Alberto García y Fran Moya son dos de los más de 2.000 personas voluntarias que han estado y están ayudando calle a calle, casa a casa y persona a persona en las localidades más afectadas por la Dana. Desde Comunidad de Madrid ya han salido varios contingentes del área de Socorros con destino a Valencia, con compañeros y compañeras de los Equipos de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIEs) y Equipos de Respuesta Básica en la Emergencia (ERBEs), así como varios vehículos y camiones con material de apoyo. Alberto y Fran pertenecen a los ERIE de Búsqueda y Salvamento Terrestre, y Albergue, respectivamente, y hemos podido charlar con ellos tras su vuelta de Valencia donde han podido vivir de primera mano la catástrofe, durante los 5 días que han estado ayudando en las labores de atención, apoyo y limpieza. En la siguiente entrevista puedes leer sus reflexiones y pensamientos tras su vuelta.
¿Por qué decidisteis ir a Valencia?
Fran.- En el grupo que tenemos de personas voluntarias de Emergencia se activó la alerta para poder ir a Valencia, y en función de mi disponibilidad, fui uno de los primeros en activarme para ir en el primer turno de 5 días.
Alberto.- Como ha comentado Fran, a nuestro ERIE también se le activó y acepté para poder ir en el primer contingente. A mi me motivó ir, el poder poner sobre el terreno todas las herramientas y conocimientos adquiridos en estos años de otras emergencias, como la pandemia.
Cuando llegáis a Valencia, ¿con qué os encontráis? ¿Os imaginabais la situación que os encontrasteis?
Alberto.- Con lo que habíamos visto en redes sociales y en la televisión te haces una idea, pero cuando llegas allí, la realidad que te encuentras supera todas las expectativas que te habías hecho. Fue poner los pies en el primer pueblo donde intervenimos, y te da un golpe de realidad muy grande ya que la catástrofe es 20 o 30 veces más grande de lo que te imaginabas. En cuanto a la labor de allí, lo primero que hay que entender es que a las y los compañeros de Valencia esto también les ha afectado de manera personal, por lo que también son víctimas de la DANA. Por eso, hay que agradecer a estos y estas compañeras su labor en los primeros días, y su organización hasta que pudimos llegar las y los compañeros de fuera, ya que fue bastante compleja la situación.
Fran.- Hasta que no llegas allí no te haces una idea de la realidad que hay. A mi me sorprendió la extensión de las zonas afectadas porque, después de tantos años en la emergencia, no había visto tanta extensión de una zona tan dañada.
«Hasta que no llegas allí no te haces una idea de la realidad que hay»
Contadnos cuál ha sido vuestra labor en los días que habéis estado por allí
Alberto.- En los primeros días, hemos tratado de aportar nuestro granito de arena en la zona cero, en los pueblos de Picanya, Alfafar, Massanassa, Paiporta, Sedaví, etc. En una primera labor, por parte del ERIE BST, preguntamos las necesidades en los pueblos para poder hacer un plan de contingencia. Es verdad que había necesidades que no podíamos cubrir, porque requerían de equipos más especializados o de maquinaria pesada, pero entre las necesidades que hemos realizado han estado la limpieza de calles, de sótanos, garajes, centros deportivos, farmacias, etc. También hemos hecho labores de reparto de comida, atención de personas dependientes, sobre todo, personas mayores no acompañadas, y mucho apoyo psicosocial, que a largo plazo es lo que más falta va a hacer.
Fran.- Nuestra primera intervención fue el reparto de agua en uno de los centros de distribución de uno de los pueblos afectados, por ejemplo. Pero sobre todo, lo que hicimos fueron labores de limpieza y desescombro en casas para poder liberar las zonas y accesos. Estuvimos también retirando barro para poder abrir accesos para los servicios de emergencia y para el acceso de las personas a las viviendas.
Alberto.- Teníamos el briefing con el resto de los equipos a las 7 de la mañana y no volvíamos a donde pernoctábamos hasta las 8 o 9 de la noche, de barro hasta arriba. Y lo volvería hacer las horas que hicieran falta, al igual que el resto de mis compañeros/as. Y quiero recalcar la unión de todos los equipos de todos los territorios, porque eso ha sido fundamental.
¿Cómo era la sensación de los vecinos afectados?
Alberto.- El trato de los vecinos y vecinas con nosotros/as ha sido súper humano. Nos han ofrecido incluso sus casas para poder alojarnos. La gente afectada está destrozada. A mi han habido situaciones que me han desbordado. Yo me tuve que salir de una intervención cuando vi a una chica de 20 años con un ataque de pánico muy grande, a la que la llevamos a un centro de salud improvisado en un colegio. La planta de abajo del centro era un centro de reparto de comida y ver las colas que se formaban y lo que te contaba la gente, impresionaba y te emocionaba mucho.
Fran.- Yo lo que he percibido es que, ante la gravedad de la situación y de que lo están pasando muy mal, las personas que están allí tienen una entereza y una paciencia que es de elogiar. Habiendo perdido todo o gran parte de su vida, siguen ayudando como el primer día.
«Las personas que están allí tienen una entereza y una paciencia que es de elogiar. Habiendo perdido todo o gran parte de su vida, siguen ayudando como el primer día. «
¿Qué ha sido lo más duro y lo más bonito?
Fran.- Lo más duro ha sido el trabajo de limpieza a pie de calle. El barro pesaba mucho, junto a los escombros, sumado a las horas de trabajo y a la incertidumbre de dónde íbamos a ir a ayudar. Y lo más bonito, como siempre, el agradecimiento de las personas.
Alberto.- Para mí, lo más duro ha sido la impotencia de no poder hacer más. Hay que estar organizados y hay que saber que hay que escalonar la respuesta porque esto va a durar mucho tiempo. También era muy duro vivir el momento en el que alguien se venía abajo, pero llegábamos todos y le dábamos un abrazo para poder sostener ese momento y poder reforzarle. Y con eso me quedo, con la labor emocional que también hemos hecho tanto nosotros/as como cualquier voluntario que estaba allí. Ver la cantidad de gente que iba de manera voluntaria a ayudar emociona, y mucho.
«También era muy duro vivir el momento en el que alguien se venía abajo, pero llegábamos todos y le dábamos un abrazo para poder sostener ese momento y poder reforzarle.»
¿Nos podéis contar alguna anécdota que os haya impactado?
Alberto.- Como comentaba antes, me impactó mucho la chica de 20 años que tuvo un ataque de ansiedad a punto de desmayarse, y aún así, nos decía que atendiéramos a otras personas que lo estuvieran pasando peor que ella. Esa solidaridad que se ha generado, me ha impactado mucho.
Fran.- Yo me llevo la cantidad de personas que están colaborando en la zona, tanto profesionales, voluntarios/as o vecinos/as de la zona. Me impresiona y me emociona. Y me quedo con las personas que habiéndolo perdido todo, se suman a ayudar. Ahí trabaja y echa una mano todo el mundo.
«Me quedo con las personas que habiéndolo perdido todo, se suman a ayudar. Ahí trabaja y echa una mano todo el mundo.»
En una catástrofe como esta se nota la experiencia que tiene nuestra organización en las emergencias?
Alberto.- Claro que se nota, porque la experiencia es un grado y cuanto más se entrena algo es mejor, pero también te digo que no hay simulacro que te prepare cuando se producen este tipo de situaciones. Estamos viendo que año tras años este tipo de acontecimientos climatológicos suceden más, no nos tenemos que ir muy lejos, cuando el año pasado sucedió la DANA en Aldea del Fresno y alrededores, y tenemos que que seguir mejorando en la gestión y en la coordinación de este tipo de situaciones.
Fran.- Allí, todo el mundo está aportando sus conocimientos y buena fe para mejorar día a día.
Ahora que habéis vuelto, tras unos días de poder haber digerido lo vivido, ¿qué recuerdo os queda?
Fran.- Cuando volví, en cuanto cerraba los ojos, lo único que me venía a la cabeza era la desolación de ver solamente barro. Y eso me sorprendió bastante. También recuerdo el cómo se volcó todo el mundo y me sigue emocionando.
Alberto.- No te haces a la idea de toda esta situación hasta que estás allí. Y luego, al volver, que tras 3 horas puedas estar en la normalidad absoluta, choca. A mi ahora se me pasa mucho por la cabeza el valorar lo que tenemos en el día a día porque en un momento lo tienes todo, y al rato siguiente, puede desaparecer. Y también, la solidaridad. Recordar toda esa solidaridad como pasó en la Covid-19, te anima y te ayuda a seguir para adelante.
«Cuando volví, en cuanto cerraba los ojos, lo único que me venía a la cabeza era la desolación de ver solamente barro.»
¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan la gente allí ahora mismo?
Fran.- Todo lo relacionado con la salubridad de las calles y de las zonas. La limpieza de las calles es fundamental y lo más importante.
Alberto.- Ahora viene la segunda emergencia. La gestión de residuos y el alcantarillado son claves ahora mismo para volver a la normalidad, así como el acceso al agua limpia en los grifos. La basura se está tirando en la calle, todos los escombros, los residuos, etc. Y también toda la atención psicosocial, por todo lo que va a producir, tanto a las personas afectadas como a los equipos intervinientes.
Actualización de los datos de intervención de Cruz Roja en Valencia
Además, para estar al día de todas las actualizaciones e informaciones, te recomendamos visitar siempre nuestros canales oficiales:
Instagram Cruz Roja Comunidad de Madrid.
Facebook Cruz Roja Comunidad de Madrid.
Twitter (X) de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid
Instagram Cruz Roja Española
Facebook Cruz Roja Española.
Twitter (X) DE Cruz Roja Española
En esta noticia hablamos del Objetivo de Desarrollo Sostenible 1,2,3 y 13 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.