Un sentimiento muy fuerte que surge y, más importante, que nace de una persona hacia una idea, esa es la definición de pasión. Sin duda, Laura Gallardo es la expresión viva de pasión y se puede sentir cuando habla de su papel y trayectoria en Cruz Roja.
Laura se acaba de incorporar como técnica de gestión del área autonómica de Inclusión Digital y Envejecimiento. Por ello, y tras conmemorarse el pasado 1 de octubre el Día Internacional de las Personas de edad, hemos querido hacerle una entrevista para que nos contara cuál era su historia y hacia donde va su camino ahora en Cruz Roja.
¡Mucha suerte en esta nueva etapa Laura!
¿Quién es Laura Gallardo? ¿Cuál es tu historia?
Mi aventura en Cruz Roja comienza en 2008, realizando las prácticas en el programa de Personas Mayores y en el Centro de Día Infantil en lo que, en aquel entonces, era la asamblea de Móstoles-Navalcarnero. En el 2010 empezó mi relación laboral con Cruz Roja en la Asamblea Comarcal Móstoles-Navalcarnero, dando continuidad a los proyectos de personas mayores que se llevaban a cabo en la asamblea. En 2019, se hizo una reestructuración y seguí desarrollando mi labor profesional también en la propia asamblea. He tenido la suerte de poder presenciar la reformulación del programa de mayores que se realizó durante esos años, gracias a ello he podido aprender y conocerlo en profundidad.
¿Cuál va a ser tu función en tu nuevo puesto?
Soy la nueva técnica de Gestión del departamento autonómico de Inclusión digital y Envejecimiento. Mi función se va a centrar en el apoyo y soporte de toda la red local que desarrollan todos los proyectos que se incluyen dentro de este programa.
¿Cuál era tu visión de Cruz Roja antes de entrar?
Siempre pensé que era la entidad de referencia en el ámbito social. Ya cuando entré en 2008 se llevaban muchos proyectos adelante y el poder entrar mientras estudiaba me dio la oportunidad de ver más de cerca y, sobre todo, de forma más amplia todo lo que abarcaba Cruz Roja. Obviamente conoces lo normal que puede pensar el resto de la gente sobre Cruz Roja y son los aspectos de ayuda humanitaria y socorros y emergencias, aunque ya tenía una idea de que se trabajaba con niños y niñas y personas mayores ya que vivía al lado de la sede de Móstoles y también un familiar formó parte del voluntariado de Cruz Roja.
¿Por qué Cruz Roja? ¿Qué te impactó más cuando entraste?
A parte de lo comentado antes, el sentimiento de acogida y familia que recibí y sentí. Los compañeros y compañeras que he tenido siempre han estado ahí para ayudarme y arroparme. Por encima de todo nunca olvidaré una etapa muy dura de mi vida en la que recibí un apoyo y un cariño por parte de todas las personas que tenía a mi alrededor y de todos las áreas de Cruz Roja y aunque ya ha pasado un tiempo me sigue emocionando cuando lo pienso. También tengo que comentar el alcance social que tiene Cruz Roja y para hacer una idea siempre pongo el mismo ejemplo, la pandemia en la que realmente vi y noté la capacidad que tiene Cruz Roja para ayudar, gestionar e intervenir.
«Quiero que el resto de personas sepan que pueden contar conmigo para cualquier cosa»
¿Qué huella has dejado durante este tiempo en Cruz Roja?
Mi implicación y mi compromiso es lo que destacaría, me considero una persona que me implico de forma 100% en todo lo que me comprometo. Me gusta mucho sentirme útil y realizada, el poder ayudar y apoyar a mis compañeras y compañeros. Quiero que el resto de personas sepan que pueden contar conmigo para cualquier cosa.
¿Cuál es tu objetivo con este nuevo rol?
Principalmente es el no parar de aprender, porque aunque siempre he tratado con personas mayores, al fin y al cabo no es lo mismo las personas mayores de una zona a otra. Y, por otro lado, me gustaría poner en marcha acciones, que ya están en funcionamiento, del área de Inclusión digital. Estamos apostando mucho por los dispositivos digitales, por ejemplo el asistente virtual Alexa, el cual estamos instalando, mediante el proyecto Enrédate, en los domicilios de personas mayores participantes de este proyecto para que estén acompañadas o puedan participar en actividades por videollamada.
¿Has notado mucho cambio al cambiar de puesto?
Sí, porque me ha facilitado una visión mucho más amplia de la red territorial ya que, como he comentado antes, hay mucho cambios de la población de una asamblea a otra, el número del voluntariado que varía de una asamblea a otra y es algo que cuando estaba en una asamblea no contemplaba y pensaba que en todas las asambleas la situación con la población mayor era muy similar.
¿Qué te hace sentir la frase «Ser parte de Cruz Roja»?
Orgullo, sin duda. Desde el momento en que me confirmaron que comenzaba como técnica en el programa de mayores en Móstoles me sentí muy orgullosa y emocionada, porque pasaba a formar parte de una entidad que podía ayudar en todas las dificultades que se le presentasen a la sociedad y, en concreto, a las personas.