Durante los meses de octubre y noviembre, desde el departamento Económico – Financiero han realizado varias visitas a la Cañada Real con el objetivo de conocer la realidad de los 6 sectores y ver in situ la labor que desarrollan los/as compañeros/as de actividad en el punto de atención de Cañada Real.
En cada visita, un grupo diferente de compañeros/as del departamento salieron desde la oficina de zona Sur de la calle Rafael Fernández Hijicos en uno de los vehículos oficiales de Cruz Roja con destino Cañada Real. Gonzalo Herrera, Coordinador de proyectos en el punto de atención de Cañada Real, acompañó a los grupos.
Durante el inicio de las visitas, Gonzalo les puso en situación con el contexto que se vive en Cañada Real, explicando la división por sectores, el número de personas/familias y los problemas a los que se enfrentan en su día a día quienes viven allí, el proceso de desalojo, los diferentes símbolos y su significado, como, por ejemplo, qué hace un bidón en la puerta de una casa o el significado de las chimeneas.
También tuvieron la oportunidad de ver el autocar de los compañeros y compañeras del proyecto Centro de Día Infantil (CDI), el cual iba recorriendo la única calzada asfaltada que tienen y parando en los domicilios para dejar a los niños y niñas que volvían del colegio.
Junto a Gonzalo, continuaron recorriendo todos los sectores y observando todos sus contrastes hasta llegar al punto de atención que tiene Cruz Roja junto a otras organizaciones, donde trabajan nuestros compañeros y compañeras.
Estos son los testimonios de nuestros/as compañeros/as de Económico – Financiero tras sus visitas:
Jesús Lucas: “A nivel personal, la visita ha cambiado mi visión. Ahora tengo una idea más real, más humana y menos estigmatizada. A nivel laboral, impresionado con el trabajo que realizan los compañeros y compañeras del proyecto Centro de Día Infantil.”
Dolores Sánchez: “Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Ver de cerca la situación que comparten nuestros/as compañeros/as en su día a día y las dificultades con las que lidian, es muy de valorar y agradecer. Además, entender la situación tan complicada en Cañada Real y las diferentes zonas nos da una visión muy completa.”
Rodrigo Luna: “Al principio, iba con el estereotipo de lugar peligroso. Sin embargo, una vez allí te das cuenta de la realidad, de las necesidades que tiene la gente. Nuestros/as compañeros/as realizan una labor excelente al poder conectar con las personas y que hacer que estas se sientan en confianza con ellos/as para contarles sus diferentes situaciones. Ha sido una experiencia muy significativa.”
Javier Ramos: «Fue una experiencia muy buena, es asombroso el trabajo que realizan las y los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja con los niños y niñas de la Cañada Real, reforzando sus capacidades y conocimientos en materia de estudio para que puedan tener más oportunidades en el futuro. También es muy bonito ver la cercanía, la humanidad y la confianza que existe entre las personas de Cruz Roja y las personas que viven en la Cañada Real, fueron muchísimas las paradas que realizamos desde la sede de la zona sur hasta la fábrica para hablar y escuchar a todas las personas que lo solicitaban.»
Enrique Jiménez: “Partiendo de la base de que la marginalidad existe, y que está más cerca de nosotros de lo que miramos y pensamos, sería absolutamente imposible eliminarla o paliarla sin la labor que de forma coordinada realizan nuestros/as compañeros/as. Por tanto, más que enriquecedora la experiencia de poder visualizar ambas cosas.”
Esther López-Quesada: “Admiración, agradecimiento y orgullo serían las 3 palabras con las que definiría la visita a Cañada Real. Admiración, tanto a las personas que viven en Cañada Real por mantener una sonrisa aún en las duras condiciones en las que viven, como por los compañeros y compañeras de Cruz Roja que desarrollan su labor diaria ahí (Marta, Laura, Maria Ángeles, Jesús, Puri, Alejandro…). Agradecimiento, a nuestro guía y compañero Gonzalo, por transmitirnos con tanta pasión la labor que desarrollan en Cañada (cuando las personas creen en lo que hacen, sobran las palabras). Orgullo, de sentir que mi trabajo tiene un sentido/objetivo/razón;»
Inma Añover: “Ha sido una experiencia brutal, y muy recomendable acercarse a la actividad para conocer de primera mano, en el terreno, la muy complicada realidad de las personas y el trabajo que allí se realiza. Somos unos/as privilegiados/as y no nos damos cuenta. A nivel personal, he sentido mucho orgullo como miembro de Cruz Roja al ver como nuestros compañeros/as y voluntarios/as de zona Sur en “La Fábrica” hacen lo posible y lo imposible por estar cada día más cerca de aquellos que más lo necesitan, abarcando una atención 360, con todas las dificultades y particularidades que ello implica en un entorno como este. Igualmente, es admirable la humanidad, la dedicación y la profesionalidad que ponen en todo lo que hacen y en cada una de las personas a las que atienden y, sobre todo, es impresionante el trato, la confianza, el cariño y el respeto con el que “La Cañada” trata a Cruz Roja”.
