HUMANIDAD. Esta es la palabra con la que se conmemora en este 2022 el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y donde celebramos el 158 aniversario de nuestra organización.
El Principio general que motiva la labor del Movimiento es el de humanidad, un impulso natural de ayudar a quien lo necesita y que está presente en todas las culturas.
El Principio de humanidad articula valores humanos comunes: compasión, empatía, ayuda mutua, deseo de acercarse a los otros para aliviar su sufrimiento y protegerlos para que no sufran más daño. El Principio de humanidad no sólo inspira acciones concretas tales como la atención médica vital, sino también pequeños gestos de compasión como el abrazo que le pudo dar nuestra compañera de Ceuta, Luna Reyes, el año pasado a Abdou, la persona que venía procedente de la costa de África.
Por todo ello, para poder profundizar en lo que hay debajo de esta palabra y lo que significa para las personas de nuestra entidad hemos hablado con cinco personas voluntarias de diferentes área de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid que han participado en los acontecimientos más importantes en los que Cruz Roja ha tenido intervención en los últimos tiempos: Covid-19, llegada de personas de origen afgano, volcán en la Palma y la crisis de Ucrania. A través de las palabras de Martín García (5 años como voluntario en la asamblea local de Madrid) , María Camarero (6 años como voluntaria de Cruz Roja Juventud y perteneciente al equipo ESIE), Leida Alujas (1 mes como voluntaria del dispositivo para personas ucranianas), Julián Pastor (20 años como voluntario y referente del ERIE Psicosocial) y Eugenia González (7 años como voluntaria y referente del equipo de Atención Humanitaria) vamos a hacer un recorrido por lo que significa esa palabra que tanto nos define y cómo se entrelaza y se manifiesta en cada una de nuestras intervenciones. Emociones, sentimientos y reflexiones profundas serán las protagonistas de esta hermosa y sentida entrevista que hemos podido realizar en la sede de Cruz Roja en la calle Pozas, perteneciente a la asamblea local de Madrid zona Oeste.
Pero antes, para conmemorar este #DÍAMUNDIALCRUZROJA hemos querido hacer un pequeño homenaje a todos y cada uno de vosotros y vosotras con un elemento que seguro seguro vais a reconocer como el más común y distinguido de nuestra organización. ¿Sabéis cuál es? ¡Dentro vídeo!
¡Dentro entrevista!
Habéis participado en 4 de los grandes acontecimientos que ha congregado la actividad de Cruz Roja en los últimos tiempos: Vacunación Covid19, Llegada de personas de origen afgano, volcán de La Palma, y crisis de Ucrania. En todas estas actividades Cruz Roja ha ejercido su labor humanitaria para poder ayudar a las personas más vulnerables. Pero en esta acción queda impregnado uno de los valores fundamentales de la casa: La humanidad. ¿Qué es para vosotros/as esa humanidad?
Martín. Para mi la humanidad es un valor que forma parte de un amplio conjunto de principios fundamentales, los cuales rigen a las personas y a la forma en la que actuamos. Como voluntario de Cruz Roja, la humanidad es la condición de ser persona, ser humano capaz de sentir solidaridad, bondad y compasión hacia los demás.
María. Para mi es la faculta de comprender y demostrar solidaridad con otras personas.
Leida. La humanidad es un concepto muy extenso. Es ayudar, implicarse, colaborar sin esperar nada a cambio, con el objetivo de que los demás, los más vulnerables en este caso, puedan salir adelante y valerse por ellos mismos para ser dignos del sitio donde viven y tener una vida mejor.
Julián. Según la RAE, es la capacidad de sentir empatía, reconocer a las personas en estado de vulnerabilidad…y muchas cosas que no define la RAE, pero que las sentimos nosotros en nuestra intervención habitual.
Geni. Es ponerte en la piel del otro, del que tienes al lado. Detectar el sentimiento del otro ara poder ayudarle en momentos de sufrimiento, soledad, e intentar poder transmitir lo que sientes al otro.
Durante la entrevista que le hicimos a Luna hace unos meses, ella nos decía que se sorprendía de la repercusión que había tenido su abrazo, porque para ella era algo normal: ver a una persona que está sufriendo y darle agua y un abrazo para consolarla. Ese abrazo dio la vuelta al mundo y fue una imagen que define muy bien ‘la humanidad’ de nuestras intervenciones. Par vosotros y vosotras, ¿Qué os transmite esta imagen de esta compañera?
Julián. A mi me llamo muchísimo la atención que tuviese tanta repercusión. En psicosocial es algo que hacemos habitualmente, y después de una intervención, son las personas que necesitan ayuda las que vienen a nosotros. De todas formas, es una situación que tengo guardada en el corazón porque me vi muy identificado.
Martin. Yo también me identifico mucho. Me lleva a recordar el momento en el que empecé en Cruz Roja en el año 2017 con todos los momentos desde que inicié mi labor haciendo acompañamientos a mayores. Esta imagen me hace volver a recordar todo ese cariño con el que tantas personas se han acercado a mí. Es una señal de ternura y amor.
Geni. A mi también me sorprendió el tema mediático, porque nosotros/as lo hacemos todos los días. Estamos cerca de las personas y al final se trata de un acto reflejo. En el momento de la alegría es lo mismo, la alegría es un abrazo, y necesitar ese apoyo en los momentos difíciles es un ‘saber qué estás ahí’, es vital y humano, y lo necesitamos todos/as. Y más cuando estás en una situación como la de Luna. Me sorprendió ya que es algo natural y humano que hacemos todos los días, pero todavía se me ponen los pelos de punta cuando veo esas imágenes.
Leida. Yo, a diferencia de mis compañeros, llevo un mes y poco en Cruz Roja. A mi sí me sorprende el impacto mediático que ha tenido esto. A mi me emocionó, y cuando vi que el chico no le quitaba la cabeza del hombro, casi me echo a llorar. Es verdad que es una cosa cotidiana, que nos podría pasar a todos/as los que estamos interviniendo.
María. Desde el ESIE (Equipo de sensibilización e información en emergencias) siempre trabajamos con niños y niñas, y yo creo que son las personas más cariñosas que hay. Ese tipo de trato y necesidad de contacto nos pasa muy habitualmente con ellos/as. Se nota que, cuando llegas a una intervención y aunque no te puedas comunicar con esa persona porque les puede costar un poco o no tenemos el mismo idioma, necesitan que les des la mano, les abraces. Sientes esa ternura y sientes que les estás ayudando. Es una imagen que representa totalmente lo que hace Cruz Roja habitualmente, porque lo hacemos todos/as y es una cosa que creo que debería de ser más común en otros ámbitos.
El abrazo de Luna es una muestra de humanidad. Pero, en las acciones en las que habéis participado, ¿cómo diríais que se ha manifestado esta ‘humanidad’?
Martin. Yo tengo dos anécdotas que contar. Una fue cuando estaba participando en el dispositivo de vacunación del Wanda. Llegó un día una mujer mayor, en silla de ruedas y con una discapacidad. Nos contaba que era mexicana y que llevaba cinco años en España, pero que todavía no había obtenido el permiso de residencia, que nadie la atendía y que quería ser vacunada, porque además estaba teniendo una enfermedad grave de corazón. En ese momento todos nos volcamos en la intención de ayudarla y gestionar su situación y que se pudiera vacunar con las dos dosis. Ese mismo día pudo recibir la primera dosis, y pasadas las cuatro semanas vino a ponerse la segunda. Vino con un regalo para agradecernos a todos/as nuestra ayuda.
Otra anécdota sucedió hace poco, con la llegada de personas ucranianas. Yo estaba en el dispositivo de Pacífico en el polideportivo de Daoiz y Velarde en el turno de noche, era el único traductor presente. Y de repente nos llegó un ucraniano que nos llenó de ternura. Venia de Córdoba de jugar en un campeonato de ajedrez, y era sordomudo. No había ninguna forma en la que nos pudiéramos comunicar con él, y se nos ocurrió hacerlo mediante un teléfono móvil, a través de la aplicación de traductor. Nos pasamos toda la noche hablando de esa forma con él. Es una imagen que yo siempre recuerdo de este tipo de intervenciones.
Julián. Cuando estaba en La Palma, había una persona que iba con una moto y cada vez que pasaba un vehículo o a alguien que llevaba un chaleco de Cruz Roja nos expresaba el agradecimiento hacia nuestra labor. Yo la primera vez que lo vi me sorprendió. Y a pesar de estar en el área de psicosocial, fue la primera vez que vi a alguien tan afectado por una emergencia y que nos rompiera a llorar exclusivamente por el agradecimiento, no por el dolor y la pérdida. Que expresara de esa manera todos sus sentimientos hacia nosotros, no se me olvidará en muchísimo tiempo. Fue muy importante para mi. Me llegó mucho.
Geni. Con el operativo de Ucrania, casi todas las personas que llegaban eran mujeres y niños/as, y había muchísima gente mayor. Venían muy cansadas, derrotadas… y que una señora mayor se agarre de tu brazo porque vea el chaleco rojo, impresiona. También había una mamá que iba con un niño que estaba enfermo. La mama tenía el malestar de que no quería que el doctor viera al niño ya que había estado vomitando toda la noche y no podía cambiarle de ropa porque las maletas todavía no estaban con ellos. Había un sentimiento encontrado de por un lado, que el niño tenía que estar bien y que lo viera un médico, y por otro lado, le imponía la sensación de ¿cómo van a ver a mi niño así? Esa mujer tenia dos sensaciones muy encontradas, que me pareció muy humano.
Ves también la humanidad en el niño que llega destrozado, pero te muestra una sonrisa y lo único que quiere es jugar, porque no deja de ser un niño. Te llenan las gracias de corazón, que traspasan la barrera idiomática. Son momentos que se te quedan grabados, que van sumando y no se olvidan. Es muy cercano y muy importante para seguir replanteándonos el por qué estamos aquí ayudando.
Esas pequeñas cosas son el sueldo emocional del voluntario, lo que nos hace estar ahí hasta el final. Hasta donde demos de sí.
Ese sueldo emocional viene también por esa humanidad que ofrecéis por esa ayuda hacia el que más lo está necesitando, ¿no?
Geni. Sí, porque tú vas a cualquier intervención que hagas y lo das todo, no esperas nada a cambio. Sin embargo, recibir eso, ya es percibir algo y es tan grande que no hay manera de explicarlo hasta que lo piensas.
Martín. Yo muchas veces me pregunto que quien da más, si los intervinientes o los afectados/as.
Geni. Es algo mutuo al final: ellos también te lo dan a ti. Es una rueda.
María. Yo la anécdota que más me acuerdo es en la llegada y atención de personas de origen afgano. Había un niño que había llegado con su padre solo ya que su madre y tres hermanas decidieron quedarse en su país. Recuerdo el dolor del niño, la preocupación que tenía. Como pudimos, cogimos al niño y nos pusimos a jugar con el, con paciencia. Además no nos entendía e intentamos jugar con el. Al rato ya estaba corriendo por todos lados y con una sonrisa. Ellos siempre nos regalan esa sonrisa de vitalidad a pesar de todo lo que están pasando.
Leida. A pesar de mi poca experiencia, es todo muy gratificante. Recuerdo las lágrimas de una madre que le solucionas un problema de salud de un hijo, como fue el caso de una ucraniana que tenía una hija con un tumor cerebral y no sabía cómo explicarlo en el medico para que le hicieran un escáner. Yo me dedique a traducir, pero ver cómo a la señora se le salían las lágrimas, te emocionas muchísimo. También recuerdo en el dispositivo para personas ucranianas que una vez la profesora no pudo venir a dar las clases de castellano, y al final me puse yo a enseñarles. Di dos, y después de cada clase, me regalaron una flor. Yo lo hacía porque me gustaba ayudar, pero son tan agradecidos que te lo devuelven así. Es muy emocionante.
¿Cuál crees que es la base de la humanidad en nuestra organización? Me refiero, esta ‘humanidad’ ¿cómo creéis que se logra y se forja para que se manifieste y se demuestre en nuestras intervenciones?
Martín. Yo creo que la base de este valor de humanidad radica en la coordinación del personal voluntario y personal laboral de Cruz Roja, y que ponemos en valor en cada una de nuestras actividades. Los valores humanos son universales, no hay un manual con el que sigamos una serie de pautas para atender a una persona, esto sale de cada uno de nosotros/as, de nuestros conocimientos y nuestra personalidad, para que las cosas puedan salir adelante.
Julián. Después de tantos años, lo que tenemos en común a nivel institución es haber estado siempre donde se nos necesita. Esto va acompañado de que las necesidades van cambiando y la sociedad va evolucionando, pero la institución se adapta continuamente a esas necesidades, a base de formación, nuevo voluntariado, etc.
Geni. Yo creo que es importante, aunque sea muy obvio, que somos y trabajamos con personas. Llevamos haciéndolo tantos años que lo tenemos muy incorporado. No trabajamos solo con un ordenador, las personas vamos cambiando y la organización va con ello. El voluntariado también va cambiado y la gente nueva va incorporado ideas. Llevamos tantos años haciéndolo que se llega a normalizar. De lo que vive la organización es de las personas: cada uno de nosotros aportamos algo siempre.
María. Yo creo que una cosa muy importante es también el orgullo de la persona voluntaria. Estamos aquí porque lo hemos decidido. Los/as voluntarios/as tenemos la necesidad de aportar ese granito de arena para conseguir cualquier tipo de cambio que involucre que esa persona lleve mejor su día a día.
Leida. Yo creo que además de todo lo que se ha dicho, esto es cuestión de vocación. Ponemos todo nuestro empeño, trabajamos con personas, nos topamos con sentimientos…pero tienes que tener vocación para ser voluntaria, porque si no, no funcionaría bien.
Vosotros/as como personas voluntarias de nuestra organización, ¿Cómo crees que se percibe esta ‘humanidad’ por la sociedad general?
Julián. Yo si me viera afectado por una situación de emergencia me gustaría que principalmente estuviera Cruz Roja cerca de mi, independientemente de que también lo estuvieran otras organizaciones. Pero probablemente somos la más grande, y la percepción que creo que se tiene desde fuera es muy positiva hacia nosotros/as. Somos y estamos bien considerados como voluntarios/as, como institución y por supuesto, con respecto al trabajo que hacemos.
Leida. Yo creo que sí, que la sociedad lo percibe como lo percibimos nosotros, porque somos parte de ella. Siempre, cada vez que se necesita ayuda en una situación de emergencia, la primera organización en la que se piensa es Cruz Roja.
Martin. La sociedad nos ve como un símbolo de ayuda, de auxilio. Cuando hay gente que necesita ayuda, da igual cómo estén o cómo haya que llegar hacia ellos, nosotros/as siempre estamos ahí para ayudarles.
Geni. Yo creo que hay un trabajo que ya está hecho, y es todos esos años que lleva la organización estando la primera en tantas emergencias. Somos los primeros en llegar, la gente ve que está Cruz Roja, y se sabe que de alguna manera las personas afectadas van a tener un apoyo. Cuando trabajas con otros colectivos, como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Renfe, aeropuertos, etc. Siempre cuentan con Cruz Roja, y eso es una garantía de que siempre vamos a estar con las personas, y que ese trabajo se va a realizar bien. Funcionamos muy bien, funcionan las sinergias con un montón de entidades que trabajan de forma diferentes, somos capaces de gestionar grandes dispositivos, etc. Y todo ese trabajo se ve.
María, sobre todo para ti, cómo le llega a le gente joven la labor de nuestra entidad y esta humanidad?
María. Principalmente recibo sorpresa. La juventud siempre se sorprende de ciertas cosas que se hacen en Cruz Roja como, por ejemplo, todos los dispositivos que tenemos: «¿De verdad hacéis todo esto?» me preguntan. Cruz Roja es un símbolo muy grande y todo el mundo conoce lo que es, pero siempre que cuentas lo que has hecho es sorpresa, y para mí es un sentimiento de orgullo hacia la entidad. Hay un agradecimiento por parte de mis amigos por todo lo que hacemos e incluso, se sienten con ganas de ayudar a esas personas.
En un día tan señalado como es el 8 de mayo, Día Mundial de la Cruz Roja, ¿qué puedes decirle al mundo de lo que significa para ti colaborar en una entidad como esta? ¿Qué sentimiento te provoca pertenecer a Cruz Roja?
María. Yo creo que es un sentimiento muy amplio porque son muchas emociones. Primero, es un sentimiento de unidad y de equipo, trabajas con gente que conoces en diferentes sitios, de todas las edades. Yo llevo desde los 17 años, llevo ya seis años aquí y he estado en muchos dispositivos y proyectos. Y siempre encuentras la misma sensación de unidad y pertenencia. Es muy difícil encontrar eso. La gente suele ser más perezosa en la sociedad actual y no le suele gustar tanto la unidad, ni ese sentimiento de esfuerzo común.
Julián. Yo lo defino con una frase: “No sé si el voluntario se ha comido a la persona o la persona se ha comido al voluntario”. Yo ya no diferencio, se me ha mezclado mi vida como voluntario y mi vida personal y ha cambiado la percepción de mi vida desde hace 21 años que llevo como voluntario.
Geni. Yo llevo siete años, pero es un constante aprendizaje. Para mi es un crecimiento, es salir de la zona de confort. Yo nunca me imaginé que haría cosas que he hecho dentro del voluntariado ya que no me hubiera sentido capaz de hacer ciertas cosas en otra circunstancia.
Martín. Aquí únicamente se suma. Durante mis cinco años que llevo como voluntario, he recibido más de lo que he dado… estoy seguro de ello.
Leida. Yo en mi mes y poco de voluntariado, he crecido muchísimo. He solucionado cosas que yo en mi vida pensé que podría solucionar, me siento útil, realizada y disfruto mucho haciéndolo.
Cuando te enfundas el chaleco, ¿Qué palabra define esa emoción que sientes?
Julián. Lo resumo con una frase: ¿Problemas?, vamos a ayudar.
Martin. Satisfacción personal, te olvidas de tus problemas personales, de tus inconvenientes y te pones a trabajar con los que lo necesitan.
Geni. Para mi es un “Allá vamos”, te pones el traje de superheroína. Te refuerza, te da energía y te protege.
Leida. Para mi, SOS: Ayuda que necesitan los demás. Pero el chaleco hay que saber llevarlo, sentirlo dentro. Si no hay vocación no puedes ayudar.
María. Yo añadiría la humanidad. Somos humanos y es la humanidad lo que hace que ayudemos a otras personas. Vas con esa fuerza para que, emocionalmente, puedas con cualquier suceso.