Mascarillas, distancia social, teletrabajo, evitar relaciones interpersonales… son medidas imprescindibles en tiempos de pandemia, pero dificultan el conocimiento de las personas.
Esto no ha sido impedimento para que María José Sánchez Ávila, haya cumplido su mandato como Directora Técnica en funciones de la Asamblea local de Cruz Roja Pozuelo en ausencia de Carolina Amato, que tras su baja maternal se reincorpora a estas funciones.
En la asamblea han querido entrevistar a María José, que se incorporó como DT de la asamblea al poco de declararse la pandemia, para hacer balance de estos meses, tener su testimonio de los principales retos vividos y experiencias.
¡Un millón de gracias, María José!
María José, ¿Cuándo te incorporaste a Cruz Roja y cuál ha sido tu trayectoria dentro de la institución?
Me uní a Cruz Roja hace ya más de siete años, como voluntaria, en Aranjuez. En aquellos años se sentían los efectos de la crisis y decidí ayudar. Soy Trabajadora Social y quería ayudar poniendo mi experiencia y conocimientos al servicio de los más desfavorecidos. Comparto el ideario de Cruz Roja y por ello fue la institución que elegí.
He trabajado en varias asambleas con diferentes responsabilidades. También estuve en Oficina Autonómica, en el programa de Alimentos y en la gestión de proyectos de IRPF; aprendí mucho y guardo un muy buen recuerdo. He ejercido como trabajadora social, técnica de gestión, responsable de proyecto y D.T. en funciones, en varios casos haciendo sustituciones, la última en Pozuelo, procurando siempre dar continuidad a la gestión y actuando con compromiso y responsabilidad. La verdad es que haber podido estar tanto en distintos puestos como ámbitos de actuación, me ha enriquecido mucho; la perspectiva y el foco se amplía y el conocimiento también.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Trabajo en una actividad que es también mi vocación. Siento que el ámbito de lo social supone un campo de acción y una oportunidad de aprendizaje, infinito. Nunca dejas de aprender y para mí eso es fundamental.
«El desafío lo he enfrentado desde el compromiso, con uno mismo, con la institución y con las personas a las que nos debemos»
Asumiste la Dirección Técnica de la Asamblea poco después de que se declarase el Estado de Alarma, cuando la pandemia estaba provocando la peor crisis sanitaria y social que se recuerda. ¿Qué sentiste en esos momentos? ¿Cómo se enfrenta semejante desafío?
Ya me estaba enfrentando a la pandemia los primeros días en Móstoles y en el periodo más virulento en Alcorcón. No se piensa mucho, sólo sabes que había actuar, tirar para adelante, sin titubeos. Enfrentar las dificultades desde la primera línea y todo ello, mientras te ocupas de organizar y preparar todo lo que es necesario para pasar a la acción. Como dice la canción de David Bowie «We can be heroes, just for one day»
Y el desafío lo he enfrentado desde el compromiso, con uno mismo, con la institución y con las personas a las que nos debemos.
El balance es muy positivo ¿Qué es lo que consideras que es lo más importante, para lograr el éxito de la gestión?
Un equipo bien alineado con las directrices de gestión, objetivos compartidos y facilitar la acción, confiar en las personas, estimularlas para que sean resolutivas.
¿Qué has aprendido de esta experiencia?
Sobre todo la fuerza del equipo, y al hablar del equipo me estoy refiriendo a la Asamblea en su conjunto, tanto técnicos como voluntarios. La fuerza del equipo tiene un efecto multiplicador.
«He tenido mucha suerte con el equipo que encontré en Pozuelo. Ha sido muy especial, en ocasiones tenía la sensación de que ya los conocía de antes»
¿Qué ha significado para ti este periodo en la DT de la Asamblea de Pozuelo?
Encontré un grupo muy potente, unido, muy vital. En todo caso, he tenido mucha suerte con el equipo que encontré en Pozuelo. Ha sido muy especial, en ocasiones tenía la sensación de que ya los conocía de antes. Me reafirma con la profesión que he elegido y la confianza en las personas.
Si pudieras, ¿Qué te llevarías de la Asamblea de Pozuelo?
En primer lugar, me llevo a las personas y también esas situaciones en las que, con el equipo exhausto, teníamos que reír, creo que era una necesidad; cualquier comentario gracioso provocaba una carcajada. El haberme reído mucho me ha salvado de caer derrotada en determinados días. Me encantan las personas positivas. La positividad ya aporta desde el principio el 50% de cualquier tarea que se emprenda.
¿Qué significa para ti pertenecer a Cruz Roja?
Sobre todo, orgullo y casi una forma de vida. Cruz Roja, no es sólo mi trabajo, forma parte de mi vida.
¡Muchas gracias María José, y mucha suerte en la etapa que inicias!
Enhorabuena María José por tu trabajo en Cruz Roja. Ojala algún día podamos tenerte de nuevo en Aranjuez, aunque estés donde estés estaremos orgullosos de tenerte entre nosotros.