El 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado. A día de hoy en Cruz Roja Comunidad de Madrid contamos con la humanidad y solidaridad de 21.500 personas, con más de 4.500 incorporaciones en este año. Y para que las personas voluntarias puedan sentirse parte de la entidad y poder resolver cualquier tipo de duda se erige la figura del volutario/a tutor/a.
Y al nombrar esta figura, al instante nos viene a la cabeza el nombre de Conchi Pérez Caballero, voluntaria tutora de la asamblea local de Madrid, que lleva a sus espaldas más de 100 acompañamientos a nuevas y nuevos voluntarios.
La figura del voluntario/a tutor/a es esa persona que hace de guía de las nuevas personas que se incorporan como voluntarios/as y que, durante sus primeros días, es necesario realizar un acompañemiento, realizar una bienvenida, presentar al equipo y resolviendo cualquier tipo de duda.
Para poder indagar un poco más en esta figura hemos querido hablar con Conchi.
Conchi lleva 4 años de voluntaria en la asamblea local de Madrid haciendo labores administrativas en el edificio de Muguet. «Vengo los lunes con mis compis de equipo, pero desde la pandemia lo hago todo desde casa.».
¿Por qué decidiste entrar en Cruz Roja como voluntaria?
Básicamente es que estaba un poco cansada de colaborar con otras ONGs en base a donativos. Necesitaba hacer algo más concreto por ello, mandé varios correos electrónicos a varias entidades sociales y los primeros que me contestasteis fuisteis vosotros en Cruz Roja. A partir de aquí, fue muy fácil la incorporación.
¿Qué es ser una voluntaria tutora?
Yo os lo cuento desde mi experiencia personal. Lo que hago es dar la bienvenida a la persona que se incorpora a través de un correo o llamada. Ahí les oriento un poco en cómo van a poder colaborar y, además, estoy pendiente de cualquier sugerencia o duda que tengan para facilitarles la labor. El contacto es muy directo.
Una de las cosas esenciales que hago es darles un poco de tranquilidad cuando inician su voluntariado. Cuando yo me inicié como voluntaria no contaba con ninguna figura tutora y por ello, me pongo en su lugar y pienso en qué podrían necesitar. Le ayudo a quitarse los miedos, como por ejemplo a equivocarse. También les digo que si la actividad no les gusta pueden hablar conmigo y ver posibilidades de cambio, etc.
En cuanto a las funciones, las técnicas me pautan los proyectos y las nuevas personas y el primer contacto lo hago a través del correo electrónico para darles la bienvenida. Les pregunto si todo va bien, si ya han empezado y si puedo ayudarles en alguna gestión del inicio de actividad.
¿Qué te comentan las nuevas personas voluntarias cuando se incorporan? ¿Qué necesidades tienen?
Algunas personas tienen muy claro qué quieren y cómo quieren hacer su voluntariado pero es cierto que otras necesitan de una ayuda desde el minuto cero. Tienen dudas de dónde encajar, en qué proyecto, etc. Yo sólo estoy pendiente de ellas y ellos hasta que pueden volar solas y solos transmitiéndoles la tranquilidad de que todo va a ir bien.
He tutorizado a más de 100 personas en áreas como Socorros y Emergencias, Atención Humanitaria, Refugiados, Infancia, esporádicos, etc.
Al estar tan cerca de las personas voluntarias, seguro que se genera un vínculo especial con alguna de ellas. ¿Te ha pasado? ¿Hay alguna persona que hayas tutorizado que ahora sea una buena amiga?
Si, sí, me ha pasado. Por ejemplo, con Eva, una persona a la que he tutorizado, establecí un nexo muy bueno. Ella estaba atravesando por un problema personal y empezamos a comentarlo para ver si podía ayudarla. Todo era por correo electrónico pero un día, con el beneplácito de las técnicas de voluntariado, decidimos dar el paso y darnos el teléfono personal. Ahora, Eva es una amiga y tengo una grandísima relación. Con otra persona que tenía una minusvalía visual, yo le hablaba desde mi experiencia con mi discapacidad. El creía que no tenía sitio o no se veía capacitado para hacer voluntariado, pero yo le ayudé. A raíz de eso, tengo una relación bastante estrecha con esta persona.
¿Qué características tiene que tener una persona para poder asumir el rol de tutor/a?
Sobre todo, saber escuchar y disipar los miedos del inicio. Conocer la entidad para poder guiar, y tener un apoyo importante desde el equipo técnico para poder resolver dudas que yo no sabía. En mi caso, siempre he tenido el apoyo de María José y Vanesa, las técnicas de local Madrid.
¿Qué te engancha a tí de Cruz Roja para hacer voluntariado?
A mi me pilló en un momento delicado de mi vida y cuando llegué a Cruz Roja pensé que no sabía hacer las gestiones, pero me encontré con un equipo maravilloso que me hicieron sentirme útil, me respaldaron y me ayudaron mucho. Yo sé que Cruz Roja me aporta mucho más de lo que yo puntualmente puedo aportar.
¿Qué significa para ti ‘Ser de Cruz Roja’?
Para mi es una ventana al mundo, sobre todo en época de pandemia. Es volver a tener ilusión por algo. Debido a mi accidente lo había perdido un poco pero gracias al equipo de voluntarios y voluntarias, me siento querida y siento que puedo dar algo.
El domingo es el día Internacional de las personas voluntarias. ¿Qué te gustaría revindicar en esta fecha tan señalada?
Me gustaría que la gente siguiera apostando por el voluntariado. Es algo muy gratificante. Confío mucho en el ser humano y mis voluntarios me lo demuestran dando esa hora o dos horas a ayudar a los demás. Estos gestos me invitan a pensar que la gente es buena y que merece la pena probar el voluntariado. ¡Conoces gente maravillosa!
A una persona que no sea voluntaria le diría que cuando estás perdida, hacer voluntariado te devuelve la ilusión. Es reconfortante.