El pasado viernes 1 de julio se hicieron efectivos algunos cambios en la estructura interna de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid.

Directoras y Directores técnicos de varias asambleas comienzan una nueva etapa, entre ellos, Laura Ballesteros, Loly Belenguer, Belén Garcés, David Martín, Eva Molina, Fran Rico y Sandra Sánchez, con quienes tuvimos el placer de comentar cómo afrontan su cambio de asamblea.

Entre otras cosas, charlamos sobre su trayectoria en Cruz Roja, sobre cómo es el trabajo dentro de una dirección técnica y sobre las motivaciones y los retos que se plantean para este nuevo periodo laboral.

Laura Ballesteros, nueva Directora Técnica de la Asamblea Comarcal de Navalcarnero, cargo que compaginará con la Dirección Técnica de Parla

 

 

Loly Belenguer, nueva Directora Técnica de la Asamblea Comarcal del Sureste – Fuenlabrada – Humanes

 

 

 

Belén Garcés, nueva Directora Técnica de la Asamblea Comarcal del Jarama

 

 

 

David Martín, nuevo Director Técnico de la Asamblea Comarcal del Corredor Sur

 

 

 

Eva Molina, sustituirá temporalmente a Manuel García Fraile como Director Técnico en la Asamblea Comarcal de Sierra Oeste durante su permiso paternal

 

 

Fran Rico, nuevo Director Técnico de la Asamblea Local de Madrid

 

 

 

Sandra Sánchez, nueva Directora Técnica de la Asamblea Local de Alcorcón

 

 

 

Nota: En una nueva publicación, hablaremos con Concha Cruz, que acaba de  incorporarse como nueva coordinadora del área de Salud tras dejar la dirección técnica de la asamblea del Corredor del Henares Sur.

¿Cuál ha sido vuestra trayectoria en Cruz Roja?

Fran: Yo llevo 13 años, desde 2009. Empecé en una asamblea local en Jaén como trabajador social de Inmigrantes y luego pasé a la Oficina Provincial de Jaén, donde ocupe diferentes puestos de responsabilidad y técnico. Aquí en la Comunidad de Madrid llevo desde 2017 y he estado ocupando el puesto de Director Técnico en Jarama.

Loly: Yo llevo desde 2005, cuando empecé en Cruz Roja Tenerife, es decir, llevo 17 años. Entré como trabajadora social en un proyecto de Personas sin Hogar y después he estado en diferentes puestos de coordinación de programas, dirección técnica… y en 2019 llegué a Madrid a la dirección de Navalcarnero y en 2020 se juntó con la dirección de Parla.

Belén: Yo entré en el año 1999, en Juventud. Mucha parte de mi trayectoria ha estado unida a Infancia y Juventud. Estuve primero apoyando los proyectos de Espacio Joven, que era un proyecto de adolescentes y luego ludotecas. Luego pasé a los Centros de Día Infantiles, estuve en el centro de Ciudad Lineal unos 4 o 5 años y de ahí pasé a coordinar el proyecto de Centro de Día Infantil, donde estuve otros cinco años. Antes de eso estuve en Juventud, con menores no acompañados, llevé también los proyectos de Intervención Escolar… Y después de la coordinación de los Centros de Día Infantiles pasé a Madrid, a llevar la coordinación de zona Centro, donde estuve 4 años antes de ir a Fuenlabrada, donde he estado casi 6 años.

Eva: Yo llevo poquito en Cruz Roja, unos 6 años, y siempre ha sido en Refugiados. Antes, estuve trabajando en otras organizaciones, en el extranjero, en cooperación, así que tengo una trayectoria un poco diferente. He estado coordinando el programa de Refugiados y ahora voy a Sierra Oeste.

David: Yo empecé en 2007 como voluntario. En 2012, cuando acabe la carrera, estuve haciendo sustituciones en el colegio Henry Dunant, que era un colegio específico para los niños y niñas de la Cañada Real. Después, me contrataron para llevar los campamentos de verano de Juventud. Tras eso me fui un año a Londres y cuando volví me metieron en la escuela de tiempo libre de Cruz Roja Juventud. De ahí me mandaron a Oficina Central, donde estuve 3 años llevando Participación en juventud, hasta que salió la plaza de director técnico de Sierra Norte. La eché, me cogieron, estuve dos años y me mandaron a Alcorcón, donde he estado 4 años. Y ahora voy a Corredor Sur.

Sandra: Comencé en el año 2006 como voluntaria, estuve en un programa de Empleo, en el reparto del FEAD (Fondo Europeo de Ayuda a Desfavorecido/as), y un año después tuve la oportunidad de incorporarme como trabajadora social en la asamblea local de Alcorcón, donde estuve unos 7 años. Como trabajadora social, con un modelo anterior, llevaba todos los proyectos de mayores, extrema vulnerabilidad, inmigrantes, mujer… hacia un poco de todo en la asamblea. Después, tuve la oportunidad de incorporarme como coordinadora de zona Oeste, cuando la asamblea local de Madrid incorporó el modelo de zona. Un año y medio después comencé como directora de la asamblea local de Madrid, donde entré en 2015, y ahora asumo el puesto de directora de la asamblea de Alcorcón. Es como volver a los principios.

David Martín y Sandra Sánchez

¿En qué contexto o circunstancias se produce este cambio de asamblea?

Sandra: Como algo general, la organización promueve que, no solo las direcciones, si no que todos los equipos cambien. Puedes trasladar el conocimiento y tu propia experiencia allí donde vas, y eso siempre enriquece el trabajo y la gestión del equipo y, al fin y al cabo, la actividad.

David: El contexto actual es que es el mejor momento ya que ha pasado lo más gordo de la pandemia. Es mejor momento que hace dos años para hacer este tipo de cambios, en esa época ni nos lo hubiéramos planteado. Luego vino Filomena, luego lo de Ucrania… ahora que parece que tenemos una época valle, podemos hacerlo.

Belén: Eso es. A mí, por lo menos, cada cuatro o cinco años me han movido, y es importante tener movilidad y estar donde la entidad considera. Cuando llevamos muchos años con los equipos te encariñas, y es muy positivo para sacar el trabajo, pero también coges una rutina de trabajo y es interesante poder aportar desde otra visión diferente que pierdes por esa rutina. Me ha dado mucha pena despedirme del equipo de Fuenlabrada porque han sido 6 años muy buenos, es un equipo humano espectacular, pero creo que de cara al trabajo también es positivo que pueda haber otra persona, con otras formas de trabajar, y que pueda aportar en un inicio también de la nueva sede.

David: Estoy de acuerdo. Creo que para nosotros, en el fondo, también es positivo, porque la palabra no es que te “estanques”, porque aquí no se para, pero sí que son retos nuevos y viene bien. Es vedad lo que dice Belén del duelo que se pasa de perder un equipo, porque ellos se quedan todos juntos, pero tú te vas solo a un sitio nuevo. En mi caso, por ejemplo, no conozco a nadie en la nueva asamblea, y es volver a empezar, volver a conocer, es duro.

Sandra: Yo a veces he tenido el sentimiento de que me voy a vivir a otro país, que me alejo de una gran familia. No sé si será por la magnitud de Madrid, el tiempo que llevo aquí o por el cariño con todas las personas que forman la asamblea. Yo siempre digo que la asamblea de Madrid es grande, pero lo es por las personas que forman parte de ella. Entonces, eso genera cierta inquietud, conozcas a gente en la nueva asamblea o no. Pero coincido en lo que dice David, te reactiva de alguna manera, porque tienes nuevas motivaciones e ilusiones de hacer cosas nuevas.

Loly: En mi caso, es un cambio grande, porque el volumen de la asamblea a la que voy, Fuenlabrada, es mucho mayor, pero también tiene la ventaja de que estas en únicamente en una sede, porque compaginar dos sedes a veces es muy complicado. Fuenlabrada tiene mucha actividad, es una población muy grande, tiene muchas posibilidades y además se va a abrir una sede nueva, así que estoy muy ilusionada.

Laura: Por mi parte, llevo unos tres meses gestionando la asamblea de Parla y, con los nuevos cambios que ha habido, se me ofreció la oportunidad de llevar también la de Navalcarnero, a la vez. Me parece una gran oportunidad, un reto mayor, confían en el trabajo que estoy realizando y en poco tiempo me están dando la oportunidad de asumir un gran reto: llevar dos asambleas a la vez. Llegando nueva me parece algo complicado, pero si me han dado la oportunidad es porque confían en el trabajo que llevo realizando estos meses o el que puedo llegar a desarrollar.

Fran: Para mi está siendo toda una experiencia. El cambio ha sido como un chute de energía, incluso me plantee suspender las vacaciones para poder empaparme durante más tiempo de todo lo que estoy haciendo ahora. Al final si me voy, pero tengo muchas ganas de empezar a trabajar con el equipo.

Fran Rico

 

Hablando de motivaciones, ¿Qué es lo que os motiva de afrontar este nuevo reto?

Laura: Me motiva que es una experiencia nueva. El desarrollo personal que puede suponer llevar dos asambleas a la vez, a nivel gestión tanto de presupuestos, proyectos, seguimientos…

Fran: En mi caso, es un puesto algo desconocido para mí. Lo que estoy viendo en el traspaso con Sandra, que son funciones, responsabilidades y formas de gestionar el día a día, son muy distintos a lo que yo estaba acostumbrado. Eso es lo que más me motiva, el que todavía la casa te siga sorprendiendo, que todavía te veas aprendiendo cosas nuevas, nuevas responsabilidades y formas de gestión, y por supuesto nuevo equipo.

Sandra: A mí me motiva que los días que he estado en la asamblea de Alcorcón he conectado con la ilusión de volverme a acercar al día a día de la actividad ya que, por la magnitud de la asamblea de Madrid, con independencia de que considero que he sido cercana a los equipos y a la actividad, no me ha permitido serlo todo lo que me gustaría. Conectar con el día a día de la actividad, con los problemas que surjan en los propios equipos, el día a día del voluntariado, que es una de las partes más importantes de la asamblea. Eso es lo que más me ha ilusionado, estar en el día a día de la actividad.

David: Para mí, la motivación o el reto es pasar de una asamblea de un único municipio a una asamblea comarcal bastante más grande en cuanto a población y proyectos que la asamblea que estaba llevando. También volver a armar un equipo, porque hasta ahora ha sido el equipo de otra persona y aunque ellos van a seguir trabajando de la misma manera, hay que volver a tejer esa confianza con el equipo. Eso me motiva mucho.

Eva: Tengo un montón de ilusión y estoy muy motivada por aprender. Como han dicho, tengo el duelo de dejar Refugiados, donde he trabajado toda mi vida, es el duelo de dejar mi área de profesión. Estoy viendo que la amplitud de este puesto es muy grande, tienes que tocar tantos palos distintos y programas, y yo que estaba acostumbrada a trabajar con un solo programa, ahora tengo que saber de todos. El enfoque es muy distinto, pero tengo mucha ilusión. Como decía Belén, yo también he cambiado de puesto cada ciertos años, y de responsabilidades y de equipo, y creo que se aprende mucho siempre y es bueno para no quedarte estancado y aprender de los demás.

Loly: Estoy de acuerdo con Eva, a mí cualquier cambio siempre me ha parecido una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. En mi caso, que te ofrezcan una asamblea como Fuenlabrada, que tiene tantas posibilidades, es un reto y algo que valoro muchísimo. De cualquier cambio siempre se saca aprendizaje.

Belén: Para mí, mi reto es muy positivo, porque es la gestión de recursos. Yo vengo de Fuenlabrada, que es una asamblea que ha crecido mucho en los últimos años y, como dice Loli, tiene muchas posibilidades, pero siempre era complicado cerrar el presupuesto y hacer un cierre en positivo. Es una asamblea donde se hacen muchas actividades y, aunque desde autonómico nos apoyan mucho a nivel de subvenciones, es una zona donde la renta per cápita es baja, hay mucho desempleo… Tampoco tenemos el nivel de socios que podríamos tener con una población de 200.000 personas en Fuenlabrada, y teniendo en cuenta que son seis municipios. El tema del recurso económico, y el espacio, siempre te limita las cosas que quieres hacer. Para mí, mi reto es llegar a una asamblea que tiene recursos, donde voy a poder hacer más cosas, y eso me apetece un montón. Poder poner en marcha aquellos proyectos que son más necesarios para la institución y la población de la zona. El segundo reto es gestionar bien el equipo, poder conocerlo, encajar y remar a una. Cuando llegas nuevo, el equipo que te recibe también está tenso, porque no te conocen, y eso es otro reto.

¿Y qué es lo que más respeto os da de este nuevo cambio?

Laura: Llevo poco tiempo en Parla y ahora estar en dos asambleas en vez de en una, sin tener todavía un bagaje o experiencia consolidada en dirección técnica, da respeto. Me da respeto no dar la respuesta que quizá esperan de mí.

Loly: A mí me da respeto defraudar a la gente que ha confiado en mí para este puesto por no estar a la altura que se espera. Soy muy exigente conmigo misma, y cuando apuestan por mí para un cambio, quiero cumplir las expectativas. Fuenlabrada es una asamblea que funciona bien, que tiene buen equipo, que ha tenido buena dirección… estar a la altura de seguir esa línea.

Fran:  Yo soy muy prudente, y asumo el cambio con mucha prudencia y con mucha mano izquierda institucional. Veo donde estoy, que personas trabajan conmigo, el histórico, y a partir de ahí empiezo a trabajar. Pero miedo para nada, en Cruz Roja ni yo ni nadie tiene que tener miedo, porque sabemos cómo somos, como trabajamos y tenemos el apoyo de mucha gente a nuestro alrededor.

Loly Belenguer

¿Qué aprendizaje os lleváis de vuestra experiencia anterior para esta nueva etapa que vais a comenzar?

David: Yo no soy la misma persona que entró en 2018 de la que me voy ahora. Intentaré poner toda la experiencia que he adquirido en Alcorcón a disposición de la nueva asamblea. Habrá cosas que se estén haciendo muy bien y yo aprenda cosas nuevas, y habrá otras que la experiencia que tengo podrá ayudar. No hay una única cosa que me lleve.

Fran: Yo me llevaría el trabajo con la presidencia, que aquí en Comunidad de Madrid tiene mucho peso y para mí, tanto Pilar como Almudena, me han supuesto unas compañeras de viaje muy importante. Pilar, en un primer momento, me guio casi de la mano en mis primeros pasos como Director Técnico y Almudena ha sido como una compañera en esta última etapa. Si tuviese que resumir en algo, resumiría en la presidencia. Luego lo que hemos hablado, el equipo, el hacer un equipo desde el primer momento porque nadie me conocía en la asamblea… esa experiencia me pareció muy interesante y es algo que me motiva mucho ahora en la local de Madrid.

Loly: Yo, en base a mi experiencia anterior, he aprendido a flexibilizar y adaptarme a las diferentes circunstancias. El llevar dos asambleas con dos perfiles tan diferentes, tanto a nivel social como del propio equipo, hacía estar buscando todo el rato estrategias para conseguir los objetivos de cada zona y estar ajustando en cada sitio lo que se necesitaba. Al principio eso se vive como estresante, pero al final es un aprendizaje que me llevo al sitio donde voy, saberme adaptar a lo que me encuentro

Belén: Siguiendo con lo que dice Loly, un aprendizaje también es cuando llevas mucho tiempo con el mismo equipo, el saber ver la manera en la que puedes trabajar con cada persona. Tú al final puedes tener una línea de trabajar, pero hay una parte que te tienes que adaptar a cada persona. Eso también es aprendizaje, ser capaz de conectar a nivel profesional con cada persona para que cada una aporte lo máximo posible a su desempeño laboral. Yo me llevo mucho cariño de Fuenlabrada, y es algo que me enorgullece también. Porque uno puede ser jefe, pero eso no implica que no puedas tener una buena relación con tu equipo. Muchas veces parece que se confunde lo personal de lo profesional y yo creo que se puede ser profesional manteniendo una buena relación con tu equipo. Me llevo mucho cariño y dejo mucho cariño en el equipo.

Sandra: Yo iba a decir lo mismo, lo que más me llevo es el cariño del conjunto de la asamblea. Ahora que se han producido los cambios, es cuando eres más consciente del valor que el propio equipo da a tu trabajo y a tu gestión, y a veces es complicado en el día a día pararte a pensar cómo se toman los equipos tu gestión y yo me llevo mucho cariño. De esta etapa también he aprendido, debido a la magnitud de Madrid, la importancia de escuchar a las personas que forman parte de tu equipo, a las personas que están en la actividad, como pueden aportar ellos a la mejora de las circunstancias que nos tocan afrontar y dar respuesta y la importancia de esa escucha. En un puesto con una magnitud tan grande a veces es difícil poder conectar con el día a día.

Eva: Yo lo que me llevo es el efecto multiplicador y de cohesión tan potente que tiene el cuidar a la gente y el saber elegir bien las tareas, los compañeros, la coordinación del equipo en sí. He tenido la suerte de poder ver una evolución impresionante en muchas personas y el efecto que tiene eso en la organización.

Belén Garcés y Eva Molina

¿Qué diríais que es lo más bonito y lo más difícil de ser director/a técnico/a?

Fran: La exposición que tiene me parece lo más difícil y a la vez lo más bonito. La exposición te hace tener que estar disponible para mucha gente, que no sabes que otras tareas o responsabilidades tiene, pero a la vez esa exposición te permite trabajar con mucha gente distinta, tanto con tu equipo directo, con el equipo autonómico, como con los recursos institucionales externos: ayuntamiento, empresa… Para mí eso son las dos caras de la moneda, por un lado te da mucha visibilidad y capacidad de trabajo con otras personas, pero también es el factor que más estrés te genera, cuando sientes que no llegas a todo el mundo cuando cada uno te reclama con su tema.

Loly: Estoy de acuerdo con Fran, la exposición sería una de las cosas. Muchas veces una sensación de soledad, que creo que va aparejada a puestos de responsabilidad y sobre todo cuando se gestionan equipos.

Laura: La dirección técnica lo que tiene es que tocas todos los proyectos, tiene mucho trabajo, eso es lo complicado. No es lo mismo trabajar como lo hacía anteriormente, en un proyecto, que llevar todos: salud, voluntariado, mayores… Es complejo, pero creo que según vas cogiendo experiencia, vas controlando más todos los ámbitos. Ahora mismo acabo de cerrar el Sorteo del Oro, que era algo que me daba miedo, y la captación de fondos cuesta, pero hemos cerrado bastante bien, ahora estamos con el Plan de Acción. Poco a poco voy teniendo más control de las funciones que tengo que tener en este puesto.

Belén: Para mí lo más difícil es conciliar todos los intereses de las diferentes áreas. Al final todo pasa por ti, y para todo el mundo lo suyo es lo más urgente, y conciliar eso es complicado porque muchas veces todo llega a la vez. A mí eso es lo que me parece más difícil, eso y la gestión de las personas. Lo más bonito para mí es que, aunque es un puesto de gestión, no acabas de perder el pie con la actividad, y para mí eso es importante. Me reporta mucho la actividad, y aunque tú estas gestionando estas cerca de la actividad, del voluntariado… todo el rato hablamos de equipos, pero yo incluyo también al voluntariado. Eso es lo más bonito para mí.

Sandra: Yo uno lo más bonito con lo más complicado. Lo más bonito puede ser la gestión de personas y el poder ver la evolución que tienen muchas de ellas, y ver como eso influye en la actividad; y a la vez lo más complicado es gestionar a esas personas y buscar el equilibrio, no solo con las prioridades que marca cada área, si no con las propias inquietudes que tienen las personas que forman parte de la organización, sean técnicas o voluntarias, y como eso encaja con nuestros retos y prioridades.

David: Para mí lo más bonito quizá sea que, por las decisiones que vas tomando conjuntamente con el equipo, y con los consejos y aprendizajes mutuos, ver cómo va creciendo el equipo, como la gente evoluciona. Como un proyecto, que puede caerse y volverse a levantar, gracias al trabajo que potencias con el equipo, va tomando forma. Haciendo balance de cuatro años pienso “madre mía, lo que hemos logrado”.

Sandra: Yo nunca había vivido un traspaso así y lo estoy disfrutando, te conecta a veces con todo lo que has hecho. Cuando tienes que contarle a un compañero el histórico de la asamblea, lo que has hecho, los retos que quedan pendientes… te das cuenta de todo lo que se ha hecho, y a mí me está suponiendo una carga de energía y satisfacción de confirmar la evolución que ha tenido la asamblea.

Belén: Eso es algo muy positivo de los cambios, es una oportunidad para aprender y ver qué cosas te han quedado por hacer.

Belén, Eva, David y Sandra

¿Os habéis planteado algún objetivo personal de cara a esta nueva etapa?

David: Un reto que yo me he marcado a nivel personal es disfrutarlo. Mi objetivo es que, dentro de cinco años o cuando sea, cuando nos vuelvan a cambiar, tenga la misma sensación que cuando me he ido de Alcorcón. Volver a tener ese sentimiento de satisfacción y de orgullo por el equipo que he dejado en la asamblea.

Fran: Coincido con David. Con lo que os he contado antes, de que me ha cambiado la energía, yo me planteo seguir siendo feliz en el trabajo. En Jarama lo era, me gustaba mucho mi trabajo y me motivaba, a pesar de los días complicados, y yo espero que este cambio de asamblea no me cambie eso. Seguir ilusionado, seguir con ganas de venir cada día a trabajar, motivarme de nuevo en construir un equipo desde cero. Eso es lo que más espero de esta nueva etapa, seguir estando bien con el trabajo y conmigo.

Loly: Ahora mismo, con el conocimiento que tenemos de las asambleas, no nos podemos fijar retos a nivel de trabajo, pero si volver a tener ilusión en ir a trabajar, en crear un equipo, motivar al equipo, generar ese buen clima que después es el que te lleva a conseguir todo lo demás… yo creo que podría ser un buen reto. Y ahí también está la creación de una nueva sede en Fuenlabrada, que también es un tema ilusionante.

Sandra: Al igual que Loly, yo lo vinculo también con la motivación. Voy a pasar a una realidad completamente distinta a la que he vivido 8 años en Madrid y el poder conectar con la actividad me apetece y es algo de lo que puedo seguir aprendiendo. Conectar también con el uso herramientas de gestión de una dirección me va a permitir aprender también. El reto personal va a ser el uso de herramientas, un modelo de gestión completamente distinto. Mi experiencia en una asamblea local ha sido desde un punto de vista muy técnico y siempre me quedó pendiente dirigir una asamblea local muy cercana al territorio, la colaboración empresarial… Todo eso me va a permitir aprender gestiones que hasta ahora no he hecho y me apetece mucho.

Loly y Fran

Por último, ¿Qué significa para vosotras y vosotros pertenecer a Cruz Roja?

David: Para mí esa pregunta es como si me preguntases qué significa para mí tener pecas. Podemos tener momentos más altos, más bajos, esto es como cuando discutes con tu padre a los 16 años, que le puedes decir lo que sea, pero luego si alguien habla mal de él sales a la defensiva, esto es igual. Forma parte de tu esencia, y lo que forma parte de tu esencia se convierte en algo indispensable. Estés donde estés del mundo, ves una cruz roja y te sientes seguro y reconfortado. Me da tranquilidad, es como cuando vas al extranjero y oyes hablar a un español, piensas “estoy en casa”.

Eva: A mí una amiga siempre me recuerda una anécdota de cuando éramos jóvenes, que yo siempre decía que iba a terminar trabajando en Cruz Roja, y cuando volví a España se materializó. Estuve fuera del país 14 años y cuando volví a España no sabía muy bien a dónde dirigirme, acabe en Refugiados, y mi amiga me recordaba esa anécdota. Cuando tenía 17 años hice un voluntariado en mi asamblea local, después la vida me llevo fuera y estuve trabajando en otras organizaciones. Cuando volví a España no tenía ninguna red, y Cruz Roja se cruzó en mi camino, vino en el mejor momento.

Sandra: Y como tus amigos y familiares en cuanto reconocen una cruz roja se acuerdan de ti. Tengo una amiga que estuvo en San Fermines e hicieron un paseíllo a la Cruz Roja y me mandó un video diciendo que le parecía emocionante. Ellos conectan un poco con lo que tú les transmites que significa para ti tu puesto de trabajo.

Eva: A mí eso me pasa con amigos cuando viajan al extranjero, me mandan fotos cuando ven sedes de Cruz Roja.

Belén: A mí me pasa cuando viajo, y he estado en muchos sitios, que siempre me encuentro con la Cruz Roja. No hay lugar del mundo donde haya estado que no lo haya visto. No sé si recordáis, hace muchos años, que la Cruz Roja tenía un convenio con el INEM, tú te apuntabas al INEM cuando terminabas la carrera y te podían llamar. Así entre yo, con un contrato de nueve meses, y aquí sigo. Tengo una prima de 17 años que no sabía muy bien que hacer, y le recomendé que se metiese en un FP de Cruz Roja en el Plantío. El otro día se graduó en Técnico en Emergencias, y yo veo que le ha cambiado la vida. Tengo esa sensación de que la Cruz Roja, de alguna manera, te impacta, te cambia la vida. Además, cuando se graduó, le pude dar yo misma el diploma y fue súper bonito. La Cruz Roja forma parte de ti, me costaría verme desvinculada de esto.

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