El proyecto del Juguete educativo de Cruz Roja Juventud está de enhorabuena por los grandes datos que ha registrado en este inicio de 2021, consolidando la actividad realizada en el primer semestre que ha comenzado con más fuerza que nunca.
Hasta el momento se han entregado 3.527 juguetes a 3.189 menores, habiendo facilitado 500 juguetes más a menores en dificultad social, atendidos desde otras entidades. Las entregas se han realizado con juguetes de donaciones de otras campañas, de esta campaña y juguetes comprados con donaciones privadas de empresas.
Desirée Cervera, Técnica autonómica de proyectos de Intervención e inclusión social de CRJ, está orgullosa del rendimiento del equipo en la actividad. «El objetivo general de participantes para 2021 ya lo hemos superado. Es cierto que hemos entregado juguetes a más de 500 niños a raíz de las donaciones a dos entidades. Que hayamos realizado estas entregas y además hayamos tenido la capacidad de entregar más de 3.500 juguetes, es algo brutal».
Además se está potenciando la parte de sensibilización, duplicando el número de sensibilizaciones con respecto a 2020. Se han celebrado hasta el momento 41 sesiones en las que se ha atendido a 518 menores y 40 charlas con 599 personas adultas.
Para hacer frente a las dificultades impuestas por el COVID-19, se han entregado a las familias tarjetas regalo de DIDECO para que tengan la opción de escoger el juguete mas acorde a las necesidades del menor. «Estas tarjetas han incentivado la autonomía de las familias a la hora de elegir el juguete. Hasta 2020 se entregaba, pero la coordinación con la familia era baja. Para solucionar esto, hemos aprovechado el aumento de las donaciones económicas y el convenio que mantenemos con DIDECO para fomentar su independencia en la elección. En el caso de que la asamblea no tenga cerca una tienda DIDECO, se realiza una intervención a nivel individual con la familia para elegir el juguete a través de un catálogo», explica Desirée.
A pesar de haber cumplido con creces los objetivos en este inicio de año, el equipo no baja el ritmo y siguen persiguiendo objetivos concretos. «Queremos seguir cubriendo todas las sensibilizaciones que hemos planteado, aprovechando para hacer hincapié en los días mundiales como DM de la Familia, DM del Juego… Además queremos hacer una mayor dinamización con recursos que se puedan compartir a través de las redes sociales, también de potenciar el conocimiento del proyecto con dinámicas para el personal laboral», continúa Desirée.
2020: Un año año clave para la consolidación del proyecto
Con el inicio de la pandemia, se comenzaron a organizar las entregas de los juguetes físicos que estaban almacenados. Posteriormente se modificó el sistema de entregas y donaciones, por cuestiones logísticas y sanitarias, fomentándose la donación económica para no tener que desinfectar los juguetes.
Desirée valora positivamente el crecimiento, adaptación y la rapidez de actuación para entregar juguetes durante el confinamiento en 2020: «Desde el primer momento consideramos que la entrega de juguetes era esencial, puesto que estando los niños y las niñas encerrados en sus domicilios, había que valorar la importancia de tener esta herramienta de desarrollo educativo. Se entregaron más de 900 juguetes durante el confinamiento»
La metodología ha cambiado también en 2020 a raíz de la pandemia, ya que estas sensibilizaciones se hacían anteriormente de manera presencial en las sedes de las asambleas. A final de año, s han podido hacer presenciales cuando las restricciones lo han permitido, con grupos adaptados y reducidos.
Uno de los cambios más importantes que resalta Desirée, ha sido la digitalización del proyecto. «Es verdad que desde el proyecto no podíamos medir la capacidad de brecha digital que sufren las familias, con lo que ha habido algunas limitaciones a la hora de llegar a todas las personas que recibieron juguete. A pesar de eso, no hemos creado reuniones en streaming, formaciones, vídeos, infografías, códigos QR, para que la familia tuviese acceso a una información mediante el uso de la tecnología. «.
Otra novedad ha sido hacer una sensibilización a las familias previa a la entrega de tarjetas y elección del juguete. De esta manera, conocen los objetivos del proyecto. «En las sensibilizaciones, hasta ahora, dábamos mucha importancia a recalcar que el juguete es educativo, no bélico y no sexista. Este año, hemos detectado que los juegos virtuales y videojuegos han cogido muchísima importancia, y hemos querido dar peso a informar sobre seguridad en videojuegos y online, así como explicar qué es un código PEGI y en qué nos ayuda».
Una vez más, la acción de las 112 personas voluntarias que ha participado en este proyecto en la Comunidad de Madrid ha sido clave para su desarrollo. «Una de las cosas que hemos intentado este año es reducir que la carga logística cayera sobre el voluntariado, que era una dificultad para las asambleas. El hecho de tener fundamentalmente donaciones económicas, ha facilitado que podamos dar más peso a las intervenciones familiares y la parte de sensibilización».
Desde el proyecto quieren agradecer la ayuda constante recibida por los equipos de URS en las entregas a domicilio, la estrecha colaboración con el área de RSC y Alianzas con empresas, que ha sido fundamental para incentivar la donación económica y llegar a un mayor número de empresas. También al área de Marketing y Comunicación por su apoyo en la elaboración de la cartelería y la difusión del proyecto.