En el corazón del Programa de Salud y Medio Ambiente de Cruz Roja, un grupo de personas voluntarias está marcando una diferencia significativa en la vida de las y los más pequeños en Alcalá de Henares. Pilar, con casi 20 años de experiencia en el voluntariado, Marifé, quien se unió el año pasado, y Arantxa, la técnica del programa de Salud y Medio Ambiente de la asamblea del Corredor Norte desde 2008, junto con Juan Antonio Navarro, que es el referente de Salud, Consuelo Gutiérrez y Mercedes Rodriguez, conforman un equipo comprometido con la educación lúdica y la promoción de hábitos saludables.
Los guiñoles trabajan la promoción de hábitos saludables y conductas respetuosas con el planeta en centros de educación infantil y primaria y utilizan una metodología lúdica para fomentar la adquisición de dichos hábitos entre los/as más pequeños/as. Para ello, acuden a los centros educativos donde les piden que las marionetas acudan a todas las clases del colegio para conocer a su alumnado, trabajando la importancia de la higiene personal, bucodental, la alimentación saludable y el consumo responsable.
En esta entrevista, Marifé, Pilar y Arantxa en representación del equipo, exploran cómo surgió la innovadora idea de utilizar guiñoles para enseñar a los niños sobre higiene personal, medio ambiente y alimentación. El equipo revela cómo su labor ha evolucionado desde la creación de marionetas hasta la implementación de representaciones en diversos centros educativos y pueblos y, además, las personas voluntarias comparten detalles sobre la formación del equipo, los desafíos enfrentados y el impacto positivo que sus actividades han tenido en los niños y en la comunidad educativa. Por supuesto, no nos podíamos olvidar de la visión personal y de la satisfacción que les proporciona esta labor, así como el valor que aporta a su vida y a la de los demás.
En definitiva, una entrevista con una perspectiva sobre cómo la pasión y el compromiso de Cruz Roja transforman el aprendizaje en una experiencia atractiva y significativa para los niños, al mismo tiempo que fortalecen el sentido de comunidad y cooperación entre ellos.
¿Cómo surge esta idea? ¿Por qué?
Arantxa.- El programa de Salud comenzó aquí en 2008 y fue el primer programa de Salud que tuvo una asamblea local, lo que trajo ciertas dificultades. No contábamos con un voluntariado muy formado en el área sanitaria, y aunque veíamos que se podían hacer muchas cosas, el equipo se sentía poco capacitado para abordar ciertos temas. Entonces, se nos ocurrió realizar una actividad sencilla que no requiriera conocimientos sanitarios profundos, pero que pudiera llegar a un gran número de personas, especialmente a la población infantil. Queríamos promover hábitos saludables desde la infancia, para que no se viera como algo que se deba cambiar más adelante, sino como algo que se entienda y practique desde el principio. Así surgió la idea de hacer algo sencillo. Inicialmente, pensé en hacer teatro, pero el equipo me sugirió que no, que eso implicaba demasiada exposición. Entonces, decidimos utilizar guiñoles como una manera de lograr lo mismo, pero estando detrás de escena.
«Inicialmente, pensé en hacer teatro, pero el equipo me sugirió que no, que eso implicaba demasiada exposición. Entonces, decidimos utilizar guiñoles como una manera de lograr lo mismo, pero estando detrás de escena.»
¿Cómo se forma el equipo de personas voluntarias y cómo lográis poneros de acuerdo para llevar a cabo esta manera diferente de educar a los niños y niñas?
Pilar.- Creo que no fue algo planeado, no dijimos «vamos a hacer esto»; simplemente surgió. Nos pareció una idea entretenida para que los niños aprendieran jugando, ya que les encantan las marionetas. Y poco a poco, fue tomando forma. Primero éramos unos pocos, y luego se fueron uniendo más personas, como Marifé, que se sumó hace un año. A todo el mundo le gusta, y la verdad es que está teniendo muchísimo éxito.
Así comenzamos, y hemos seguido adelante. Al principio, empezamos con temas de higiene personal, luego pasamos a higiene bucal, medio ambiente, alimentación, y así han ido surgiendo más talleres. Todo con el objetivo de mostrar a los niños una forma diferente de aprender. Además, contamos con nuestra técnica, que es quien inventa los cuentos, y lo hace de maravilla. Nosotros simplemente ponemos lo mejor de nosotros para llevarlo a cabo.
Arantxa .- Al principio la idea surgió del teatro. He hecho teatro durante mucho tiempo, especialmente para niños, y me parecía una forma muy interesante de educar. Decidimos utilizar guiñoles como una manera de lograr lo mismo, pero estando detrás de escena. Hace ya tantos años que creamos el equipo de guiñoles, que casi no lo recordamos. Fuimos sumando a voluntarios de diferentes proyectos, planteando la actividad, y así nació todo.
El primer cuento, que trata sobre la higiene personal, lo sacamos de un libro de teatro educativo y lo adaptamos para hacerlo en guiñol. Pilar es excelente en costura, así que se encargó de crear las marionetas, las cabezas de las marionetas de guantes y todo eso. Intentamos copiarlas de algunas que compramos, pensando en cómo podíamos hacerlas, y todo el equipo participó. Toda la parte de costura siempre ha sido de Pilar: las cortinas del guiñol, la estructura, todo. Luego, nos dimos cuenta de que podíamos seguir trabajando en otras áreas. A mí siempre me ha gustado escribir historias, así que empecé a desarrollar nuevas obras. Cuando surgió la idea de trabajar en temas de medio ambiente, decidimos que, si habíamos hecho algo similar en salud, también podíamos hacerlo en medio ambiente. Escribí una obra sobre eso, y luego ellas la pusieron en marcha, ajustando lo que fuera necesario. Si algo no funcionaba, o si los niños no se reían, lo cambiábamos. Es un trabajo en equipo, siempre en movimiento.
Marifé.- No siempre es igual con los niños. Según vemos que tienen ganas de participar, les animamos a involucrarse más. Si están más tranquilos, respetamos esa calma, pero si están más participativos, les damos más protagonismo. Todo depende del ambiente del día, del tiempo que tienen en el colegio y de cómo se están comportando. Lo que es seguro es que les encantan los guiñoles y participar en ellos. Se lo pasan genial, y claro, cuando vemos que ellos se divierten tanto, nosotros también nos venimos arriba.
«les encantan los guiñoles y participar en ellos. Se lo pasan genial, y claro, cuando vemos que ellos se divierten tanto, nosotros también nos venimos arriba»
¿A qué tipo de público os dirigís?
Arantxa.- Los guiñoles están dirigidos principalmente a los niños de infantil y a los primeros cursos de primaria, hasta segundo o tercero, dependiendo de la temática. Las obras sobre higiene personal e higiene bucodental son para los más pequeñitos, ya que en esas edades es fundamental empezar con lo más básico. En cambio, las de alimentación y consumo responsable están más orientadas a niños de segundo o tercero de primaria.
También tenemos un cuentacuentos de salud emocional, que está dirigido a los más pequeños. Así que, según la edad de los niños, vamos introduciendo conceptos más amplios, y las historias se vuelven más complejas y largas. Por ejemplo, la historia de higiene personal es muy básica; es una historia de una princesa. En cambio, la de consumo responsable es sobre unos detectives en la ciudad, y la de alimentación se desarrolla en un planeta imaginario. Es importante ir adaptándonos al proceso evolutivo de los niños para que las historias les resulten accesibles y atractivas.
Marifé.- Además, está muy bien logrado porque Arantxa se ha esforzado en crear una historia que incluye los principales monumentos de Alcalá. De esta manera, los niños un poco más mayores tienen que investigar y adivinar pistas que se encuentran en lugares emblemáticos de la ciudad. Esto no solo les divierte, sino que también les ayuda a conocer mejor su entorno local mientras aprenden.
¿Tenéis luego contacto con los padres o profesores del alumnado?
Arantxa.- Mantenemos un contacto constante con los equipos directivos de los centros, con quienes coordinamos nuestras actividades. Ellos siempre valoran muy positivamente nuestro trabajo porque apoyamos la labor educativa que se realiza en las aulas. Les contamos a los/as niños/as cosas que están relacionadas con lo que ven en su día a día, pero de una forma distinta y con una metodología más divertida, lo que siempre les atrae más. Al final, el reconocimiento que recibimos se refleja en que los centros nos llamen año tras año para que volvamos al colegio y continuemos con nuestras actividades.
¿Cuántas representaciones habéis hecho durante este 2024?
Arantxa.- En este curso escolar hemos llevado a cabo unas 18 representaciones.
Pilar.- Hemos visitado algunos pueblos también, aunque la lista va creciendo poco a poco. Sin embargo, debido a la gran cantidad de colegios en la zona y el número limitado de voluntarios, la disponibilidad de tiempo es un factor determinante. Esto depende tanto del tiempo que nosotros, los voluntarios, podamos dedicar como del espacio que los colegios puedan ofrecernos en su agenda. Las sesiones suelen durar alrededor de una hora y media. Después de la representación, interactuamos con los niños, realizamos un pequeño juego y les hacemos preguntas para asegurarnos de que han comprendido lo que hemos estado enseñando.
Arantxa.- El reto que enfrentamos a veces radica en lo que también es nuestra mayor fortaleza: esto no es una actividad individual. No se trata simplemente de que un voluntario, con su disponibilidad, se presente y realice la tarea, sino que somos un equipo que trabaja en conjunto. La representación no puede llevarse a cabo sin todo el equipo. Dependiendo de la obra, el guiñol requiere de dos o tres personas, además del narrador que está fuera y quien controla los efectos especiales, como la música y otros elementos. Por lo tanto, necesitamos encontrar un día en el que todo el equipo esté disponible, lo cual no es siempre fácil, ya que muchos voluntarios también participan en otras actividades y proyectos. A veces, reunir a todo el equipo no es tan sencillo como que un solo voluntario realice una actividad, pero, aun así, creo que 18 representaciones este año no está nada mal.
«somos un equipo que trabaja en conjunto. La representación no puede llevarse a cabo sin todo el equipo.»
Si tuvierais que quedaros con alguna anécdota de estas representaciones, ¿cuál sería?
Marifé.- Lo más gratificante es cuando, al finalizar la actividad, algunos niños vienen a abrazarte, tan contentos que no quieren irse sin mostrarte su cariño. Es un gesto muy bonito.
Pilar.- También les encantan las marionetas, y cuando terminamos y salimos con ellas, todos quieren tocarlas y cogerlas. Se emocionan mucho, abrazan todo y nos hacen muchas preguntas. Es maravilloso ver la ilusión en sus caras y lo contentos que se quedan. Son tan cariñosos con nosotras que la experiencia se vuelve realmente especial. La verdad es que es una experiencia muy bonita, y los niños son muy agradecidos.
Arantxa.- Cuando empezamos, yo estaba detrás de escena y, claro, es como dicen ellas: la ilusión con la que los niños reciben la actividad es genial. Sin embargo, en los últimos años, me he dedicado más a la coordinación y gestión, y hace tiempo que no me pongo en el escenario. Además, fue la primera actividad que se puso en marcha dentro del programa de salud, y también la primera actividad de salud a nivel local en la Comunidad de Madrid. No había nada similar antes.
¿Cómo han evolucionado las marionetas desde entonces?
Pilar.- Algunas marionetas han cambiado con el tiempo. Antes eran de una forma, y ahora las hemos modificado un poco. Sin embargo, la mayoría se mantienen igual para los cuentos que ya tenemos. De vez en cuando, les cambiamos la ropa o los arreglamos de otra manera, pero los personajes en sí siguen siendo los mismos. Eso sí, con el uso se estropean, así que volvemos a hacerles los trajes cuando es necesario.
¿Qué os hace sentir a nivel personal?
Pilar.- Al principio, la verdad es que lo pasé fatal porque me daba muchísima vergüenza. Pensaba que no sería capaz, que no podría hacerlo. Me costó mucho animarme a participar y meterme de lleno en la actividad. Pero ahora, estoy encantada. Todo el esfuerzo y los nervios valen la pena cuando ves a los niños reír, disfrutar y mostrarte su cariño. Es una gran satisfacción personal, saber que algo que al principio me parecía imposible, ahora me llena de alegría y orgullo.
Marifé.- Desde el primer día que vi el teatrillo, me encantó. Me pareció original, chulo y muy bonito. Lo disfruto muchísimo. Escuchar los comentarios de los niños desde detrás del escenario y ver sus caras de asombro y alegría me da una gran satisfacción. Es una experiencia realmente gratificante.
«Escuchar los comentarios de los niños desde detrás del escenario y ver sus caras de asombro y alegría me da una gran satisfacción.»
Pilar.- Al principio, no nos atrevíamos a ir sin la guía de Arantxa. Nos costó mucho porque ella siempre venía con nosotros, y eso nos daba tranquilidad, sabiendo que todo iba a salir bien. Cuando empezó a decirnos que ya no iba a venir y que teníamos que ir solos, nos dio un poco de miedo. Pensábamos que lo íbamos a hacer mal y que no iba a salir bien. Sin embargo, ahora ya vamos solos con confianza y hemos aprendido a manejar la situación por nosotros mismos.
Arantxa.- Lo que quiero destacar es que, al final, el trabajo en equipo es fundamental. Es cierto que la principal motivación es ver las caras felices de los niños, pero también es importante reconocer el esfuerzo y la dedicación del equipo. Recuerdo cuando estaba afuera y veía las reacciones de los niños, pero lo más importante es el esfuerzo que ha hecho el equipo para que todo esto siga adelante. Al principio, les costó sentirse seguros y convencidos de sus habilidades, aunque yo siempre supe que iban a hacerlo muy bien.
Marifé.- También es muy bonito contar con el apoyo de las compañeras. Si no fuera por ellas, no habría sido tan fácil integrarme. Empecé el año pasado y al principio me dejé aconsejar por ellas, lo que hizo que me apeteciera mucho participar en el guiñol. El ambiente y el compañerismo que tenemos son lo que realmente hace que todo valga la pena. Con el tiempo, ya nos conocemos bien y hemos formado un verdadero equipo.
Todo esto se traslada en un sentimiento de compañerismo, ¿no?
Marifé.- La verdad es que ahora que tenía tiempo y quería hacer algo más allá de mi vida cotidiana, me he enganchado completamente. No solo me beneficia mentalmente, sino que también es muy gratificante trabajar con gente que no conocía previamente, y hacerlo en un contexto tan positivo como es el de Cruz Roja. Además, estar con niños y contribuir a una causa tan hermosa me llena de orgullo. Hacer voluntariado en un lugar como Cruz Roja es una experiencia muy enriquecedora.
Arantxa.- Como técnica, siempre he considerado fundamental la creación de equipo. Empecé como voluntaria hace muchos años, y para mí, el sentimiento de pertenencia y la colaboración entre los miembros del equipo son cruciales. Aunque estas personas sean voluntarias en los guiñoles, también participamos en ferias de salud y en diversas actividades. El trabajo en equipo, el sentido de colaboración y el apoyo mutuo enriquecen el voluntariado y fortalecen la institución. Para mí, es prioritario que trabajemos juntos, sin importar si estamos en el proyecto de salud, medio ambiente u otro. Somos un equipo que se apoya mutuamente, y eso se refleja en cómo nos ayudamos y cómo nos sentimos a gusto trabajando juntos. Es especialmente gratificante ver que, a lo largo de los años, voluntarios como Pilar, Mercedes, Consuelo y Juan Antonio han permanecido con nosotros desde prácticamente 2008, y que los nuevos voluntarios también se integran bien y se sienten parte del equipo. Esto, para mí, como técnico, es lo más importante.
¿Qué aporta esta nueva metodología, enfocada más en lo lúdico, a los niños?
Arantxa.- Desde una perspectiva teórica, cualquier proceso mental que esté vinculado a una emoción tiende a dejar una huella más duradera. En nuestro caso, partimos del entusiasmo y la satisfacción de los niños/as. Cuando la experiencia es emocionalmente positiva y divertida, es más probable que los niños recuerden la obra y el mensaje que intentamos transmitir. Aunque es crucial mantener esta continuidad con el apoyo de las familias, los equipos educativos y los centros, la actitud positiva hacia hábitos saludables y conductas respetuosas ya está instaurada porque la experiencia fue vivida emocionalmente.
Además, es importante que los niños se lleven recuerdos a casa, que puedan hablar sobre ellos con sus familias, lo cual ayuda a involucrar a las familias en el proceso y a seguir trabajando con los centros educativos. De esta manera, no solo recordarán la experiencia positiva con Cruz Roja, sino que también contribuirán a una educación más integrada y continua.
Pilar.- Aunque la profesora pueda decirles que deben lavarse los dientes, los niños tienden a recordar mejor los mensajes cuando los ven representados de manera lúdica y atractiva. Por lo tanto, estos elementos visuales y emocionales contribuyen a que los mensajes de higiene y otros hábitos saludables se queden más arraigados en su memoria.
Marifé.- Además, como institución, Cruz Roja representa algo positivo para ellos. Todo lo que relacionan con Cruz Roja lo asocian con algo bueno y de confianza. Cuando escuchan el nombre Cruz Roja, ya tienen una percepción favorable y esperan que lo que traemos también sea algo positivo.
«Cuando escuchan el nombre Cruz Roja, ya tienen una percepción favorable y esperan que lo que traemos también sea algo positivo.»
¿Qué significa para vosotras pertenecer a Cruz Roja?
Pilar.- Puedes imaginarte que ha sido una experiencia muy positiva, ya que llevo 20 años en Cruz Roja. Siempre me ha parecido muy gratificante ayudar a los demás. Empecé en el programa de mayores porque pensaba que en el área de salud solo se podía contribuir si eras enfermera o algo similar. Sin embargo, Arantxa me convenció de que no era necesario ser enfermera para aportar en otros aspectos. Así que, aunque inicialmente me encantaba trabajar con mayores, sentí la necesidad de diversificar mis actividades. Arantxa me animó a probar en el área de salud, y me dijo que, si no me sentía útil, no pasaba nada. Así que empecé en salud y estoy encantada. Para mí, es una maravilla y una gran satisfacción. Lo que recibo de los mayores y de los niños es mucho más de lo que yo puedo dar.
Marifé.- Para mí, es una gran satisfacción dedicar un momento de tu tiempo a una causa que beneficia a otros. Es algo que no solo impacta a nivel personal, sino que también tiene un valor para la comunidad. Además, es bastante accesible, ya que Cruz Roja facilita la participación en diversas actividades. Yo comencé en un área diferente, en algo deportivo, y al final me encontré trabajando con niños/as, que es lo que realmente me apasiona. Lo mejor es que no estás limitado a una sola función; puedes explorar diferentes áreas y encontrar lo que más te gusta. La flexibilidad en el voluntariado de Cruz Roja es una ventaja significativa, ya que te permite moverte entre distintas actividades sin estar atado a un puesto fijo. Esto hace que hacer voluntariado sea una experiencia enriquecedora y accesible.
Arantxa.- Para mí, Cruz Roja son ellos y ellas. Sin su dedicación y esfuerzo, nada de lo que hacemos sería posible. Comencé como voluntaria y he dedicado toda mi vida laboral a Cruz Roja. Si no fuera por el equipo de voluntariado y por todas las personas que entregan su tiempo y energía, yo no estaría aquí. Lo que realmente me motiva es el sentimiento de equipo y saber que estamos contribuyendo a algo más grande, algo que beneficia a los demás. Aunque disfruto mucho de mi labor profesional, es la colaboración y el apoyo de mis compañeros lo que realmente hace que el trabajo sea especial. No podría dejarles solos; siempre hay un equipo, y eso es lo que lo hace tan gratificante.
En esta noticia hablamos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3,4 y 5 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.