Muchas personas que buscan refugio en la Unión Europea están siendo rechazadas en las fronteras, en ocasiones, sin tener en cuenta su situación, ni la necesidad de garantizar su seguridad y protección, en oposición directa a uno de los principios fundamentales de la Convención sobre Refugiados de 1951. Esta situación, unida a la escasez de vías legales, implica mayores riesgos para la seguridad de las personas refugiadas.
Por eso, en el Día Mundial de las Personas Refugiadas es necesario recordar la necesidad de defender los derechos de las personas que acaban en esta situación.
Cruz Roja trabaja con las personas solicitantes de asilo y refugiadas desde hace más de 30 años, desarrollando una amplia respuesta humanitaria para apoyarlas en los procesos de acogida e integración.
Por ello, para hablarnos sobre la importancia de recordar este día y sobre todo, para hablarnos del trabajo que se lleva a cabo en Cruz Roja Comunidad de Madrid en este ámbito, hemos entrevistado a José Zamora, Coordinador del Programa Refugiados en la Comunidad de Madrid.
¿Por qué es necesario que haya un día mundial de las personas refugiadas? ¿Qué se quiere poner de manifiesto con este día?
El día mundial de la persona refugiada tiene su significado desde principios de los años 2.000 que es cuando se viene celebrando. El objetivo de este día es poner de manifiesto una realidad asociada al propio ser humano con los conflictos bélicos, las persecuciones a personas por diferentes motivos, etc. Realmente la solicitud de protección internacional está patente en el mundo y este día lo que pretende es evidenciar esta circunstancia y la reivindicación de los derechos de estas personas a solicitar la protección internacional en otro país.
¿Cuáles son las principales causas que encuentran las personas refugiadas o solicitantes de asilo en su propio país para tener que buscar una salida hacia España, por ejemplo? Muchas veces podemos confundir el perfil de persona refugiada con algún estereotipo que tenemos en la cabeza, por eso, ¿Qué tipo de persona o qué perfil guardan las personas que son refugiadas o solicitantes de asilo?
El perfil es de lo más heterogéneo ya que podemos encontrar desde personas de Eritrea que han sido principalmente campesinas a lo largo de toda su vida, hasta estudiantes universitarios de 22 años. También, en cuanto al tipo de familias, podemos encontrar un perfil muy diferente. Si podemos generalizar, sí que es verdad que, en su gran mayoría, suelen tener unos estudios medios. Es cierto que los perfiles son distintos de lo que se tiene en el ideario colectivo, que se asocia más a personas que vienen de África subsahariana, de zonas más rurales.
En cuanto a la primera pregunta, si nos centramos en los últimos años en España, convendría decir que desde hace 5 años la gran mayoría de personas vienen de Siria o Ucrania y la razón es el temor a un conflicto bélico, por lo tanto, la guerra es el principal motivo de persecución de estas personas.
En la Comunidad de Madrid, las nacionalidades mayoritarias de las personas atendidas por Cruz Roja desde agosto de 2018 hasta la actualidad son venezolanas (el 25,4%), colombianas (el 11,5%), palestinas (el 9,6%) y guineanas (el 9,3%). Más del 40% de las personas atendidas son mujeres y el 18% tienen menos de 18 años.
Cuando decimos que Cruz Roja atendió a cerca de 7.200 personas solicitantes de asilo y refugiadas durante 2018 en la Comunidad de Madrid, ¿Cuáles son las necesidades que tienen estas personas al llegar a España?
Debido a la gran diversidad de personas, las necesidades son muy heterogéneas. Nos podemos encontrar desde una necesidad básica de comunicación, ya que la persona desconoce el idioma, a un trauma por estrés, situaciones de crisis, etc.
Y ante esta situación, ¿Qué es lo que realmente hacemos? ¿Qué acciones estamos llevando a cabo en materia de ayuda a personas refugiadas dentro de Cruz Roja Comunidad de Madrid?
Cruz Roja es una de las organizaciones que participan en la gestión del programa de acogida a personas solicitantes de protección internacional en España, financiado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (MITRAMISS) y el Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) de la Unión Europea. El ministerio es quien marca el destino ya que define un manual que indica cuál es la intervención que se debe de llevar a cabo.
La intervención de Cruz Roja consta de varias fases que cubren desde la primera acogida hasta la integración y la autonomía de los participantes en la sociedad de acogida, con una duración aproximada de 18 a 24 meses máximo.
Para ello, Cruz Roja diseña itinerarios personalizados de inserción socio laboral que cubren las necesidades básicas de los refugiados y solicitantes de Protección Internacional, ofreciéndoles, entre otros, servicios de apoyo jurídico, psicológico, traducción e interpretación, aprendizaje del idioma, orientación e intermediación laboral.
En una segunda fase, de autonomía, las personas viven de forma autónoma pero nosotros seguimos pendientes de ellas mediante otro tipo de herramientas como ayudas económicas o la formación.
En función del perfil, no siempre se consigue la adaptación en el tiempo adecuado, ya que las dificultades cambian, por ejemplo, si la persona no conoce el idioma del país de acogida.
¿Qué retos se nos plantean a corto y medio plazo en función de la situación actual y de los movimientos migratorios?
Vamos a seguir reforzando en el mes de julio, con la apertura de más plazas, el servicio de primera acogida que es el que desarrollamos, actualmente, en el hotel Welcome y en los albergues de San Fermín y Moratalaz.
Ahora que hemos podido establecer unos números más estables en cuanto a la intervención directa, vamos a ser mucho más ambiciosos en la consecución de objetivos para lograr que esa autonomía de las personas refugiadas y solicitantes de asilo sea lo más real posible.
¿Cómo se entrelaza y se desarrolla la labor de personas voluntarias en este área de trabajo? ¿Es importante tener una sensibilidad especial por el colectivo con el que se trabaja?
Este año estamos muy contentos porque el proyecto, que en sus inicios en 2015 era muy pequeñito, entre todos le hemos hecho crecer de manera exponencial. Desde julio del 2018 hemos logrado que las personas voluntarias crezcan de una manera muy significativa en su actividad dentro del proyecto. Hemos pasado de tener a una 20 personas asociadas al proyecto a tener alrededor de 200 personas voluntarias en la actualidad.
Los voluntarios y voluntarias que se incorporan al proyecto cuentan con una formación específica de calidad y con un asesoramiento constante tanto de otras personas voluntarias como del equipo técnico.
Estamos obteniendo muy buenos resultados porque el personal voluntario se está integrando de una manera mucho más armónica en acciones de traducción, asesoría jurídica, enseñanza del idioma, realización de distintos talleres, etc. Lo que hemos hecho es ir adaptando el estilo del proyecto al objetivo general de Cruz Roja. Antes, el proyecto estaba más aislado y ahora, estamos logrando revertir esa situación.
Y para tí, ¿Qué es lo que más te gusta de tu día a día? Como coordinador de este área, ¿Qué es aquello que te hace levantarte todas las mañanas para seguir haciéndolo de la mejor de las maneras posibles?
El crecimiento que ha tenido este proyecto y este programa. Uno no se cansa de seguir encontrando nuevos retos cada semana y esto nos ha obligado, no sólo a mí sino a todos los compañeros y compañeras, a mantenernos muy vivos y no nos da tiempo a aburrirnos de la tarea.
Resulta muy motivador y muy interesante el seguir trabajando en este área.
Para finalizar, os recordamos que , con el objetivo de concienciar sobre los retos y dificultades que afrontan las personas solicitantes de Protección Internacional en España, Cruz Roja Española cuenta con la campaña de sensibilización Ahora que están aquí, #TeNecesitanCerca, que dispone de una web, un juego interactivo e infografías para explicar cómo funciona el sistema de acogida y cómo se puede colaborar en la integración de las personas refugiadas:www.lamaletaquemaspesa.com/juego