamblea General de Naciones Unidas y presentan lo que se llama el “examen voluntario”, donde presentan su progreso. España ya lo ha hecho dos veces, en 2018 y 2021, y el haberlo hecho más de una vez significa una voluntad de transparencia. España ha creado un ministerio a nivel institucional para la Agenda 2030 y la Inclusión Social y una Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030. Es decir, hay una coherencia política y un compromiso institucional. Nuestro país, además, tiene una estrategia que se llama “Los principios estratégicos de España 2050” que establecen hacia donde debería ir el país en cuestión de desarrollo sostenible. Aunque no se asocia directamente con la agenda 2030, establece las líneas institucionales y todos los ministros cuando establecen su cargo lo primero que ven es este tipo de documentos para ver, a largo plazo, donde quiere ir España.
España antes de la pandemia mejoró en ciertos aspectos como igualdad de género, en energía y acción climática, en eficiencia energética y reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, sustituyendo combustibles sólidos por energías renovables etc. España es uno de los países más vulnerables al cambio climático y eso hace que cada vez haya una mayor consciencia en la población, lo que permite a su vez un mayor avance institucional. En cuanto a los aspectos negativos, uno de los más importantes es la desigualdad. España es uno de los países con más desigualdad de la Unión Europea, donde la distribución de la riqueza es muy desigual y es un factor que se está agravando y puede generar muchos efectos indirectos de polarización política, inestabilidad social, difícil acceso a la vivienda, etc. Hay ciertos problemas sociales relacionados con la desigualdad que están generando que mucha más gente esté en riesgo de pobreza, y es uno de los grandes problemas que esta sufriendo España en la Agenda 2030.
«Cada vez hay mayor consciencia en la población»
En el informe sobre el Desarrollo Sostenible 2021, España se posiciona en el puesto número 20 del ranking global en el desarrollo sostenible, aumentando 2 puestos respecto al año anterior y mejorando ligeramente su rendimiento pasando del 78,1 al 79,5%. ¿Qué suponen estos datos?
Estos rankings ayudan a tener una percepción comparativa entre países, pero hay que tener en cuenta que la Agenda 2030 tiene 17 objetivos, 169 metas y más de 200 indicadores. Esto quiere decir que estos rankings se hacen de una manera agregada y donde muchos datos pueden, por ejemplo, no existir. Yo aconsejo mirarlo por objetivos, desagregar esa información y ver donde cada país va mejor o peor. España comparativamente está un pelín mejor, pero hay que tener cuidado con la desigualdad, el acceso a la vivienda etc. Hay otro punto muy importante, que es que las metas cuantitativas de los ODS establecen unos mínimos donde cada sociedad debe contextualizar de acuerdo a su nivel de desarrollo. Hay ciertas metas o indicadores donde España podría ser más ambiciosa. Por eso, se puede decir que España está en el 79% de la consecución de los ODS y ha mejorado, pero también hay que ser ambicioso de acuerdo a la realidad española en ciertas metas e indicadores.
Hablamos de ciertos ODS y de cómo se puede mejorar la sensibilización hacia la población general. ¿Qué papel dirías que juega la educación y los centros educativos para sensibilizar y cumplir la Agenda 2030?
Hay tres acciones que los centros educativos tienen que llevar a cabo: crear consciencia, formación y activismo o acción. Crear consciencia es que la gente sea consciente de que significa el desarrollo sostenible, que lo internalice, que se hagan eventos, que integren en los planes educativos los ODS y se genere una consciencia institucional de lo que significa, para que tanto alumnos como profesionales de los centros educativos entiendan esta agenda y crean en ella. Hay un segundo aspecto de formación, en nuestro grado de Relaciones Internacionales hemos adaptado el plan de estudios para que se integre la agenda 2030 a nivel de asignaturas, de contenidos, de competiciones, tenemos cursos online con Naciones Unidas, etc.
Por último, el activismo o la acción, no se puede quedar solo en una consciencia, hay que hacer cosas. La Universidad es un centro académico y una de las cosas que hay que hacer es investigación. Hemos hecho un estudio de cómo han sido los análisis voluntarios de los países que en 2021 hicieron ese análisis, los alumnos analizaron cuales han sido los retos de estos 40 y pocos países. También hacen campañas, hay un club que se llama ‘la Agenda 2030’ y realizan actividades, juegos, alianzas con otras universidades, etc. Y nosotros fomentamos que ellos lideren sus campañas. Por último hay un tema de alianzas, los centros educativos tienen una gran capacidad de crear alianzas, como con Cruz Roja, y ver que puede hacer Cruz Roja dentro de su trabajo para formar y crear consciencia en los estudiantes. Los centros tienen un gran potencial de alianzas para mejorar estos tres puntos.
Hablando de Cruz Roja, ¿cuál es la importancia especifica que juegan las entidades del tercer sector en el cumplimiento de los ODS? ¿Qué papel juegan?
Uno de los principios de la Agenda 2030 es no dejar a nadie atrás. A veces la respuesta institucional a ciertos problemas sociales se hace a gran escala y, desgraciadamente, deja atrás a ciertas poblaciones más vulnerables por ciertos motivos. Organizaciones como Cruz Roja son capaces de atender esos huecos que el nivel institucional a veces no llega, y esa atención a esta población es fundamental, especialmente en un contexto donde la desigualdad se agrava. Hay un tema importante de alerta y consciencia. Por ejemplo, cuando he participado en charlas o foros y hablas de desigualdad, es un concepto difícil de entender. Dicen que en España el 30% de la gente está en riesgo de pobreza, pero no la ves en la calle. Hay que entender la pobreza de una manera multidimensional donde hablamos de que el acceso a la vivienda, a una educación de calidad, un móvil, es indispensable. ¿Qué significa, en un contexto como el español, la pobreza? Organizaciones como Cruz Roja lo entienden porque trabajan con esos grupos vulnerables, y tienen un trabajo de comunicación y sensibilización muy importante para que la sociedad entienda y comprenda que significan esos problemas. Que cuando utilizas datos o una terminología que parecer compleja, Cruz Roja puede contar historias reales de personas vulnerables y crear consciencia de ese problema. Yo creo que el tercer sector es muy importante, hace poco salió un estudio del tercer sector en España en 2021 y contribuye a un 1,5% de PIB y da empleo a más de medio millón de personas al año, además de contar con 1 millón de voluntarios. Es un sector que moviliza la economía y a las personas y es fundamental.
«Entender la pobreza de una manera multidimensional donde hablamos de que el acceso a la vivienda, a una educación de calidad, a un móvil, es indispensable»
Como institución y como sociedad civil, ¿a qué deberíamos renunciar para tener un modelo más sostenible?
Hay una autora que se llama Kate Raworth que ha creado un concepto que se llama la economía del donut. Todos nosotros, para cubrir nuestras necesidades básicas, necesitamos una serie de recursos. Nuestras necesidades son como los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tenemos un círculo de necesidades y nosotros estamos sobre ese círculo, pero también tenemos unos límites planetarios, tenemos un problema de cambio climático, de la capa de ozono, de contaminación etc. Nosotros vivimos en ese donut, entre una expansión de nuestras necesidades y unos límites planetarios exteriores. Entonces, ¿cómo creamos una zona habitable en ese donut que sea sostenible? Ahí es donde tenemos que enfocarnos para ver como generamos una economía regenerativa, que sea capaz de regenerar los recursos en vez de consumirlos, y cómo crear esa zona habitable entendiendo los limites y necesidades que tenemos. Es esencial encontrar ese equilibrio, sobre todo para nuestras generaciones futuras, de bienestar.
La generación de alianzas y el trabajo en red en nuestros municipios ayuda a la consecución de los ODS y al bienestar como sociedad. En Cruz Roja Comunidad de Madrid somos 23 municipios que albergan más de 1.100 personas trabajadoras y 21.000 voluntarios que atienden a toda la población de la Comunidad de Madrid. ¿Cómo podemos contribuir, desde nuestras asambleas, a este trabajo conjunto para el cumplimento de los ODS?
La Agenda 2030 es un compromiso global, y a veces estos compromisos se intelectualizan y se ven como un acuerdo multilateral ajeno a nosotros, donde son los países y los gobiernos los encargados de llevarlos a cabo y olvidamos que somos la sociedad civil quienes, en el día a día, tenemos que atender estas necesidades. Cruz Roja a través de su trabajo, de sus decenas de miles de voluntarios, los socios etc. generan mucha red local de trabajo donde se generan muchas historias de cómo esta agenda se consigue en los barrios, y además se consigue de distintas maneras.
Para contribuir al cumplimiento de los ODS no existe una sola solución, si no que hay que adaptarse a los tipos de contexto, y ahí Cruz Roja tiene una labor fundamental de alertarnos y hacernos ver dónde están los problemas actuales de la sociedad, enseñarnos esas historias y darnos luz y esperanza.
«Cruz Roja a través de su trabajo, de sus decenas de miles de voluntarios, los socios etc. generan mucha red local de trabajo donde se generan muchas historias de cómo esta agenda se consigue en los barrios, y además se consigue de distintas maneras.»
¿Cómo un individuo, en su día a día, puede contribuir en este cumplimiento?
Yo creo que hay una consciencia individual que es compleja, porque es difícil ser absolutamente coherente con la agenda: no contaminar con el transporte, qué consumo hago, etc. Uno tiene que trabajar poco a poco esos detalles que te llevan a estar en esa economía del donut. A nivel personal, yo intento, por ejemplo, fomentar mucho las alianzas. En mi trabajo en la universidad yo quiero que mis estudiantes entren en contacto con muchas organizaciones, no que solo lo aprendan de forma teórica. Uno de mis propósitos es que mis alumnos estén en contacto, hagan prácticas, les ayuden a hacer investigación, en entidades como Cruz Roja, empresas sociales, organismos de Naciones Unidas etc. Que tengan relaciones personales con personas vulnerables y que generen una consciencia de desarrollo sostenible. En mi vida personal y profesional busco mucho esas alianzas para multiplicar el impacto.