La regularidad y el compromiso laboral son dos valores en alza dentro de la etapa profesional de las personas. Para cumplir con ellas se necesita trabajo, dedicación y constancia, pero por encima de todo, vocación. Pues bien, eso es algo que a Almudena Solorzano y Nuria Sobrino, les sobra.
Dos mujeres que llevan más de 25 años en la entidad y conocen muy bien la historia de Cruz Roja, así como su trabajo y evolución. Han pasado por muchos puestos y situaciones en todo este tiempo y, una vez más, les toca emprender una nueva aventura. Almudena realizará a partir de ahora la labor de técnica del programa de Personas Refugiadas, así como Nuria será la nueva técnica de Inclusión Social trabajando con personas en situación de Extrema Vulnerabilidad. Por ello hemos querido hablar con ellas y preguntarlas por su trayectoria y sus nuevos proyectos.
¿Quiénes son Almudena y Nuria? ¿Cuál es vuestra trayectoria en Cruz Roja?
Almudena.- Yo estudié Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid y fue justo en ese momento cuando me hice voluntaria de Cruz Roja y, desde entonces, formo parte de esta casa. Casualmente, Nuria fue quien me dio la Formación Básica institucional cuando cuando comencé en el proyecto Ludotecas, Lo que ahora se conoce como Centro de Día Infantil, en él estuve 3 años y posteriormente me acabaron contratando como técnica del proyecto.
Años más tarde, ocupé el puesto de trabajadora social en La Asamblea Local de Alcorcón, compaginándolo como voluntaria dentro de Socorros y Emergencias en el ERIE Psicosocial. También estuve en el centro de Infanta Mercedes, hasta que me contrataron como técnica autonómica del proyecto de Personas en situación de extrema vulnerabilidad. En total, más de 20 años en la entidad.
Nuria.- Yo también estudié Trabajo Social y mi andadura en Cruz Roja comienza, también, como voluntaria de Cruz Roja Juventud en un proyecto de atención a menores inmigrantes. Más tarde, tuve la oportunidad de ser responsable de ese mismo proyecto y, por ende, ser trabajadora de la entidad, en los que he cumplido ya más de 25 años. Estuve en la Oficina Autonómica de CRJ para llevar a cabo proyectos de desarrollo en las asambleas locales/comarcales.
Tras un tiempo ahí, pase al área de Formación en la que estuve en la Escuela de Mediadores Sociales para la Inmigración (EMSI) y después en la Escuela de Profesionales de la Inmigración y Cooperación (EPIC), también estuve trabajando en Captación de Fondos, de trabajadora social en la asamblea de Alcorcón en el mismo puesto en el que estaba Almudena anteriormente. En mi último periplo fui responsable de la Unidad de Campañas de Ayuda Alimentaria.
Ya, en mi última etapa, he estado trabajando en Oficina Central llevando el FEAD hasta su cierre en diciembre, siendo un tiempo muy gratificante y del que me siento muy orgullosa. Fue una experiencia muy enriquecedora, además, al trabajar en el ámbito nacional he podido comprobar que Cruz Roja Española ha sido uno de los países mejor valorados en el programa FEAD.
¿Qué habéis aprendido de vuestras últimas etapas? ¿De que os sentís más orgullosas?
Almudena.- Mi última etapa la definiría como intensa y rápida, ya que a los dos años de estar en el programa de Extrema Vulnerabilidad llegó la pandemia. En este tiempo he aprendido mucho a nivel de gestión, de coordinación con todas las asambleas, ya que también he estado en ese lado. Me quedo, sobre todo, con todo el trabajo en red que hemos conseguido, la búsqueda de subvenciones para que todo lo que plantea la entidad salga adelante, y todo el cambio que hemos conseguido con las nuevas tecnologías después de la pandemia, consiguiendo así avanzar muchísimo en muy poco tiempo.
Y de lo que más orgullosa me siento es de todo el trabajo que hacen las compañeras en la red y de todo el apoyo que les brindamos desde la oficina autonómica para que puedan llegar a aquellas personas que lo necesitan.
Nuria.- Como Almudena, comparto que lo vivido estos últimos años ha sido de una intensidad muy grande y que el avance tecnológico ha sido enorme. Sin embargo, tengo que destacar el carácter humano que tienen todas las personas que trabajan en Cruz Roja y no dejo de sentir admiración hacia toda esta gente que mantiene de forma intachable su compromiso, motivación y cariño y es lo que realmente te empuja.
De mi etapa en Oficina central me llevo toda el cariño y profesionalidad de todas las personas referentes de toda la red territorial, me siento muy orgullosa y satisfecha del trabajo que he hecho.
En cuanto a lo que he aprendido, diría que me ha enseñado mucho el trabajar desde la inmediatez, todo lo que nos ha aportado las nuevas tecnologías, creando un contacto más rápido e intenso y traduciéndose en respuestas más ágiles hacia las personas, que al final es para lo que estamos aquí. El FEAD, en época de pandemia, fue todo un reto ya que todo estaba paralizado y teníamos un almacén lleno de alimentos. Se consiguió movilizar un equipo enorme de personas junto al área de Servicios Generales, Voluntariado e Inclusión Social. Entonces se tuvieron que ir planificando respuestas de acción inmediata sobre la marcha y yo me quedo con esa carrera tan intensa y gratificante a la vez.
«Ponerse en la situación de los demás es fundamental para facilitarles todo lo posible»
¿Cuál es vuestra marca personal?
Almudena: Yo diría la empatía, es decir, el ponerme en la situación de la otra persona e intentar facilitarles la vida todo lo posible, principalmente porque yo he pasado por esos puestos y se por lo que pueden estar pasando y lo que demandan.
Nuria: A mí, al igual que Almudena, me gusta ponerme en el lugar de la otra persona con la que estoy trabajando y ayudarla en la medida de mis posibilidades, siendo sincera de hasta donde puedo llegar. Creo que tener una escucha activa es fundamental, así como aprender de la gente sin importar la posición que tengas.
¿Cómo habéis visto la evolución de esta entidad?
Almudena.- Sin duda lo que más me ha sorprendido para bien es la creación de tantos puntos de atención, nunca habíamos tenido tantas sedes, ni habíamos estado, en definitiva, tan cerca de las personas. La evolución, a todos los niveles, ha sido gigantesca, hemos ido adaptándonos con a los tiempos y dando a las personas las respuestas que necesitan, estando adaptadas a la realidad. También somos una entidad muy grande y con muchos recursos, por lo que podemos dar respuestas muy rápidas estando al nivel de todas las situaciones.
Nuria.- Una cosa muy importante que hemos conseguido es que la sociedad no nos identifique y relacione con el área sanitaria, sino con la manera de hacer las cosas, muy implicada en la problemática de nuestra sociedad.
Por otro lado, es que estamos presentes en todos los sitios por lo que somos muy visibles pero esa visibilidad que hemos conseguido es fruto de un desarrollo interno, sentando las bases en muchos proyectos y mejorando, cada vez más, los procedimientos. Antes se improvisaban muchas cosas y ahora todo ese tipo de cosas están muy asentadas, gracias a las personas que nos han precedido y se han dejado la piel en ello. Creo que hemos crecido a nivel cualitativo y cuantitativo y, de hecho, nuestro mensaje llega.
Os hacemos esta entrevista debido a un cambio de puesto. Contadnos, ¿cuál va ser vuestro nuevo destino en la entidad?
Almudena: Yo voy a continuar dentro del área de Inclusión Social y Empleo pero voy a cambiar de programa y ahora voy a desarrollar mi labor en el programa de Personas Refugiadas. Se trata de un programa que siempre he admirado, entonces creo que me va a dar mucho a nivel profesional, voy a aprender mucho y va a ser un reto porque creo que es un programa complicado de gestionar por toda la crisis migratoria que hay a nivel mundial y todo los problemas que se están presentando.
Nuria: Por mi parte dejo el programa FEAD y voy a ocupar el puesto de Almudena como técnica del programa de Personas en situación de Extrema vulnerabilidad. Se trata de un trabajo muy completo y mi intención, sobre todo, es estar a la altura. Siempre he creído que los cambios son para enriquecerse y aprender y creo que este es una gran oportunidad para mí.
¿Cuál va a ser vuestra labor?
Almudena.- Trabajaré junto a Alicia Serrano, la cual va a ser mi nueva coordinadora, dando soporte al proyecto de Primera acogida, así como de todo lo relacionado con el aprendizaje del idioma. Se basará en dar apoyo con los recursos y dispositivos de Primera acogida.
Nuria.- Como técnica daré apoyo a la red territorial en el proyecto de Atención urgente a las necesidades básicas, el de Pobreza cronificada. Además, de campañas y donaciones
¿Cómo ha sido el recibimiento?
Almudena.- Muy bueno, desde el principio me he sentido como si siempre hubiera estado el grupo, en parte también porque conozco a las personas involucradas ya que compartimos espacio de trabajo. Además tienen muy buena actitud ante una labor que tiene mucho trabajo diario y creo que va a ser fácil la adaptación.
Nuria.- Por mi parte también muy bien, ya desde el primer día me han ayudado en todo y me han echado un cable para adaptarme lo más rápido posible.
«El principal logro es avanzar ante los retos que pueden presentarse este año»
¿Qué logros os gustaría conseguir en el próximo año?
Almudena: Sobre todo apoyar a la parte técnica y facilitar la labor de los/as compañeros/as que están a pie de calle, eso significará que estaremos haciendo bien nuestro trabajo para llegar a esas personas que lo necesitan.
Nuria: El logro principal es avanzar ante los retos que se nos presentan a lo largo del año. Además este año puede ser crítico ante la situación global, con nuevas realidades y necesidades. Entonces tenemos que estar ahí, participar y ayudar, junto a mi equipo de trabajo, en todo lo que se nos presente, así como en todo lo que nos pidan las asambleas.
¿Qué significa para vosotras pertenecer a Cruz Roja?
Almudena: Para mí es algo más que un trabajo, primero porque fue la entidad que elegí cuando quise ser voluntaria. Aquí me he formado tanto en lo profesional como en lo personal. Al final Cruz Roja es parte de mi vida.
Nuria: Cruz Roja es una parte fundamental en mi vida, a lo largo de mi trayectoria creo que he estado con la energía y la motivación necesaria para dar el máximo. Para mí significa ser partícipe de un movimiento global que llega a tantas personas y acontecimientos que me produce un orgullo muy grande.
¿Con qué principio fundamental os identificáis?
Almudena: Con el de «Humanidad», el hecho de estar cerca de las personas. Fue lo que me llamó para estudiar mi carrera profesional.
Nuria: También me identifico con ese principio. El trabajar para y con las personas, teniendo presente nuestra diplomacia humanitaria.
