A nadie le es indiferente el excelente trabajo que ha desarrollado en los últimos años nuestra compañera Laura Zolle en el área de Extrema Vulnerabilidad. Su compromiso, dedicación y pasión hacia Cruz Roja han hecho que Laura haya asumido un nuevo reto dentro de la casa como Directora Técnica de la asamblea local de Getafe.
Con más de 20 años de trayectoria en Cruz Roja, es una persona entusiasta ante los nuevos retos, lo que le hace afrontar esta etapa con mucha ilusión, responsabilidad y grandes ideas para continuar con el desarrollo de la organización en su asamblea.
Por todo ello hemos querido charlar un ratito y poder conocer más de cerca a Laura, sus nuevos objetivos y todo el aprendizaje adquirido en Intervención Social para que ahora lo pueda aportar en la asamblea de Getafe.
Laura, cuéntanos, ¿Cuánto tiempo llevas en Cruz Roja y qué labores has desempeñado?
Yo me incorporé en el año 2000 como voluntaria de Cruz Roja Juventud en la asamblea local de Móstoles. Desde allí participé en los programas de CRJ y de Formación, principalmente, tanto a nivel local como autonómico.
En el año 2006 me incorporé como trabajadora social, a nivel laboral en la asamblea comarcal de Tajuña y allí he estado hasta 2014, momento en el que me incorporé a la Coordinación del programa de Mayores. Desde ahí he coordinado varias áreas, Mujer, Refugiados y Extrema Vulnerabilidad, en diferentes momentos, aunque a veces algunas las he coordinado juntas. Y hace una semana me he convertido en la DT de Getafe.
¿Cómo surge la oportunidad de postularte y asumir este nuevo puesto?
Bueno, surge porque Patricia, la anterior DT, ha solicitado una excedencia y yo ya había solicitado hace años un cambio hacia un puesto de Dirección Local. Las compañeras y compañeros de Recursos Humanos, valorando esta petición y mi trayectoria, me han propuesto venir a cubrir la excedencia de Patricia y acepté el reto.
«Desde el primer segundo como DT estoy intentado empaparme de la actividad de la asamblea para poder colaborar a que los objetivos se cumplan»
¿Cómo te planteas esta nueva etapa en Getafe? ¿cuáles crees que son los retos que tienes por delante en la asamblea?
Getafe es una asamblea muy potente, creo que hay una base muy buena de trabajo a nivel empresarial, que hay que impulsar y consolidar para conseguir alianzas que nos permitan desarrollar más actividad. Es un municipio muy grande, casi 200.000 habitantes y con muchas necesidades sociales a las que poder atender.
En Getafe hay una excelente colaboración con el Ayuntamiento, tanto con los Servicios Sociales como con otras áreas. Creo que mantener esa base e impulsar acciones innovadoras que den respuesta a las necesidades de la población que atendemos, es un poco el reto que está sobre mis hombros para ejercer durante el tiempo que esté aquí.
¿Cómo ha sido la llegada a la asamblea, las primeras tareas al llegar y aterrizar en todos estos proyectos?
La acogida ha sido maravillosa, tanto el equipo técnico como las personas voluntarias y referentes me han recibido con los brazos abiertos. A muchas ya las conocía, porque desde la oficina autonómica he tenido mucha relación con las locales, siempre he intentado ser muy cercana para conocer de primera mano los proyectos.
En Getafe hemos tenido encuentros de toda la red de Extrema Vulnerabilidad, hemos hecho eventos con Mayores, hemos formado los equipos con relación al MAP con las distintas dificultades y situaciones que tenía.
Durante estos días, estoy teniendo un acercamiento con todas las áreas para conocer en qué punto están, cómo puedo colaborar desde la dirección técnica a que los objetivos se cumplan y qué necesitan que les pueda facilitar.
También intento que el traspaso de personas tenga el menor impacto posible, no ser una persona que desconozca la actividad, sino que he intentado empaparme desde el primer minuto. Además he tenido a Patricia a mi lado durante 2 semanas en el traspaso, y creo que me ha ayudado mucho a aterrizar en la realidad de la asamblea.
«La etapa en Extrema Vulnerabilidad ha sido un trabajo de carrera de fondo y, a veces, de velocidad para intentar llegar en tiempo récord a reformular y poner en marcha los proyectos»
De tu última etapa en Extrema Vulnerabilidad, ¿qué aprendizajes te llevas y cómo valoras los proyectos que has llevado a cabo?
Creo que ha sido una temporada y una etapa muy intensa. Partíamos de una realidad de intervención que tenía un sesgo asistencialista, y hemos intentado reconvertir los proyectos en una línea de crear itinerarios con las personas. Ha sido un trabajo de carrera de fondo y a veces de velocidad para intentar llegar en tiempo récord a reformular y poner en marcha en las asambleas los proyectos, en base a las necesidades de las personas que atendemos en la Comunidad de Madrid.
Hemos creado espacios y elaborado un plan de formación, protocolos comunes, materiales para que toda la red tenga criterios uniformes de trabajo. Creo que se ha sentado una base para que ahora se tenga una buena base marcada para seguir, que además es la línea de Oficina Central.
Otra cosa de la que nos sentimos muy orgullosas es de haber consolidado equipos de personas voluntarias autonómicas para crear un servicio jurídico de información a la red, que era muy necesario. También nuestros voluntarios/as coaches, que trabajan la autoestima y la seguridad, y son bases para trabajar con la población que atendemos. Aunque el mayor reto creo que ha sido RESPONDE, que durante meses nos ha tenido muy ocupadas.
¿Cuál crees que es el sello personal, la impronta que intentas dejar en los equipos?
Creo que a nivel personal soy una persona entusiasta. A nivel de fortaleza, siempre trato de buscar un reto y dimensionar cómo se puede alcanzar. Nos vamos a caer, encontraremos piedras en el camino, pero no pasa nada porque somos humanos. Pero estoy convencida de que juntos y formando equipo, podemos conseguir esos retos que nos planteemos.
También creo que tengo respeto máximo por todas las personas con las que trabajo, y eso ha sido algo bidireccional en los equipos en los que he estado.
«La pandemia nos ha obligado a ver la realidad desde otra perspectiva, y personas que tienen otras vulnerabilidades más allá de las económicas, y con las que creo que Cruz Roja tiene que participar y poner el foco»
Ahora mismo, la pandemia por Covid-19 es uno de los grandes retos que tenemos por delante como sociedad, ¿cómo está afectando en Getafe, cuáles son las principales necesidades o vulnerabilidades de las personas que atendéis en vuestros proyectos?
Si nos ceñimos a las necesidades básicas como alimentación, ropa, cuestiones básicas… el incremento ha sido visible. Con los compañeros con los que he estado viendo datos en el municipio, hemos incrementado considerablemente nuestra intervención. Es verdad que había personas que ya teníamos identificadas su vulnerabilidad económica, y la pandemia la ha agravado.
Sin embargo, para mí la pandemia nos ha obligado a ver la realidad desde otra perspectiva, y personas que tienen otras vulnerabilidades más allá de las económicas, y con las que creo que Cruz Roja tiene que participar y poner el foco. Por ejemplo la soledad, que han sufrido muchas personas de nuestro entorno, creo que tenemos que dar respuesta a esa situación que nos encontramos. No solo en personas mayores, en personas con falta de conocimientos digitales u otras carencias, viven esa situación.
«Una de las grandes cuestiones que ha puesto de relieve la pandemia ha sido la importancia de trabajar en la brecha digital con las personas con las que participamos.»
Tenemos que trabajar tanto el acceso como el uso de tecnología digital, para muchas cuestiones, no solo búsqueda de empleo, sino relación con familiares o gestiones de cualquier tipo.
Por centrarme en Getafe, más allá de las necesidades básicas, se nos ha abierto también una visión sobre estos dos planos: soledad y brecha digital. Los equipos ya están trabajando en esa línea, en dimensionarla de otra manera, porque cuando pase la pandemia seguirán estas necesidades. El gran reto de la organización creo que es trabajar las competencias digitales, y creo que hay áreas que ya tienen muy avanzado este planteamiento, pero en otras aún tenemos que dinamizarlo.
En cuanto al voluntariado de los proyectos, ¿cómo ha sido este año y cómo ha impactado la pandemia en el voluntariado de Getafe ?
Ha sido muy raro, había solicitudes de personas que querían hacer voluntariado y no han podido por la pandemia. De hecho, tenemos personas voluntarias que están haciendo su actividad desde casa, pero hay otras que por distintas dificultades no están pudiendo hacer una actividad continuada más allá de acciones puntuales que las limitaciones de su situación les permite.
En Getafe tenemos muchas personas voluntarias y de participación activa, pero este año habrá que ver la tendencia que tenga la pandemia y cómo impactará en esta participación. Desde luego que a diario las personas voluntarias se mueven, se incorporan nuevas personas que ofrecen su solidaridad a Cruz Roja para brindar ayuda. Es cierto que eso ha provocado un reemplazo elevado, pero la implicación y participación de voluntariado de Getafe ha sido muy alta.
¿Qué significa para ti la frase «ser de Cruz Roja»?
Para mí, ponerme el chaleco de Cruz Roja representa dos cosas: es orgullo y es responsabilidad. Es llevar la imagen de la organización y de todos los principios que conlleva. El orgullo, es el de estar en una organización que me ha visto «nacer» profesionalmente ya que llevo aquí desde los 18 años, y la responsabilidad que implica que cuando te pones un chaleco, no eres Laura, eres la Cruz Roja y estás representando sus valores.
