María José y Juan José, técnico y voluntario respectivamente de la asamblea de Galapagar–Colmenarejo han tenido la oportunidad de visibilizar un fenómeno que a menudo pasa desapercibido dentro de nuestros municipios, la pobreza energética.
La pobreza energética es la situación en la que muchos hogares son incapaces de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda. Como dijo María José, “es comer o calentarse”.
Las familias que no pueden costear los recursos energéticos que requiere su hogar y no muestran necesariamente otros indicios de pobreza fáciles de reconocer. En muchos casos trabajan, tienen a sus hijos escolarizados y llevan una vida aparentemente normal. Sin embargo, la realidad que viven puertas adentro es muy diferente, son personas que, incluso teniendo un trabajo, pero que su salario no es suficiente para cubrir sus necesidades.
Destacaron especialmente el impacto de este determinante social en la salud, no solo física sino también en la emocional, especialmente en una población cuyo riesgo de pobreza y exclusión es muy elevado y cuya situación de vulnerabilidad tiene carácter multidimensional.
Podríamos seguir contando muchos más aspectos tan interesantes de esta entrevista, pero mucho mejor escucharla. Enhorabuena María José y Juan José, por vuestra labor diaria y por visibilizar tan bien esta lacra social que combativos desde Cruz Roja todos los días.