Hoy, 15 noviembre se conmemora el “Día mundial sin alcohol”, con el objetivo de concienciar a las personas sobre los daños físicos y psicológicos que produce en nuestro organismo el consumo de esta sustancia.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,3% de todas las defunciones. Concretamente en el grupo de edad de 20 a 39 años, un 13,5% de las defunciones son atribuibles al consumo de alcohol.
Además, existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una serie de trastornos mentales y comportamentales, enfermedades no transmisibles y traumatismos, y recientemente se han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la incidencia de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el VIH.
Sin embargo, más allá de las consecuencias sanitarias, debemos tener en cuenta que el consumo nocivo de alcohol provoca pérdidas sociales y económicas importantes, y pone en riesgo tanto para a las personas que lo consumen como a su entorno. Desde Cruz Roja Juventud y desde el Centro de Tratamiento de Drogodependencia de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid se trabaja activamente en la ayuda y prevención en esta materia.
¡No te pierdas hoy a las 12, el directo de CRJ con Gregorio, médico de Cruz Roja sobre el uso responsable del alcohol en jóvenes! (Más info al final de la noticia)
Yolanda y Emilio, las historias personales de dos personas usuarias del programa de Desintoxicación del área de Salud
Yolanda, una usuaria de programa de desintoxicación de Cruz Roja: «Durante mucho tiempo pensaba que consumía lo normal, porque me relacionaba con gente que consumía lo mismo que yo».
Conoce toda su historia:
También hemos hablado con Emilio, un usuario del programa de desintoxicación de Cruz Roja.
¿Cómo comenzaste a consumir?
Empecé a consumir muy joven. Tenía asociadas muchas conductas rutinarias con el consumo de alcohol, por ejemplo, bajar a esperar a mi padre en el bar y tomarme un corto-clara. El entorno en el que vivía también favoreció que con el alcohol se fuesen mezclando otro tipo de sustancias estupefacientes.
¿Cómo llegaste a Cruz Roja?
Un amigo me recomendó que fuese a Cruz Roja, pero yo al principio era reacio, ya que creía que no me iban a atender porque tenía la idea de que solo atienden a personas migrantes, que yo siendo español, teniendo familia aquí y habiendo vivido toda la vida en Madrid no iba a tener cabida. Pero me equivocaba. Comencé yendo al centro de día de la Cruz Roja y a un CAD del ayuntamiento, pero en este último no me sentía cómodo y quería dejarlo. María José, la trabajadora social de Cruz Roja me ayudó a hacer este cambio, me asesoró dándome apoyo.
En el peor momento, yo tenía ganas de quitarme del medio, de acabar con mi vida para así dejar de hacer sufrir a mi familia. Sin embargo, nunca fui capaz de hacerlo, de lanzarme por el viaducto, por lo que tomé la decisión de ir matándome lentamente. Aumenté mi consumo de alcohol, si de normal consumía 20 latas, lo dupliqué. Con estos excesos terminé derivado a un psiquiátrico, donde estuve 30 días y me dijeron que tenía delirios, y yo no me lo creí. No fue hasta que un día empecé a hablar, a decir palabras sin sentido que no estaba pensando, pero el punto de inflexión fue al día siguiente, cuando yo vivía en la calle y de pronto recordé que había gente que siempre me ayudaba, la Cruz Roja, pero no reconocía a la persona que me ayudaba, no me venía a la mente su nombre. En ese momento decidí recoger mis cosas y fui a Cruz Roja para añadir al programa de desintoxicación, en el cual no quería unirme porque me parecía perder el tiempo, pero me di cuenta de que, aunque estuviese un año en el programa iba a volver a recuperar las riendas de mi vida y a estar físicamente mejor.
¿Por qué fases has pasado? ¿En qué fase estás ahora mismo?
Actualmente estoy en la cuarta fase. Empecé a darme cuenta de que mi consumo venía de antes, y empecé a sumar y llevaba 45 años de consumo. En estos dos años lo que he aprendido es que como no alcance la sobriedad a mi no me lleva a ningún sitio. Yo creía que el alcohol te podía lleva a una adicción, a perder la cabeza. Al principio las resacas me duraban 15 días, luego 30.
La primera fase fue muy dura, con talleres cognitivos, charlas con la psicóloga. Luego me mandaron a la siguiente fase que era apoyo al tratamiento, que en ese momento yo decía ¿Qué hago aquí? Porque te hacen un programa de ahorro. La siguiente fase fue reinserción, donde estuve otros 18 meses, decidiendo si me quedaba o me iba, con la maleta preparada. Pero me quedé y aquí estoy hoy gracias a eso.
¿Qué consejo o palabras te habría gustado escuchar para animarte a dar el paso y ponerle una solución a tu situación?
A mi siempre me habían dicho “Ten cuidado que te estás metiendo en una…” pero vas afianzándote, primero el fin de la semana, luego entre semana, luego todos los días y luego a todas horas. Y daba igual lo que me dijesen porque estaba tan metido en esa dinámica, que al final no escuchas a la gente que tienes a tu alrededor.
¿Qué mensaje les darías a los jóvenes?
Lo que he visto en los jóvenes, cuando trabajaba en un colegio mayor de chicos, es que los jóvenes de entre 16 -20 años, como se metan en alcohol les costará salir. En ese momento, cuanto te gusta una chica, ves a los chicos que están abstraídos y si tiene un problema con esa chica, lo que hacen es el domingo se emborrachan para olvidarla, al domingo siguiente siguen acordándose de esa chica y se vuelven a emborrachar. Eso es lo que veo que puede ser un problema. Porque el alcohol no te va a hacer olvidarla, ni te va a borrar el problema. Cuando se te pasa seguirá estando ahí.
Algunos consejos relacionados con el consumo de alcohol:
No te pierdas, además, el directo de Cruz Roja Juventud con Gregorio Martín, hoy lunes 15 de noviembre a las 12 horas, para concienciar sobre el consumo del alcohol en jóvenes.
Gregorio Martín Carmona, médico titulado por la UCM, cuenta también con formación en adicciones y alcoholismo. Fue docente en el máster de adicciones de la IUD. Ha estado vinculado a Cruz Roja desde 1978 en el área de formación y en 1983 fue responsable del primer Centro de Adicciones de Madrid. Su trayectoria continúa pasando a ser coordinador del centro Fúcar y posteriormente del centro Dr. Santero. Terminó jubilándose como director adjunto de salud de Cruz Roja en 2016. Desde esa fecha se ha mantenido vinculado a la institución como voluntario.
Puedes acceder a la charla a través de este enlace:
