Virginia Ruiz, arquitecta de formación, y Andrés Cabrerizo, formado en Dirección y Administración de Empresas, son dos recientes incorporaciones al equipo de Cruz Roja, como técnica del área de infraestructuras y técnico del área de logística y flota, respectivamente. Su llegada ha traído consigo una mezcla única de experiencia y entusiasmo, así como una nueva perspectiva para el área de Servicios Generales. En esta entrevista, comparten sus reflexiones sobre sus primeras impresiones, los desafíos que enfrentan y sus objetivos para el futuro en esta emblemática institución.
Desde su trayectoria profesional previa hasta sus expectativas para el futuro en Cruz Roja, ofrecen una visión fascinante sobre el papel fundamental de la logística y la infraestructura en el funcionamiento diario de la organización. Su compromiso con el bienestar de la comunidad y su deseo de hacer una diferencia tangible en la vida de las personas, son evidentes en cada palabra que comparten.
A través de sus historias personales y sus motivaciones, recuerdan la importancia de la pasión y la implicación en el trabajo humanitario. Su capacidad para adaptarse a nuevos desafíos y su dedicación para aprender y crecer en su puesto en Cruz Roja son inspiradoras y ejemplifican los valores fundamentales de la organización.
¿Cuál es vuestra trayectoria?
V: Soy Virginia, arquitecta y vengo de un estudio de arquitectura, reformas e interiorismo, tras tres años trabajando allí. En este lugar aprendí a diferenciar todo aquello que me gustaba de las obras, los planos y la dirección. Tras esta experiencia, estuve un año trabajando en una constructora, como arquitecta también, donde me encargaba, además de la parte de diseño, de los presupuestos y la parte técnica, que es lo que vengo a hacer precisamente aquí, en Cruz Roja, donde llevo tan solo dos semanas.
A: Soy Andrés, estudié dirección y administración de empresas (ADE), junto con un máster de logística. Al principio, tras estudiar, mi trabajo se centraba más en el ámbito de la consultoría (auditorías y todo lo relacionado con ese ámbito). Mi última experiencia laboral fue en DHL, centrada sobre todo en materia de aduanas, aunque realmente lo que me interesaba era lo relacionado con la flota. Es cuando vi la oportunidad aquí en Cruz Roja, donde llevo dos meses.
¿Qué conocíais de Cruz Roja antes de entrar aquí?
A: El ámbito humanitario, sobre todo. Sabía que ayudaban a personas de la tercera edad, o en situaciones desfavorecidas, incluso que había ayuda internacional, sobre todo a raíz de la guerra de Ucrania. Pero no era consciente del gran tamaño de la institución. No conocía, por ejemplo, la existencia de la Media Luna Roja hasta llegar aquí. Me di cuenta, además, de la gran cantidad de recursos y equipos que hay detrás de Cruz Roja. Solo en la Comunidad de Madrid tenemos más de 100 vehículos, por ejemplo.
V: Antes de trabajar aquí fui voluntaria en Cruz Roja. Toda la parte técnica de mi carrera la he compatibilizado con el voluntariado. Me fui con Arquitectos sin fronteras a Senegal, he estado con refugiados sirios, entre muchas otras cosas, pero una de las partes más bonitas de esta etapa de voluntariado fue con Cruz Roja, en San Fernando de Henares – un albergue para chicos- y en el centro de Mejorada del Campo, en otro albergue, donde pude estar haciendo acompañamiento a chicos que habían saltado la valla o habían llegado en patera. Gracias a eso conozco cómo funciona un poco desde dentro y, además, tengo la suerte de que mi madre es trabajadora social, por lo que también es una persona cercana a Cruz Roja y ha podido contarme, desde que era muy niña, lo que significaba Cruz Roja y la importancia que tiene.
Como voluntaria y ahora trabajadora, ¿cambia mucho la situación?
V: Cambia en el sentido de que ahora estoy haciendo algo completamente diferente, estoy como arquitecta, haciendo lo que se me da mejor, para poder mejorar esa parte. Cuando estaba como voluntaria, mi trabajo era intervenir directamente en mejorar la condición humana, lo que me ayudó mucho, ya que estar en la calle impacta mucho más.
¿Qué os llamó la atención de las ofertas de Cruz Roja? ¿Por qué decidisteis aplicar?
A: Creo que pensar que lo que estoy haciendo, de algún modo, está ayudando a un bien humanitario. Que las ambulancias, lo servicios de emergencia, estén operativos, tiene también una retribución social.
V: Para mi era como un sueño poder compatibilizar esas dos ramas de mi vida que siempre he tenido muy en paralelo, la parte social y la parte técnica. Mientras estaba estudiando la carrera siempre me planteaba hacer un máster que uniese ambas facetas, pero la realidad que te encuentras en arquitectura es que, por muy social que quieras plantearlo, se pierde un poco el punto. Cuando vi la oferta pensé que era la mejor manera de compatibilizar estos dos puntos y de traer lo humano a lo que hago todos los días.
¿Cuáles son aquellos atributos que marcan la manera en la que trabajáis?
V: En mi caso diría la sensibilidad y la pasión que le pongo a todo para ejecutarlo de la mejor manera posible. Mi mayor punto es la sensibilidad, cuando intento centrarme en el detalle para hacer que quede lo mejor posible. Fijarme hasta el final.
A: Por mi parte creo que es la implicación. No hacer el trabajo, irme a casa y olvidarlo, sino que pongo una parte de mí, algo personal. También, de alguna manera, el compañerismo, tratar de ayudar a las personas con las que comparto espacio de trabajo.
¿En qué consiste vuestra labor del día a día?
A: Estoy en Flota y Logística, como técnico autonómico. Por un lado, está la parte de flota, que se traduce en gestionar todos los vehículos para que estén operativos y que las diferentes asambleas dispongan de ellos para realizar sus actividades. Hay que tener en cuenta que son vehículos que están continuamente en movimiento, con sus respectivas incidencias, y es necesario mantenerlos en orden para su eficaz funcionamiento. Por otro parte, está la logística, que, por ejemplo, se basa en brindar apoyo cuando una asamblea se traspasa de un sitio a otro, o las diferentes solicitudes de las asambleas cuando necesitan que se les lleve algo, etc.
V: Soy técnica de infraestructura y mi trabajo se basa, principalmente, en encargarme de todas las obras que están pendientes, en la ejecución de las mismas, en el mantenimiento o en todos los fallos que puedan ir surgiendo. Hacerme cargo de la reforma tanto de edificios de obra nueva, como instalaciones que ya tiene Cruz Roja, desde la coordinación de equipos, el trato con las constructoras, control de presupuestos o las necesidades que vayan surgiendo.
Es cierto que entráis en un área, Servicios Generales, que está en un segundo plano en lo que se ve de Cruz Roja, pero que a la vez es muy importante para que todo funcione. ¿Por qué es importante poner en valor vuestra labor?
A: Creo que al final sin nosotros, la parte más visible de Cruz Roja, ese ámbito humanitario, no podría funcionar. Sin ambulancias operativas, por ejemplo, no habría actividad, directamente. Somos como una especie de motor. Ahora mismo, por comentar un caso específico, poco antes de que llegase a Cruz Roja, se compraron 10 ambulancias, de las cuales 5 van a ser UVIs. Estas UVIs tienen que estar listas para funcionar en mayo, porque tenemos contratos con diferentes entidades que hay que cumplir. Al final, sin ellas, el personal sanitario no podría ejercer. De alguna manera nosotros contribuimos a que se pueda realizar esa asistencia médica.
V: Al final la presencia de Cruz Roja es inmensa, mucho más inabarcable de lo que yo me esperaba, está en todas partes y en muchos ámbitos. Necesita sedes en muchos lugares, más las que ya tiene en tantos otros, si estos lugares no están correctamente diseñados o no están, directamente, en el sitio en los que hacen falta, no se puede llevar a cabo la labor humanitaria. Esta expansión y este mantenimiento de todos los espacios para que den cabida a todo lo que ocurre dentro son muy necesarios. Jamás me imaginaba que Cruz Roja tenía tanto de lo que estoy viendo desde que me incorporé.
¿Qué es lo que más os sorprendió cuando llegasteis a Cruz Roja?
A: Para mí fue sin duda el volumen de la Institución.
V: Lo que más me ha llamado la atención es lo bien preparada que está Cruz Roja en todos los lugares que he estado visitando, desde los centros de formación, donde las aulas tienen unos mantenimientos y unos sistemas novedosos, hasta los centros para personas refugiadas, con su enorme capacidad y sus infraestructuras. Creo que se ejecuta todo de manera muy eficaz, no me imaginaba que estuviese tan bien organizado internamente.
¿Cómo fue el recibimiento en vuestro departamento?
A: Muy familiar. En mi experiencia previa venía de empresas que trataban a los trabajadores más como un número que como una persona, aquí es más cercano.
V: Para mi ha sido precioso. Me he encontrado con unos compañeros maravillosos que me han ayudado desde el principio, las personas de otros departamentos estaban desde el principio presentándose y ofreciéndome ayuda. He sentido un apoyo y un recibimiento increíble, pese a todos los que somos, es como si fuese una familia.
¿Qué objetivos os marcáis para este primer año de experiencia aquí, en Cruz Roja?
A: Creo que no te puedo decir algo específico, pero si me planteo ser capaz y desarrollar cierta soltura a la hora de organizar la flota yo solo. Todavía estoy aprendiendo porque es algo complejo, pero me gustaría llegar a un punto en el que me pueda mover por mi cuenta.
V: Me gustaría que la Virginia de dentro de un año me diese las lecciones que me están dando ahora mis compañeros, Rafa y Rubén. Me gustaría interiorizar toda esa parte de Cruz Roja que estoy aprendiendo ahora en bruto, para poder hacer bien mi trabajo.
¿Cuáles son las mayores dificultades que os estáis encontrando?
A: Creo que lo que más me está costando es la propia jerarquización de Cruz Roja. Como ahora estoy más centrado en flota, comprender como se organizan los vehículos, si son propios, de alquiler, los diferentes procedimientos con la empresa de alquiler, con los talleres, los seguros. Luego el tema de Socorros, las asambleas… Todavía estoy aprendiendo cómo se organiza la Institución.
V: Coincido con lo que ha dicho Andrés. Al final la estructura de Cruz Roja es muy grande y funciona muy bien, pero hay que aprender cómo lo hace. Para mi ese funcionamiento es lo más complicado, esa estructura interna que ahora abruma tanto, aunque sé que a posteriori me va a ayudar mucho, aunque tengo que asimilarla todavía.
¿Qué significa para vosotros ser de Cruz Roja?
A: En mi caso es ver que estás ayudando, notar que tu actividad de verdad contribuye a un bien social. Mi primera vez en el dispositivo de Carabanchel, por ejemplo, al ver a las personas que estaban allí, humanicé mucho más esta labor.
V: Para mi, pertenecer a Cruz Roja, es darle un sentido a todo en lo que me he formado hasta ahora. Me he hecho experta en algo y gracias a esta Institución lo estoy haciendo de la mejor manera posible para mejorar la vida de alguien.
¿Conocéis los principios fundamentales de Cruz Roja? ¿Con cuál os sentíais más identificados?
A: Para mí, la Humanidad, ponerte en la piel del otro.
V: Voluntariado, ya que es el eje vertebrador de toda la identidad. Sin todas esas personas esto no saldría adelante.