Diciembre es el mes de cierre del año y, en esta ocasión, también es el mes en el que se cierra la etapa laboral de una gran profesional y mejor persona. Maite de Miguel, directora del área de Salud y Medio Ambiente, tras 9 años en Comunidad de Madrid y 21 en total dentro de Cruz Roja, pone fin a su etapa profesional. Se jubila y lo hace de la mejor manera, orgullosa de toda una vida dentro de la casa y con el apoyo de todo su equipo. Maite es corazón, empuje, energía y fuerza, y todo este cóctel de emociones y sentimientos han posibilitado muchas de las buenas acciones que Cruz Roja en la Comunidad de Madrid ha desarrollado en los últimos años dentro del área de la Formación y de la Salud y el Medio Ambiente.
Por ello, hemos querido entrevistarla para poder repasar toda una carrera y hablar sobre temas como los retos de Cruz Roja, el personal laboral, el voluntariado y el futuro de la propia entidad.
¿Cuál ha sido tu trayectoria en Cruz Roja en la Comunidad Madrid?
Llegué a Cruz Roja de la Comunidad de Madrid a finales del 2013, de la mano de la Escuela de Enfermería, que hasta entonces dependía del Departamento de Salud y Socorros de Oficina Central. A mediados del 2014 me nombraron Directora Autonómica de Formación, puesto en el que estuve hasta que en el 2016 se desdobló el Departamento de Socorros, Salud y Medio Ambiente en dos áreas, una de Socorros y Emergencias y otra de Salud y Medio Ambiente, de la que he sido responsable durante todo este tiempo.
En el último puesto que has desempeñado en la Dirección de Medio Ambiente y Salud, ¿cuál crees que ha sido la evolución de esta área desde que llegaste hasta la actualidad?
La decisión de separar Salud y Medioambiente de Socorros fue un paso decisivo para potenciar estas áreas con identidad propia, ya que Socorros y Emergencias representa una carga de actividad muy importante que hace difícil poder simultanear la gestión eficaz de otras acciones.
«La decisión de separar Salud y Medioambiente de Socorros fue un paso decisivo para potenciar estas áreas con identidad propia»
En este tiempo hemos logrado que Salud y Medioambiente tenga presencia en todas las asambleas locales y que todas las áreas, tanto las de actividad como las de apoyo, sientan que son acciones transversales, inherentes a los principios de nuestra Organización que son necesarias potenciar. Esto es fundamental, porque antes de que existiera un Departamento con entidad propia, no había sido posible contar con referentes de salud en la gran mayoría de las Asambleas, lo que hacía muy difícil desarrollar la actividad.
Algo que quiero destacar, de lo que estoy especialmente orgullosa, y que en la Jornada Autonómica de Salud y Medioambiente del 8 de noviembre se me hizo patente y me llenó de satisfacción, notar que realmente hemos sido capaces de formar un equipo, más allá de los territorios y de los puestos, con una misión común. Ver que el personal del ámbito local, técnico y voluntario, ha integrado de manera fluida y natural las acciones medioambientales con las de salud, aportando y compartiendo experiencias e ideas con compañeros de otras Asambleas y de otras áreas, es lo realmente nos confirma que el trabajo conjunto es la clave para avanzar y poder llegar más lejos y mejor.
En estos días, valorando la consecución de los retos de este año, vi que en todas las asambleas locales, incluidas las más pequeñas, que son las que lo tienen más complicado, se han desarrollado acciones en las dos áreas.
En cuanto al área de Medioambiente, las acciones de sensibilización han crecido mucho. Es cierto que el ‘Llamamiento contra el cambio climático y la pobreza energética’ ha contribuido en gran medida a dar visibilidad y relevancia a nuestro compromiso medioambiental, pero no hay que olvidar la gran importancia de nuestro voluntariado como protagonistas e impulsores del cambio de cultura y conciencia respecto a la importancia de la Salud y el Medioambiente en la actividad diaria que desarrollan, trabajando de manera colaborativa en diferentes proyectos de su ámbito territorial, siendo el germen del nuevo modelo de trabajo por competencias y capacidades.
¿Cuáles son los retos y las mejoras a las que tiene que enfrentarse el área de Salud y Medioambiente en los próximos años?
Mantener la ilusión dentro del equipo, seguir trabajando codo con codo y de manera transversal, compartir más el conocimiento, identificar problemas puntuales, poder apoyar a nuestros propios usuarios, y hacer una integración de la Salud y del Medioambiente dentro del modelo de atención.
Dentro de las actuales líneas estratégicas de acercarnos más a las personas de una manera integral, es primordial adecuar más las herramientas disponibles para adaptarnos más a las poblaciones a las que nos dirigimos y poderles brindar respuestas adecuadas a sus necesidades.
A nivel general, necesitamos tener espacios de reflexión para saber dónde estamos, qué estamos haciendo y cómo podemos enfocar posibles soluciones. Creo que tenemos que compartir más cosas, ser capaces de dar más, de sacar más jugo a las herramientas que tenemos a nivel informático. Trabajar en equipo de una manera más operativa, más automática, más interiorizada. Darle al voluntariado un papel más protagonista, adecuado a sus conocimientos, habilidades y expectativas, sin olvidar que son “voluntarios”.
Creo que vamos por el buen camino, pero eso hay que trasladarlo a la gente y nos lo tenemos que creer. Tenemos que ser más valientes, más sinceros, más permeables. Todo puede conseguirse si se traslada de manera adecuada y todos bogamos, convencidos, en la misma dirección.
Hay que dejar claro cuáles son las directrices de la Organización, las líneas estratégicas en las que ha decidido ir y asumirlas, pero dejar también más aperturismo para que las personas puedan ser más autónomas, más libres. Yo no soy miedosa, pero también es cierto que ello me ha llevado a veces a situaciones que me ha complicado la vida. Creo que volvería a afrontarlas porque es mi forma de ser, y que con el paso de los años he podido, aunque no siempre, trasladar mejor mis reflexiones, mis propuestas y controlar más la impulsividad. Mantengo mi convicción de la importancia de mantener nuestros principios, de ser fiel e íntegro a lo que tu consideres.
¿Cuál crees que ha sido tu huella dentro de Cruz Roja Madrid?
Me gustaría dejar la creencia de que colaborando y hablando se llega mucho más lejos, que hace falta reflexionar, pensar y actuar con más cabeza. Hay una frase que yo digo siempre: “que lo mejor siempre es enemigo de lo bueno”. Que se puede hacer equipo desde la adversidad, que la resiliencia es nuestra mejor arma, que lo importante no es mantenerse siempre firme, sino levantarse todas las veces que sea necesario.
Me siento querida por la gente con la que trabajo, me siento arropada en las asambleas, percibo que respetan el trabajo realizado, porque lo hemos hecho en conjunto, y también que la mayor parte de las veces se sienten escuchados, aunque hay veces que no compartamos cosas y que se planteen situaciones o hechos o proyectos en donde yo haya dicho “no lo veo” o “lo veo, pero ahora no lo podemos hacer”.
«Me siento querida por la gente con la que trabajo, me siento arropada en las asambleas, percibo que respetan el trabajo realizado, porque lo hemos hecho en conjunto»
Soy una persona asertiva y abierta al cambio, creo que soy positiva, aunque en ocasiones mi asertividad se haya visto como una negativa a realizar cosas. Soy directa e intensa, muchas veces parezco brusca, pero mi forma de ser y de plantear las cosas es posicionarme inicialmente como abogado del diablo cuando me ponen un reto delante, para ir buscando posibles soluciones a las dificultades que podemos encontrarnos ante una nueva situación o un nuevo proyecto.
Quienes me conocen de hace mucho tiempo saben que eso es así y que, al final, soy una persona totalmente abierta a cualquier colaboración o innovación. Me he pasado la vida gestionando cambios. Mi vida ha sido una continua gestión de cambio en lo personal y en lo profesional. He cambiado muchas veces de trabajo, de escenarios, he tenido diferentes equipos, etc., y de algo que me puedo enorgullecer es que sigo teniendo amigos y amigas desde el colegio y en todos los equipos con los que he trabajado.
¿Cómo crees que es en Cruz Roja Madrid la relación entre todos los estamentos con el fin de estar más cerca de las personas?
Yo creo que tenemos que seguir trabajando para estar más cerca de las personas. Esta organización es muy grande, y tienen que sentirnos próximos.
A veces, desde los despachos, desde los puestos de dirección, con nuestra mejor intención queremos lograr cosas que no se ajustan a la realidad de la población que atendemos. Las personas que están en el día a día de la actividad, los que están en contacto con los usuarios, con las poblaciones, tienen que sentir que las personas de Dirección y Gestión estamos trabajando con y para ellos, para hacer realidad nuestro objetivo, para lograr que no se quede solo en una frase. No solo es una cuestión de reuniones o de visitas periódicas, es algo más complejo y, al mismo tiempo, más sencillo, es que sintamos que todos formamos parte de un todo, que somos piezas diferentes con funciones distintas, pero todas necesarias. Eso es algo que se siente o no se siente.
En mi caso, por ejemplo, me siento parte del equipo de las asambleas. Esto también contribuye a que el trabajo salga de una manera más fluida, que el esfuerzo, sin ser menor, se haga con más ilusión y parezca que cuesta menos y nos da más satisfacción.
Hace tres años habría sido impensable poder organizar, como se ha hecho este año en pocos días, una actividad como el ‘Desayuno saludable’ que se hizo para conmemorar el Día de la Alimentación siguiendo una propuesta de Salud de Oficina Central. Participaron todas las asambleas locales, se trabajó en colaboración y armonía con comunicación, servicios generales, recursos humanos, con las asambleas locales. Hubo, como en cualquier directo, alguna cosa mejorable, pero podemos decir que fue un éxito. Y el trabajo en equipo no se ha limitado a ese día, lo hacemos de manera habitual con otras áreas y ámbitos, como ha quedado demostrado en a las actividades desarrolladas en el Día Mundial Contra la Diabetes con Oficina Central, en el Día Mundial del VIH ó en la Semana de la Movilidad entre otras.
Algo que también hemos logrado ha sido la estrategia de comunicación alcanzada en temas de Salud y de Medio Ambiente, con una agenda anual acordada y un procedimiento de trabajo homogéneo, algo que hace unos años no teníamos. Ahora en las campañas de comunicación vamos a una. Esto, me parece, que ha sido un logro y ese es el germen por el que tenemos que seguir haciendo desde todas las áreas. Me gustaría poder olvidarnos del yo y hablar del nosotras y nosotros.
¿Cómo ves, siendo parte del personal laboral, que evoluciona la relación entre el personal laboral y voluntario en Cruz Roja?
Yo creo que estamos en un momento de giro. La situación del voluntariado también es difícil. Tenemos que inventarnos nuevos modelos de participación y para inventar cosas, debemos pensar.
El tema de voluntariado, que muchas personas lo ejercen con una maestría envidiable, es el saber que la persona con la que estoy trabajando es un igual en otras circunstancias. Es complejo porque tenemos que tener personal voluntario que estén conformes y contentos con la actividad que realizan, ajustados a sus disponibilidades y capacidades, pero también tienen que estar capacitados para realizarlas. Reunir capacidad, conocimientos, habilidades y satisfacción por hacerlo, no siempre es sencillo.
No se trata sólo de alcanzar un número de personas voluntarias determinado, sino de que sean las personas idóneas para la actividad que las personas que atendemos necesitan. Algunas veces forzamos la máquina, y las personas somos una maquinaria delicada. No es lo mismo hacer sensibilización ambiental que hacer sensibilización para la prevención del VIH o para fomentar unas relaciones sexuales saludables, la primera es más generalista, las creencias y la cultura de las personas no tienen tanta importancia como en las segundas. Si una persona tiene unas creencias o cultura, que le dificulta poder realizar una actividad concreta, no debería realizarla hasta que no pueda anteponer los principios de neutralidad e imparcialidad de una manera efectiva. Si dejamos que lo haga sin estar preparado para hacerlo de una manera neutral y objetiva, como Cruz Roja no lo estaremos haciendo bien.
Creo que todas y cada una de las personas que trabajamos en Cruz Roja, tanto con un compromiso laboral como voluntario, debemos tener muy claro nuestro papel social como organización y, en un momento dado, plantearnos que, si no podemos hacer algunas cosas de acuerdo a nuestra esencia, adaptada a la evolución de los tiempos y a los cambios de nuestra sociedad, quizás sería preferible no hacerlas. Hay mucho trabajo por hacer, pero creo que deberíamos plantearnos que puede ser más eficientes hacer menos cosas, pero las que hagamos, hacerlas mejor.
¿Qué has aprendido durante estos años en Cruz Roja Comunidad de Madrid?
He aprendido a reflexionar más, a que el camino más rápido para llegar a un sitio no siempre es el más corto. También he aprendido mucho de todas las personas con las que me he encontrado, de las cosas buenas, de las regulares, de los errores, de los aciertos, de los propios, de los ajenos, de mi equipo del día a día, de mis colegas del Consejo de Dirección, de los Presidentes y las Presidentas, de nuestros voluntarios, de los compañeros y compañeras de las Asambleas, de otros Departamentos, de Oficina Central, de otras provincias… y por supuesto de la Escuela de Enfermería, donde comencé mi andadura en Cruz Roja. Todas y cada una de las personas con las que nos cruzamos son pasos que nos enriquecen.
«Todas y cada una de las personas con las que nos cruzamos son pasos que nos enriquecen»
¿Para ti que significa la palabra “pertenecer” a Cruz Roja?
Es algo que debería estar más vinculado a nuestra esencia como seres humanos que al estar en una organización. Es más, una cuestión de ser que, de estar, más de principios que de marca.
¿Qué diferencia a Cruz Roja de otras entidades sociales?
El tamaño, la representatividad, la imagen, la antigüedad, la presencia internacional y el capital humano. Sobre todo, el capital humano.
¿A partir de ahora cuál es tu panorama?
Improvisar, vivir, no hacer planes a largo. Ceso en funciones como responsable de Salud y Medio Ambiente en Comunidad de Madrid el 20 de diciembre, cojo aire en las fiestas y retomo mi actividad en enero en Salud de Oficina Central hasta mayo. Mi marcha no es un adiós, sino un hasta luego. Hay muchas personas que me han pedido que siga colaborando, aunque sea puntualmente. Mantendremos los vínculos.
Mi idea es aprovechar mi nueva etapa para visitar amigos lejanos, disfrutar de la naturaleza, de más calma, pasear, fotografiar, leer, estar con gente. Sé que voy a estar entretenida y que si me aburro no pasa nada. El aburrimiento para mí es una fuente de creatividad, y hace falta reírse y estar solo con uno mismo. Aspiro a ganar serenidad.
¿Qué les dirías a aquellas personas que han compartido contigo el camino el Cruz Roja?
Me gustaría que me recordaran con cariño, y que piensen que todo lo que puede venir tras de mí, será mucho mejor.
¡Te deseamos todo lo mejor en esta nueva etapa que inicias, Maite!
