Informar, detectar, tranquilizar. Esa puede ser la tónica general de nuestros compañeros/as Martina Madeddu y Luis Eduardo Jimenez, de la Unidad Móvil de diagnóstico precoz de VIH y otras ITS, un proyecto que acaba de echar a andar hace bien poco, retomando su actividad, que se detuvo en marzo de 2020 con motivo de la pandemia de covid19. Este es un proyecto financiado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y que tiene como objetivo detectar posibles casos de este tipo de infecciones y enfermedades.
Tras volver a ponerse en marcha el proyecto les hemos entrevistado para que nos contaran un poco más sobre su llegada a Cruz Roja, su experiencia previa, su labor dentro de la Unidad y cómo se vive el estigma de un persona que se acaba de enterar que puede ser un posible caso positivo.
Martina, Eduardo, ¿Quiénes sois, de dónde venís y cómo acabasteis en Cruz Roja?
Martina: Yo vengo de Italia, de Cerdeña y llevo en Cruz Roja poco más de dos años. Antes estuve en el recurso de Los Molinos en el programa de Refugiados y ahora estoy en el programa de Salud, en el proyecto de la Unidad Móvil de diagnóstico precoz de VIH y otras ITS. Estudie trabajo social, y acabamos de empezar este nuevo proyecto.
¿Y cómo fue el cambio de Refugiados al proyecto de Salud?
Martina: Estaba en Asilo, en el centro de acogida en Los Molinos contratada como mediadora y necesitaba un cambio profesional. Salud siempre me ha interesado, yo hacía un trabajo parecido antes de trabajar en Cruz Roja, y esto ha sido como retomarlo después de varios años. Salud siempre ha sido algo presente durante mi tiempo en Los Molinos, cuidando a las personas solicitantes de asilo, siempre estábamos en contacto con los centros de salud… Digamos que nunca se había ido ese interés por Salud, entonces esta fue una buena ocasión de volver a esta área.
Y tú, Eduardo, cuéntanos sobre ti
Eduardo: Me llamo Luis Eduardo Jiménez, soy de origen colombiano, vivo en Madrid desde hace 16 años y estudié Enfermería en la Universidad Complutense de Madrid. Desde que salí de la Universidad me he enfocado en mi formación laboral y profesional en la parte social. He tenido un recorrido trabajando con personas sin hogar, violencia de género, salud mental, drogodependencia… Anteriormente trabajaba también en una Unidad Móvil de atención precoz de VIH, Hepatitis C y otras ITS, y entonces vi la oferta de trabajo de Cruz Roja y me interesó tener otras propuestas diferentes. Llevo en Cruz Roja desde el 11 de abril de este año.
¿Qué conocíais de Cruz Roja y qué os atrajo para venir aquí?
Eduardo: Yo viví un proceso migratorio cuando llegue a Madrid y una de las entidades que me abrió las puertas y me acogió fue Cruz Roja. Yo fui usuario de Cruz Roja y encontré personas muy buenas que me ayudaron en el proceso, hasta en cómo hacer un currículum vitae. Desde allí, ellos me marcaron un perfil y comencé en la parte sanitaria. Así conocí la casa y dentro de mis expectativas estaba trabajar algún día en Cruz Roja, que es una entidad de ayuda a nivel mundial y reconocida en todo el mundo.
Martina: Comparto la última parte que contó Eduardo. Todos conocemos Cruz Roja, desde Italia, Colombia, etc. Cuando llegué a España, buscando trabajo en lo social, fue una de las primeras entidades a la que me acerqué. En Italia ya conocía como trabajaban con las personas solicitantes de asilo, con refugiados, y así llegué.
¿Cómo está siendo la acogida dentro del equipo de Salud?
Eduardo: Nos hacen sentir como parte de ellos, somos compañeros/as y cualquier dificultad que tenemos les preguntamos, y ellos/as están pendientes para resolvernos las dudas e inquietudes.
Martina: Una buenísima acogida, una relación muy horizontal y cualquier duda que tenemos están las compis siempre listas para apoyarnos, y desde la dirección también.
¿Cuál es vuestra labor en el nuevo proyecto de las Unidades Móviles de VIH?
Eduardo: la Unidad Móvil está conformada por la parte sanitaria, que soy yo, enfermero, y la parte social que es Martina. Dentro de la Unidad Móvil hacemos pruebas de detección precoz de VIH y otras ITS. Nos movemos en un vehículo de Cruz Roja que utilizamos como Unidad Móvil y vamos a puntos de perfil no exclusivos. En estos momentos hemos visitado Universidades, Ayuntamientos… donde haya jóvenes que estén formándose en el área profesional. Dentro de la Unidad Móvil contamos con estos test de detección de VIH y sífilis y si vemos que algún perfil encaja, le hacemos la prueba de Hepatitis C.0de que no va a haber ninguna posibilidad de que la información que nos transmite pueda salir, que queda en confidencialidad. Nosotros le damos esa seguridad para que se sientan a gusto y podamos entablar con ellos un vínculo.
«Explicamos y asesoramos sobre las prácticas sexuales de riesgo, la buena utilización del preservativo y otras barreras de protección. También entregamos preservativos y material informativo de todas las ITS.»
Martina: Eduardo se encarga más de la parte sanitaria, de hacer la prueba, porque son pruebas capilares y entre los dos hacemos lo que se llama counselling (técnica de comunicación donde potenciamos los propios recursos de nuestros pacientes aplicado a la prueba), donde hacemos preguntas abiertas a la persona sobre sus hábitos sexuales, sobre posibles prácticas de riesgo y educación sexual en general. Solventamos las dudas que puedan tener, y también bajamos el nivel de ansiedad cuando las personas se presentan a hacerse una prueba porque saben que han estado expuestas a un riesgo. Y en caso de que tengamos una persona reactiva (que sale positiva la prueba porque no es un diagnostico todavía), en este caso hablaríamos con Ana y Alex los compañeros/as del proyecto de intervención comunitaria y desde la perspectiva biopsicosocial, cuyo propósito es prestar apoyo social, psicológico y sanitario a las personas que viven con VIH /SIDA, mejorando además su calidad de vida, y fortaleciendo sus capacidades individuales. No se ha dado todavía el caso porque estamos en las primeras fases del proyecto. Pero en caso de que se diese un reactivo, se realizaría un acompañamiento a la persona para la confirmación del positivo y ahí empezar el proceso con nuestros otros compañeros/as. Nosotros somos como un filtro para que después nuestros compañeros/as puedan empezar el acompañamiento.
¿Cómo notáis que llega la gente a nivel de educación sexual: conocen los riesgos, les importan…?
Eduardo: Te lo cuento con un ejemplo. Llegamos a un campus universitario y la gente si está un poco temerosa por el tema del VIH. Nosotros nos acercamos, damos un poco de información y les ofrecemos la prueba. Hacemos la entrega de los preservativos y damos la información de los ITS, luego pueden acceder a la prueba como tal y dentro de la Unidad creamos un espacio confiable y un vínculo con ellos. A parte de hacerles la prueba capilar, tenemos un cuestionario donde hacemos una serie de preguntas de prácticas de riesgo, y dentro de esas preguntas se van identificando que prácticas sexuales realizan habitualmente o si tienen alguna duda sobre alguna práctica de riesgo.
Martina: Por la experiencia hasta ahora, el público ha sido muy joven y bastante concienciado sobre relaciones y prácticas sexuales seguras, sobre el uso de barreras etc. No tenían dudas, sabían bien cómo se transmiten las ITS y el VIH, y tenían bajas prácticas de riesgo. Pero, repito, acabamos de empezar el proyecto, hemos estado en vía pública y en universidades y la población no ha sido de riesgo, sino general, y a veces se acercan por curiosidad al ver la Unidad Móvil.
Según las últimas estadísticas, aunque se piense que el sida es algo del pasado se está viendo que últimamente están aumentando los casos.
Eduardo: Dentro de nuestra programación están esas salidas donde sabemos que encontraremos casos, y tenemos estructurado visitar puntos donde hay prevalencia de riesgos, como la Cañada Real, polígonos como el de Marconi o el de Vicálvaro, centros de adicciones y de acogida de personas sin hogar, residencias de acompañamiento de patología dual y personas que tienen enfermedades de salud mental.
Y cuándo encontréis casos, en ese primer momento de estado de shock cuando alguien salga reactivo, ¿qué le podéis decir?
Martina: Tranquilizar a la persona. Dar toda la explicación, porque cuando llega un reactivo, quizá la persona que no se lo espera, por ello intentamos hablar con ellos antes de hacerles la prueba explicándoles que existen los tratamientos antirretrovirales, que son muy efectivos, son una pastilla al día cuando antes eran como veinte. Una persona con VIH puede vivir una vida normal si se toma sus tratamientos, puede llegar a tener una carga viral indetectable y por eso está la campaña “indetectable = intransmisible”, donde si tu carga viral es muy baja puede que no transmitas el virus, y puedes tener relaciones sexuales sin transmitirlo. Entonces, intentamos explicar estas cosas antes de que pueda llegar el posible caso reactivo. En caso de que lo sea, explicarle como puede funcionar el sistema y proponerle acompañamiento al Centro Sandoval, que es quien entrega el tratamiento antirretroviral y explicarle que cualquier cosa que necesite estamos a su disposición para no romper el vínculo.
Eduardo: No solamente damos un diagnostico precoz de VIH y la confirmación de derivarle a un centro médico u hospitalario, también hacemos pruebas de ITS (Infecciones de transmisión sexual) y si es positivo igualmente le ofrecemos garantía de que la medicación es efectiva, de que no va a tener ninguna consecuencia, les explicamos las características y síntomas de la patología, a veces desconocidas o conocidas, y les creamos la tranquilidad de que está con personas que le pueden orientar y ayudar en el proceso de la aceptación de poder darle un resultado.
¿Qué objetivos os marcáis, que os gustaría alcanzar de cara al año que viene?
Eduardo: Un objetivo próximo es tener más espacios donde podamos acudir, tener una agenda organizada con puntos de encuentros. Para ello tenemos que pedir primero autorizaciones, que no depende tanto de nosotros, estructurarnos una agenda como tal… también depende de otras personas. Pero a futuro como tal, tener esos espacios y saber qué vamos a hacer cada día. Todo ese conocimiento y de lo que nos vamos nutriendo en estos momentos, darlo a las personas de una manera sencilla y práctica. No es algo que vemos lejos, sino que lo vemos cerca como tal. Brindarles confianza y seguridad, que todos estamos expuestos a una práctica de riesgo y la sexualidad es libre y placentera cuando la hacemos con responsabilidad.
Martina: A mí me gustaría estar más presente en esos espacios donde sabemos que nos necesitan más y que a veces están más aislados u olvidados, y tomarlo como una intervención social y trabajar más con estos colectivos.
Eduardo: Todas las personas pueden acceder a la prueba, aunque no hayan tenido prácticas de riesgo, aunque solo quieran experimentar cómo funciona la Unidad, nosotros tenemos la obligación de ofrecerles el test, el counselling…
Martina: Algo que no hemos comentado antes es que es un servicio muy importante de cara a las personas que en este momento no tienen documentación o tarjeta sanitaria, ya que es un servicio abierto a toda la población que esta en este momento en la Comunidad de Madrid
Para vosotras y vosotros, ¿qué significa pertenecer a Cruz Roja?
Martina: Yo me siento como en una gran familia, que poco a poco va conociendo otros miembros de la familia y siempre te sientes acogido como en casa. No siempre estas con la cabeza en el trabajo y creas vínculos a parte de los laborales, y para mí el ambiente con los compañeros y compañeras es muy importante
Eduardo: Como profesional de la Salud para mí es un logro importante estar en una familia como es Cruz Roja. En el momento en que supe que había sido seleccionado me puse muy feliz, llame a mi familia en Colombia y todos se alegraron mucho. Es grande y satisfactorio que una entidad como Cruz Roja te reconozca lo que has hecho, tu formación y tu experiencia.