Con motivo del Día Mundial de la Erradicación de la Pobreza, hemos querido charlar con una persona que tiene que ver con este día. Jaime Martínez López es una de esas personas extraordinarias que aparecen en nuestras vidas y que arrojan luz allí por donde pasan. Es una suerte que tras jubilarse haya querido compartir su sabiduría y experiencia en materia de desarrollo y crecimiento personal dentro de Cruz Roja, como voluntario tanto a nivel autonómico, como a nivel local dentro de la asamblea comarcal de Aranjuez.
Su labor se enfoca en la inclusión social de personas en riesgo de exclusión, a través de proyectos de empleo, personas mayores, y personas en situación de extrema vulnerabilidad. Desde hace siete años, Jaime se ha comprometido a mejorar la vida de aquellos que enfrentan dificultades, ayudándoles a identificar sus objetivos profesionales, superar obstáculos y generar un plan de acción concreto.
Una de las áreas más destacadas de su trabajo es el proyecto de Bienestar Personal y Activación Social, donde utiliza su experiencia en coaching para apoyar a personas en situaciones complejas, mayoritariamente mujeres, a través de talleres participativos. Estos talleres les brindan herramientas de autoconocimiento, ayudándoles a encontrar calma y mejorar su bienestar emocional, lo que les permite empoderarse y recuperar su autonomía.
El impacto de su labor es profundo, no solo por el conocimiento práctico que comparte, sino por su capacidad de motivar y acompañar a quienes más lo necesitan. Jaime se enriquece aprendiendo de la fuerza y resiliencia de las personas con las que trabaja, valorando su lucha por salir adelante. Su dedicación a Cruz Roja, a la que define como una red de amigos con un compromiso social inmenso, es un testimonio del poder del voluntariado para transformar vidas.
¡No te pierdas la entrevista con Jaime, apoyado por Begoña Fernández, técnica de gestión de proyectos de Inclusión Social!
¿Quién es Jaime?
Jaime.- Soy una persona jubilada de 69 años. Casi toda mi vida profesional me he dedicado a la gestión de Recursos Humanos en casi todas sus áreas, y dentro de cultura corporativa, he trabajado mucho con personas en riesgo de exclusión. Cuando me jubilo pensé en lo que iba a hacer, y me dije que me gustaría seguir trabajando con personas, pero enfocado a algo que me gusta mucho que es el coaching. Me puse en contacto con la asamblea de Aranjuez, y a la semana me incorporé como voluntario a la asamblea de Aranjuez hace 7 años ya.
¿Por qué en Cruz Roja?
Jaime.- He trabajado en otras entidades sociales, pero Cruz Roja me molaba más. Veía más tradición, más organización y menos personalismo. Aquí llego y aprendo.
¿Dónde empiezas a colaborar?
Jaime.– Empiezo a colaborar en el área de Empleo con Carolina. En el área de Empleo, me centro en trabajar con el objetivo profesional de las personas que están en búsqueda activa de empleo, tratando que las personas identifiquen su objetivo profesional, identificación de obstáculos para conseguirlo, recursos con los que cuentan y, finalmente, un plan de acción para alcanzarlo. Como esta práctica en Aranjuez estaba dando resultados, la asamblea me llevó a contar esta buena práctica en autonómico y desde el área de Inclusión Social, concretamente, desde Extrema Vulnerabilidad, les interesó la propuesta y la metodología, y la decidimos utilizar con personas vulnerables de este área tanto a nivel autonómico como a nivel local dentro de la asamblea de Aranjuez.
También colaboro en el área de Personas Mayores, con sus participantes y sus cuidadores. Aquí, lo que hicimos es enfocar sus creencias limitantes, como por ejemplo, la pérdida de un objetivo vital, enfocándonos en que estas personas pudieran recuperar un objetivo como motor de su día a día. Con los y las personas cuidadoras trabajamos la parte de quien les cuida a ellos, y la gestión de su tiempo para que puedan cuidar mejor.
Bego.- A raíz de la colaboración con Empleo, vimos la posibilidad de poder extrapolarlo a otros proyectos y se decidió hacerlo en Extrema Vulnerabilidad. Se firmó un acuerdo con la escuela Ben Pensante, escuela de coaching, para poder hacer sesiones de coaching en todas las asambleas de Cruz Roja. Por ejemplo, durante toda la pandemia se hicieron talleres de ventilación emocional. Jaime colabora y nos pone en contacto con un grupo de quince coachs que son los que están participando en otras asambleas. Además, este año hemos ampliado nuestra colaboración realizando los talleres de «Descubre tu mejor versión» dirigidas a participantes de todas las asambleas
Y llega la dedicación al proyecto de Bienestar Personal y Activación Social, que proviene del Programa de Extrema Vulnerabilidad, dentro de Inclusión Social. Pero antes de nada, vamos a poner en contexto para saber qué se hace en este proyecto.
Bego.- En el proyecto se dota de habilidades y competencias a las personas que tienen una situación complicada en su vida. Es un proyecto de acompañamiento que va de la mano de otros proyectos que ayudan a cubrir primeramente sus necesidades básicas. Una vez cubiertas, el proyecto acompaña en la parte más emocional, en la búsqueda de redes que les puedan ayudar y fomentar su autonomía. Para ello, desarrollamos talleres de apoyo emocional y también, también actividades de ocio, como pilar para poder ventilar y afrontar las situaciones complicadas que portan. El perfil que mayoritariamente llega a este proyecto son mujeres con responsabilidades familiares no compartidas, mujeres mayores, mujeres que han perdido su empleo y su red, etc. Al final, lo que queremos es que puedan acceder en igualdad de oportunidades a cosas tan sencillas como el ocio, y acompañarlas en ese conocimiento de su persona que fomente su autonomía y la empodere. Jaime está como voluntario autonómico en Bienestar personal haciendo talleres, y también en la asamblea de Aranjuez.
Jaime, sabemos que aplicas el coaching en los talleres que impartes dentro del proyecto. ¿Cómo se desarrollan estos talleres y qué impacto tienen en los participantes del proyecto?
Jaime.- El estado económico y social que tienen las personas que acuden a este proyecto les hace estar en un estado muy vulnerable y muy dolido. Por eso, en los talleres, lo primero que intentamos es que estén lo más confortable posible, para que así puedan entrar de mejor forma en su propio autoconocimiento. Hacemos cinco talleres de una hora que sean participativos y que les calen mucho, a los que llamamos ‘píldoras’, para que esos conocimientos los puedan utilizar cuando les hagan falta. Se proponen temas con muchos ejemplos, y damos la herramienta para que esas situaciones puedan tener solución.
Por ejemplo, la primera píldora es de autoconocimiento para que puedan reconocer en sí mismos qué les está pasando, a darse cuenta de cómo son, porque este es el primer paso para que se puedan liberar. También les ayudamos a cuestionarse las cosas sobre sus experiencias pasadas. Cuando se entienden mejor, se aceptan mejor, y esto les produce calma dentro de todas las circunstancias que rodean sus vidas. Además, si se les proporcionan ciertas herramientas, esto les ayuda a ir poco a poco mejorando su bienestar personal que les permita empoderarse y adquirir mayor autonomía.
«Cuando se entienden mejor, se aceptan mejor, y esto les produce calma dentro de todas las circunstancias que rodean sus vidas.»
Este proyecto trata de proporcionar consciencia en la igualdad de oportunidades y mejorar la autoestima de sus participantes. ¿Cómo se trabaja?
Jaime.- A las y los participantes les ayudamos a mejorar en sus objetivos. Por ejemplo, con una persona cuyo objetivo es cuidar a su cónyuge porque tiene alzhéimer. Nosotros le podemos ayudar para que esa persona se haga una serie de preguntas y reflexiones: para cuidarle mejor tengo que empezar a cuidarme mejor a mi mismo, qué tengo que pensar, etc. El punto de vista desde donde miramos las cosas es importante para que las personas de este proyecto puedan entender sus vidas, dejar de culparse, y encontrar alternativas válidas y alcanzables que les permita mejorar sus situación.
Bego.- En Extrema Vulnerabilidad se trabaja muy de la mano con Empleo, ya que muchas de las necesidades básicas se resuelven cuando la persona encuentra trabajo. Cuando una persona llega a Cruz Roja no llega diciendo ‘me siento mal’, llega con una necesidad básica (empleo, alquiler, problemas familiares, etc.) y, a partir de ahí, se les ayuda a gestionar las emociones que pueden hacer que mejore su estado vital. Tratamos de que las personas que entran en el proyecto puedan ver la vida desde otro prisma, facilitándoles herramientas que mejoren su autoestima y su independencia a través del autoconocimiento y objetivos personales, para que, en el caso de que se se vuelven a ver en una situación similar, tiren de esas herramientas, puedan enfrentarse a ella y resolverla.
¿Y cómo sale la gente de los talleres?
Jaime.- Nosotros lo intentamos hacer todo muy fácil con juegos, con ejemplos muy sencillos y básicos para que puedan entenderlo. Ejemplo: el estrés, les explicamos las consecuencias del estrés, que ellos ya ven, y les contamos el mecanismo y la herramienta, por ejemplo, que si se sienten estresados tienen que hacer algo de actividad física para calmar ese estrés. La gente sale contenta. Por ejemplo, una participante me dijo que ‘le hacía soñar’, y eso es porque les ayudamos a generar alternativas a sus situaciones, ayudándoles a verlas posibles.
¿Nos puedes contar algunos datos sobre el impacto de estos talleres?
Jaime.- En el formato autonómico, hacemos dos sesiones grupales: autoconocimiento, y cómo podemos trabajar el objetivo personal. Hemos hecho cinco sesiones en el primer semestre del año participando alrededor de 60 personas. A partir de ahí, les ofrecemos sesiones particulares para profundizar en su propio proceso, con una media de 3 sesiones. Aquí, fijan su objetivo, profundizamos con ellos en los impedimentos y en las herramientas que les pueden ayudar a vencer los obstáculos. Redactan un plan de acción con fechas y esto se convierte en su guía. Además, aprenden una metodología para poder enfrentarse a situaciones nuevas.
¿Qué es lo que más te gusta de tu voluntariado?
Jaime.- Qué aprendo mucho trabajando con las personas, porque me enseñan mucho su capacidad de aguante y de lucha. Sus ganas de salir adelante y de luchar por conseguir su objetivo, me llenan mucho.
¿Qué le dirías a una persona para que pueda hacer voluntariado?
Jaime.- Qué es maravilloso trabajar con personas. Y que si deciden hacerlo, que busquen una organización que tenga experiencia y que les de un red de apoyo, como es Cruz Roja.
¿Qué es para ti Cruz Roja?
Jaime.- Es un grupo de amigos que se dedican a una intensa labor social sin darse importancia alguna.
Bego, ¿qué le podemos decir a Jaime?
Bego.- Lo primero, que él no lo ha dicho, va a empezar a colaborar como voluntario en Móstoles con sesiones grupales de coaching. Es un lujo trabajar con él porque se aprende mucho. Es maravilloso ver cómo hace los talleres, como la gente se queda prendada y cómo les impacta. Estos talleres están funcionando muy bien y esto es gracias a personas como Jaime.
Nota: Bienestar Personal y Activación Social es un proyecto cofinanciado por la Comunidad de Madrid a través de los fondos provenientes de la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Enhorabuena por esta magnífica entrevista !!!
Que buen trabajo estáis realizando y desde luego.. que afortunados sois por contar con la colaboración y los conocimientos de Jaime !!!
Fue un magnífico profesional en el área de recursos humanos .. y lo continúa siendo en este ámbito del voluntariado .. y siempre con empatía y humildad y generosidad !!!