En el día de San Valentín nos parecía buena idea darle una vuelta de tuerca y y poder mostrar un ‘acto de amor’ por la entidad. Y es que Beatriz Berraco, voluntaria del programa de Personas Mayores en la Asamblea Local de Alcorcón nos ha contado lo que siente y lo que significa para ella Cruz Roja. Un amor, que lo lleva más allá. Más en concreto, en su piel.
Por ello, en este ‘día de los enamorados’ hemos querido hablar con Beatriz y que nos contara lo que significa Cruz Roja para ella, algo más allá que un voluntariado.
«Cruz Roja se ha convertido en mi segunda casa, en mi familia y en gente a la que quiero, en la que puedo confiar, con quien desahogarme y sentirme arropada.»
Beatriz, ¿quién eres y qué labor haces dentro de Cruz Roja?
Fui enfermera durante 11 años, hasta que tuve que dejar de ejercer por una enfermedad. Entonces decidí hacer voluntariado. Empecé en Cruz Roja con el proyecto de Mayores, ya que durante los años que ejercí siempre estuve atendiendo a estas personas.
Me encanta ayudar a las Personas Mayores, me parece que son muy agradecidas y viendo los proyectos que había, desde el minuto cero dije que quería estar ahí. Empecé haciendo visitas a domicilio y acompañando al médico. Poquito a poco, comenzaron a confiar en mí y pasé a ser monitora de talleres y a dar cursos entre voluntarios. En definitiva, a tener más responsabilidades en la Asamblea hasta mi labor actual como Referente de dos de los proyectos del programa.
¿Por qué decidiste tatuarte el símbolo de Cruz Roja en el antebrazo?
Tengo varios tatuajes y todos significan algo para mí. Después de un año en Cruz Roja, para mí no solo es un sitio al que voy a ayudar. Ahora estoy en la asamblea de Alcorcón pero también estuve un año ayudando en Leganés. Para mí, Cruz Roja se ha convertido en mi segunda casa, en mi familia y en gente a la que quiero, en la que puedo confiar, con quien desahogarme y sentirme arropada.
En poco tiempo, porque empecé en agosto de 2018, me ha dado una confianza que no me esperaba. No pensaba que iba a conseguir tanto y que iban a darme esa libertad. Estoy muy a gusto y muchas veces voy porque es el sitio en el que quiero estar.
«Me encanta el cariño de la gente, de las personas beneficiarias con las que trabajo. Están encantadas, te muestran su agradecimiento, te comen a besos y siempre están esperando a que lleguen los talleres»
¿Qué te ofrece Cruz Roja para sentirte así?
Sobre todo el cariño de la gente, de las personas beneficiarias con las que trabajo, de las personas que conozco en los talleres. Están encantados, te muestran su agradecimiento, te comen a besos y siempre están esperando a que lleguen los talleres. A mí me llenan el corazón cada vez que hago algo por ellos. Ver las sonrisas de la gente y que todo el mundo te conoce, es algo maravilloso.
¿Estás enamorada de Cruz Roja?
Sí, claro, si no, no seguiría (ríe). Voy casi los cinco días laborales de la semana y muchos desde por la mañana hasta la tarde.
¿Tienes en mente tatuarte algún otro emblema de Cruz Roja?
No sé, a lo mejor algún día veo algún logo o cualquier otra cosa que me motive y me la tatúo (ríe). Pero de momento tengo la cruz que es lo más emblemático.
Hola Bea, me encanta todo lo que dices pero no seas tan modesta, todo lo que haces supera la realidad de los hechos. Así que un beso muy fuerte y a por todas