Algo se muere en el alma, cuando una amiga se va…
Existe un regusto agridulce en algunas de las despedidas de compañeras y compañeros que abandonan la familia de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid. Agrio, porque cuando una gran profesional y mejor persona se va de la casa, te deja triste. Pero este sentimiento se compensa porque Alba Castillejo vuela y vuela alto, hacia la coordinación nacional de Cruz Roja Juventud en Oficina Central. Un reto, una oportunidad y una nueva experiencia vital para nuestra compañera, en los 16 años que lleva a nuestro lado. Alba deja un hueco importante en CRJ ya que ha sido una persona que siempre lo ha dado todo, comprometida, que conoce muy bien la casa y que tiene un corazón y una sensibilidad enorme, haciendo reales todos los Principios y valores de nuestra casa. Le deseamos la mejor de las suertes en esta nueva etapa, aunque no le va a hacer falta.
Antes de su despedida hemos podido charlar con ella para repasar su trayectoria, y que nos contara los retos nuevos a los que se enfrenta en su nuevo puesto en Cruz Roja Española
Alba, háblanos un poco de ti y de tu trayectoria en Cruz Roja
Alba.- En Cruz Roja llevo desde el año 2007, cuando tenía 14 años, y siempre he estado ligada a Cruz Roja Juventud, hasta hace unos meses, dónde pasé a ser técnica en el proyecto de resiliencia comunitaria ante emergencias climáticas, que depende del área de medio ambiente. He pasado por el ámbito local, autonómico y nacional en estos 16 años que llevo en la casa, pasando en el año 2017 de voluntaria a técnica de CRJ en Alcorcón y Leganés, y después, en septiembre 2020, a coordinar la sección juvenil en la local de Madrid.
Llevas la mitad de tu vida, 16 años, en Cruz Roja. ¿Qué supone Cruz Roja en tu vida?
Alba.- Llegué con 14 años preguntando con mi grupo de amigos/as si podíamos hacer voluntariado en Cooperación Internacional y nos dijeron que éramos más útiles para poder sacar CRJ adelante, fomentando la vida asociativa. Empezamos en Corredor cuando aglutinaba Alcalá, Torrejón, San Fernando y Coslada, juntándonos todos los voluntarios/as los viernes, sábados y domingos, para hacer campañas de sensibilización y prevención, así como el fomento de la vida asociativa. De ahí fuimos creciendo y nos presentamos a las elecciones de CRJ formando Órgano de Gobierno. Al final, ver a todas esas personas todos los fines de semana genera el compartir un espacio seguro, ya que compartes experiencias, ideales, etc. y se genera una gran familia. Luego, vas creciendo, vas conociendo a personas con tus mismas inquietudes en otros municipios y en otras comunidades autónomas generando una red y un vínculo en toda España, y eso es muy enriquecedor.
¿Crees que la gente joven tiene conciencia de lo que es y lo que hace Cruz Roja Juventud?
Alba.- Pasan los años y las generaciones y la gente joven seguimos teniendo las mismas problemáticas: acceso al empleo, la emancipación, dificultad para poder acceder a la educación no obligatoria, etc. La juventud tiene las mismas dificultades y las mismas inquietudes, lo que pasa es que el entorno se está modificando y los tiempos también, pero el compromiso con las entidades sociales sigue vigente. En cuanto a qué si la gente joven conoce CRJ, yo te puedo hablar de mi entorno y te digo que sí. Al final han crecido conmigo los últimos 16 años y es evidente que les he influido. Además, creo que poco a poco CRJ se está visibilizando más. Hace unos años sólo hacíamos campañas de sensibilización en calle y algún proyecto de participación, ahora CRJ ha crecido y nos pueden ver en campañas publicitarias en marquesinas, en campañas en redes sociales, etc.
El voluntariado también ha cambiado y ahora existe más flexibilidad para participar en actividades concretas, y eso hace que nos adaptemos a los nuevos tiempos y que extendamos el mensaje de Cruz Roja Juventud.
¿Los valores de la gente joven casan con los valores de CRJ?
Alba.- Sí, totalmente. Para empezar, casan con los Principios Fundamentales de la entidad. Yo veo a gente con ganas de cambiar el mundo, y eso es parte de CRJ, que somos la parte más activista de la entidad.
¿Qué tiene que tener una persona que pertenece a CRJ?
Alba.- Motivación, ganas, energía, respeto hacia el entorno, hacia las personas, interés por conocer lo que te rodea fuera de tu zona de confort, y así poder cambiar el mundo. Ah, y sobre todo, mucho compromiso sabiendo donde estamos. Eso es clave para pertenecer a CRJ. En Cruz Roja vas a tener una familia allá dónde vayas.
En cuanto a la evolución de la violencia que estamos viviendo, ¿qué papel estamos desarrollando en CRJ como agentes de cambio?
Alba.- La violencia siempre ha estado presente, pero es verdad que como hay más presencia en las redes sociales, la violencia tiende más a ser realizada y expuesta en esos medios. Cruz Roja Juventud tiene ahora una plataforma muy potente de sensibilización y prevención, estando presentes en centros educativos, sensibilizando en los entornos de las personas más jóvenes para que conozcan los tipos de violencia y cómo podemos prevenirla, haciendo acompañamiento a las personas que la sufren.
¿Cómo ha cambiado la Alba adolescente de cuando entró en CRJ a la Alba de ahora?
Alba.- He pasado la adolescencia, la juventud y la carrera universitaria junto a CRJ, por lo que te influye de manera muy directa. Todas mis personas de mayor confianza pertenecen a Cruz Roja o CRJ. La parte de trabajo en equipo, de liderazgo, de gestión de personas, de emociones, etc. que vives en CRJ te hace enfrentarte a situaciones que son complejas y te da unas tablas que no te aportan otros estamentos de la sociedad. Por tanto, lo que me ha aportado es una base tremenda para mi vida diaria. También es cierto que pasar tanto tiempo en Cruz Roja te pasa factura, sobre todo, a nivel familiar. Por ejemplo, cuando estudiaba en la Universidad, cuando la gente se quedaba después de clase a tomar algo, yo me venía a Muguet porque en ese momento era vice directora autonómica de CRJ, y lo hacía porque quería. Pero todo eso pasaba factura también en mi familia, porque veían que pasaba mucho tiempo fuera destinado a Cruz Roja, y no lo acababan de entender porque entendían que me quitaba tiempo de estudiar o de estar con ellos. Al final de todo, ven que eso te beneficia, que te hace bien.
¿Cuál es la impronta que vas dejando en los proyectos y entornos de CRJ por los que has pasado?
Alba.- El compromiso que le pongo a todo lo que hago, el cuidado de las personas y el cariño que le pongo en cada cosa en la que participo. Al final, me cuesta desprenderme de los sitios porque siento que dejo un trocito de mí ahí.
Coordinar CRJ en 5 zonas de la local de Madrid, ¿cómo ha sido para ti?
Alba.- Ha sido un aprendizaje tremendo. Había coordinado equipos voluntarios o me había coordinado con equipos técnicos cuando estaba en estatal, pero coordinar equipos técnicos no lo había hecho. Trabajamos con personas y para mí, eso es sagrado. Conseguir que la implicación del equipo con el voluntariado fuera a más, y que comprendieran qué es de verdad CRJ ha sido mi mayor éxito. El equipo técnico es tu reflejo, tu espejo, y quienes acompañan a las personas voluntarias, por lo que para mí era muy importante que comprendieran lo que es CRJ.
En tu última etapa en Comunidad de Madrid has estado como técnica del proyecto de resiliencia comunitaria ante emergencias climáticas. Cuéntanos un poco más sobre el mismo
Alba.- Es un proyecto que pone en marcha la Fundación Zurich a nivel internacional y son diferentes entidades a nivel internacional las que lo están gestionando. En nuestro caso, pertenece a la Federación Internacional de Cruz Roja y la Media Luna Roja, y que en España se ha puesto en marcha de la mano de Socorros, Salud y Medio Ambiente. Es un proyecto que nace de cero, que es muy transversal porque involucra a muchas áreas. Empezamos a trabajar en Guadarrama en el mes de febrero y en el mes de julio, cuando se firmó el convenio, pudimos poner en marcha acciones más concretas. Yo me llevo un equipo tanto de la sede de Valencia como de Madrid que me han aportado muchas cosas y un aprendizaje en cuestiones que aún no había desarrollado.
En Madrid, el proyecto se va a desarrollar en los barrios de Vistalegre y San Cristóbal, donde se concentra gran cantidad de edificios construidos en los años 50, y gran cantidad de personas vulnerables. Este proyecto se enfoca en cómo se ve afectada la población que va a ser más vulnerable con la influencia del cambio climático. Nos centraremos en las olas de calor como el riesgo climático que más se puede dar en Madrid.
Y hace unos días, llega la noticia de tu cambio a la coordinación nacional de CRJ. Cuéntanos Alba, ¿cómo se produce este movimiento a Oficina Central?
Alba.- Se me había quedado todavía clavada una espinita en CRJ y decidí optar al puesto de la coordinación. Estar de nuevo y conocer cómo funciona CRJ a nivel nacional es un proyecto que me llena de mucha ilusión, de ganas, y voy sabiendo que estoy tomando la decisión adecuada. Voy con mucha humildad, con ganas de aportar mi cariño, cuidado y motivación en los próximos 4 años.
¿Qué proyectos o que ideas tienes en la cabeza para este nuevo puesto?
Alba.- Tengo respeto absoluto a todo lo que se ha hecho en los últimos 4 años. Confío plenamente en las personas que estaban y eso me hace llegar tranquila. Lo que sí me gustaría retomar es que CRJ esté más presente. Quizás hemos pasado a una parte más intervencionista debido en gran parte a la pandemia que acabamos de pasar, pero me gustaría retomar una participación más activa y asociativa del voluntariado que genere y aumente ese sentimiento de pertenencia de las personas voluntarias y afiliadas. Me gustaría que, aparte de que tengamos más presencia sobre el terreno y en la vida asociativa, que Oficina Central se acerque al territorio.
¿Qué dejas en Comunidad de Madrid?
Alba.- Dejo muchísimo cariño. He pasado por muchos sitios, he conocido a muchísima gente,… me llevo una pequeña familia y aquí dejo el ser parte de esa familia. He cuidado mucho a la gente con la que he trabajado.
También me voy con la sensación de un buen trabajo hecho. Uno de los retos a los que me enfrenté como coordinadora de local de Madrid fue que el equipo técnico entendiera qué es CRJ, qué es la sección juvenil de Cruz Roja, liderada por personas voluntarias que dedican su tiempo a cambiar el mundo, y creo que he conseguido dejarles ese sentimiento de generar una CRJ más fuerte y sobre todo, creer en ella. Me voy con la tranquilidad de haber hecho bien ese trabajo.
Si tuvieras que rescatar una anécdota de todos estos años, ¿cuál sería?
Alba.- Uff. Muy difícil. Pero voy a rescatar una anécdota sobre el edificio de Muguet. Cuando yo era voluntaria de CRJ pasaba en Muguet mucho tiempo, pero llegar aquí como coordinadora de la local de Madrid después de pasar como técnica de Leganés y Alcorcón, era como sentir que volvía a casa, y ese fue un sentimiento muy bonito.
¿Con cuál de los Principios Fundamentales de Cruz Roja te identificas?
Alba.- Carácter voluntario, porque es la base de la entidad, es algo que se promueve mucho desde CRJ y porque creo ciegamente en ello. También el sentimiento de Unidad porque vayas donde vayas, ahí está Cruz Roja, que es única para todos los territorios y países.
¿Qué es para tí ser de Cruz Roja?
Alba.- Ser parte de un movimiento mundial, que a nivel local se resume en ser parte de una gran familia, comprometerte con el entorno, y ser agente de cambio, que involucra a mucha más gente. Para mí ha sido importante haber sido un agente multiplicador de todo en lo que Cruz Roja cree y por lo que trabaja.
¿Algún mensaje para tus compañeras y compañeros?
Alba.- Muchas, muchas gracias. Desde 2017 que entré como técnica he vivido muchas cosas y desde cada local me llevo pequeñas familias a las que le tengo que agradecer el cuidado y el cariño que me han dado siempre. Que sigan cuidando la casa, que me da mucha pena el irme, pero que estoy muy contenta y orgullosa de haber sido parte de ella.