Cruz Roja lleva tiempo favoreciendo nuevas formas de voluntariado, ofreciendo nuevas posibilidades de pertenecer a un equipo de personas que desprenden compromiso, escucha y acompañamiento. Apostar por un voluntariado joven que se pueda incorporar a partir de los 12 años; el voluntariado espontáneo, el voluntariado digital; el voluntariado universitario o el voluntariado familiar son algunas de las vías por las que la Organización está apostando para potenciar y facilitar esta forma de solidaridad.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de los beneficios de hacer voluntariado y lo bien que sienta ser solidaria/o.
Ser solidario es más que realizar un acto altruista: nos aporta grandes valores y nos forma como personas. Acciones solidarias como el voluntariado tienen grandes beneficios en la salud emocional que mejoran la autoestima, fomentan la positividad y ayudan a desarrollar las habilidades sociales.
En la sociología, solidaridad se refiere al sentimiento y la actitud de unidad basado en metas o intereses comunes. Implica ayudar sin recibir nada a cambio y ofrecer un apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles.
Además de ayudar a otros, ser solidario también nos hace sentir mejor a nosotros mismos e implica beneficios importantes para la salud mental y el bienestar emocional, ya que gran parte de nuestra felicidad, al ser seres sociales, depende de estar con los otros, de compartir:
- Mejora la autoestima y fomenta la positividad.
- Desarrolla las habilidades sociales y facilita la integración.
- Ayuda a relativizar los problemas y reduce los miedos y las inseguridades.
- Permite adquirir y compartir nuevos conocimientos y habilidades.
- La solidaridad está en manos de todas y todos.
