El Secretario Autonómico de Cruz Roja Madrid, F. Gabriel Sánchez Parodi, ha tenido la suerte de ‘cumplir uno de sus sueños’, visitar Perú, un país, como el mismo dice, mágico. Os dejamos la pequeña reseña que F. Gabriel nos deja de este viaje único:
“Hace muchos años que quería viajar a Perú, pero hasta ahora nunca había tenido la oportunidad, no me lo había ni planteado. Pero este año, por varias circunstancias personales, era el momento de hacerlo, de cumplir ese sueño… y vaya que si lo cumplí, porque ya estoy desando volver.
Lo primero que destacaría de mi viaje es la subida a MachuPichu. Es un momento mágico que no se puede describir con palabras, hay que ir y sentirlo. Nunca me hubiera imaginado que ver esa maravilla del mundo iba a suponerme tal emoción. Aunque visité con el guía el santuario, luego sentí que debía recorrerlo en solitario, y es que no quería irme de aquel lugar, necesitaba estar allí. Lo que más me impresionó fue imaginar como vivían allí los incas, con su jefe supremo y como llegaron a construir aquel lugar. Parece mentira que pudieran levantar algo tan impresionante hace tantos siglos.
El recorrido en tren hasta el pueblo de MachuPichu fue algo maravilloso. Durante todo el recorrido no puedes dejar de mirar a ambos lados del tren, desde donde se ven unas impresionantes montañas y algunos santuarios de los incas.
También tuve la oportunidad de visitar Cuzco, o Cusco como la llaman los cuzqueños, ciudad declarada patrimonio de la humanidad (y no me extraña). No solo me impresionó la Plaza de Armas y la Catedral, sino los muchos palacios y museos de la ciudad. Además, es muy recomendable visitar su mercado central, donde puedes pasear por sus puestos de jugos o carne y tomar un caldo de gallina como desayuno, la mejor forma de comenzar el día.
No querría terminar mi recorrido por este país sin comentar mi visita a la ciudad de Lima. El tráfico es un caos, pensé que lo había visto todo en Bogotá, pero Lima es aún peor. La comida es excepcional, la ciudad está llena de muy buenos restaurantes donde comer un buen ceviche o un arroz chaufa. También tiene lugares bohemios, como la zona de Barranco, y además es increíble observar el cambio de la guardia en el Palacio Presidencial.
En definitiva, un impresionante viaje que os recomiendo encarecidamente.”
