Nacho García comparte su amplia trayectoria en Cruz Roja, donde ha dedicado 18 años a la organización en el ámbito de socorros y emergencias. Inició su labor como voluntario en 2004 y, desde 2005, ha trabajado en el transporte sanitario, gestionando una flota de aproximadamente 60 vehículos y apoyando a las asambleas locales. A partir de julio, García asume un nuevo rol como técnico de logística del recién inaugurado Centro Logístico de Cruz Roja. En esta entrevista, explora el impacto de su transición, los objetivos del nuevo centro y sus perspectivas sobre la evolución de su carrera y la organización.
Cuéntanos un poco sobre ti y tu trayectoria en Cruz Roja
Comencé a nivel voluntario en el año 2004, y ya en 2005 empecé con suplencias a nivel laboral. En abril de 2006, comencé de manera continua en socorros y emergencias, principalmente en el transporte sanitario, dando apoyo a las asambleas locales y a los referentes y directores técnicos para mejorar la operatividad, identificar carencias y trabajar sobre ellas. La actividad de transporte sanitario se sostiene en un 99% con personal voluntario, así que también me encargaba de atender incidencias relacionadas con los vehículos, actuando como enlace con los compañeros de flota.
Contamos con un parque de cerca de 60 vehículos operando 24 horas, por lo que el número de incidencias es alto. Trabajamos en conjunto para mantener la flota en el mejor estado posible y garantizar la disponibilidad de los vehículos para la actividad y, a nivel de transporte, también gestionaba tareas administrativas necesarias.
Además, me encargaba de la captación de voluntarios, realizando entrevistas y apoyando a los referentes de los diferentes equipos, que también son voluntarios. Gestionaba los materiales de emergencia, asegurando su previsión de compra, renovación y reparación, para que siempre estuvieran disponibles y en perfecto estado. Han sido 18 años, siempre en el ámbito del transporte sanitario y apoyando a los diferentes servicios.
¿Qué supone para ti toda esta trayectoria dentro del área? En julio se produce un cambio: no dejas del todo el área de socorros y emergencias, sino que sigues parcialmente allí, pero también asumes un nuevo rol como responsable o coordinador del nuevo Centro Logístico de Cruz Roja.
A mí lo que me proponen con la nueva apertura de este centro, que me gusta llamar centro logístico más que un almacén, porque «almacén» me suena a trastero y a guardar cosas, es formar parte del equipo de logística y flota de Servicios Generales. Llevaré toda la gestión del edificio en coordinación con Andrea, que es la responsable del área.
Por otro lado, me desligan del proyecto de transporte sanitario urgente, aunque sigo ligado a socorros y emergencias. Continuaré con la parte de intervención en ERIES. Esto incluye la gestión del voluntariado, como altas, bajas, entrevistas, y todo el proceso hasta que el voluntario empieza su actividad, incluyendo la entrega de uniformes, etc. Ese apoyo al referente ahora lo asume el nuevo técnico del área, que se encargará de toda la actividad de transporte sanitario.
En el caso de emergencias, participaré como jefe de operaciones, apoyando al coordinador del proyecto, Javier Guede. Dado que algunas emergencias duran días, debemos hacer relevos, y estaré presente en el PMA o en la propia emergencia cuando sea necesario.
También seguiré participando en la formación de los equipos, impartiendo y manteniendo los materiales. Parte de estos materiales estarán aquí en el centro logístico y otra parte en El Plantío y la idea es asegurarnos de que cada vez que salga material, esté en perfectas condiciones al regresar. Además, participaré en el diseño y ejecución de simulacros que realicemos durante todo el año.
Dentro del centro logístico, ¿cuál va a ser tu labor?
Tenemos dividido el centro logístico en dos grandes bloques. Primero, el material de emergencias, con capacidad para atender en albergues hasta 1500 personas. Nuestra responsabilidad incluye la custodia, revisión y chequeo de este material, y en caso de necesitar reforzar con algún material en una emergencia, saldría desde aquí, se prepararía y se enviaría, ya sea en Madrid o en otro territorio. Por ejemplo, hace unos años enviamos 500 camas de campaña a Cádiz debido a una oleada masiva de inmigración.
Además, participaré activamente con el coordinador Javier Guede en el aspecto presupuestario, planificando compras para el próximo año, tanto de renovación por caducidad o deterioro, como de innovación para cubrir carencias observadas en intervenciones.
La otra parte de nuestra labor es el almacenaje de materiales de otros proyectos y áreas. La institución ha prescindido de almacenes externos y ha internalizado la gestión. Informaremos a los proyectos sobre el material disponible y, lo que no esté asignado a un proyecto específico, se ofrecerá al resto de asambleas y departamentos para optimizar recursos y evitar costos innecesarios.
Este centro logístico también funcionará como un punto neurálgico para la recepción y clasificación de materiales de cualquier campaña autonómica, como la recogida de material escolar en septiembre. Anteriormente, estas actividades se realizaban en El Plantío, pero ahora se centralizarán aquí, mejorando la eficiencia.
Durante la pandemia, se hizo evidente la necesidad de este tipo de infraestructura, ya que utilizamos espacios cedidos por empresas como Ahorramás en Mercamadrid para la clasificación de productos. Este centro también será un punto central para actividades de alianzas empresariales y RSC (Responsabilidad Social Corporativa), permitiendo a las empresas fortalecer su compromiso con Cruz Roja y ayudarnos con el manejo y tratamiento de materiales. Además, el centro estará abierto a visitas de centros escolares e institutos, permitiendo al voluntariado y al público en general conocer mejor nuestras operaciones de emergencias. Queremos aprovechar estas visitas para fomentar el voluntariado y mostrar cómo pueden continuar su formación a través de nuestra organización.
Y a nivel emocional, ¿qué te supone este cambio de rol, de lugar y de compañeros? Porque también cambias de entorno. ¿Cómo te ha afectado este cambio?
El cambio me lo propusieron alrededor del mes de marzo. La idea era que yo podría ser la persona idónea para el puesto, aunque no era un cambio inminente porque el centro todavía estaba en obras. Había que articularlo, buscar un reemplazo en el área de socorros y emergencias para cubrir mi puesto, y definir mis nuevas responsabilidades, ya que estaría compartido entre dos departamentos.
Algunas de las tareas que seguiré manteniendo en socorros son las que ya venía haciendo, como el mantenimiento de la flota. La diferencia es que ahora cerraré el círculo y gestionaré directamente las incidencias con el taller, eliminando intermediarios.
A nivel personal, es un cambio grande. Son 18 años trabajando en el mismo ámbito, conociendo todos los pormenores y referentes de las asambleas. He visto cómo actividades con poca actividad remontaban gracias al apoyo y trabajo conjunto. Esas vivencias quedarán atrás, pero me apetecía mucho el cambio. La logística siempre me ha gustado, y creo que se pueden hacer cosas interesantes desde aquí.
Siempre he estado en la parte autonómica, nunca a nivel local laboralmente. En la parte autonómica, es fundamental tener vocación de servicio hacia la red local, que es la que lleva la actividad. La idea es que este centro logístico no sea solo un almacén, sino un punto de apoyo y servicio a las locales, facilitando su día a día.
En una primera fase, queremos poner en marcha un grupo fuerte de voluntarios específicos para el Centro Logístico, para luego, en una segunda fase, ampliar actividades y proyectos. A nivel personal, el cambio también me beneficia porque vivo en Alcorcón, a solo dos kilómetros de aquí, lo que elimina los desplazamientos largos diarios.
Echo de menos al equipo de socorros, ya que formábamos un grupo muy potente y nos llevábamos fantásticamente bien. El trabajo en equipo salía solo, así que esa parte se extraña. Aunque mi turno habitual será de lunes a viernes aquí en el centro, tendré que ir a socorros a demanda. Por ejemplo, esta semana tenemos una visita institucional de SAMUR de Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, y estaré allí para el despliegue y el acto.
¿Qué objetivo te pones con este nuevo proyecto? ¿Qué te gustaría haber logrado en este próximo año?
En cuanto a objetivos, me gustaría que este proyecto arranque bien y sea bien aceptado por otros departamentos y asambleas. Quiero que noten que podemos darles un servicio y apoyo desde aquí, tanto en almacenaje de materiales como en optimización de recursos.
A veces, desde la parte autonómica, no se ve la realidad de las sedes locales. Al visitar diferentes sedes semanalmente, he notado que no solo hay problemas en socorros, sino también en otros proyectos. Es importante cambiar la mentalidad y centralizar ciertos materiales aquí, para que las locales no tengan que almacenar todo el material.
Por ejemplo, elementos de ayuda complementaria como sillas y muletas. En una sede pequeña, no pueden tener muchos de estos elementos, pero si los centralizamos aquí, podemos distribuirlos según la demanda. Esto optimizaría los recursos y evitaría la necesidad de tener múltiples elementos en cada sede.
Lo mismo aplica a la uniformidad institucional. En socorros, el uniforme es voluminoso y el proveedor a menudo tiene retrasos en las entregas. Si centralizamos un stock aquí, podríamos proporcionar uniformes rápidamente a cualquier área que los necesite. Esto facilitaría la incorporación de nuevos voluntarios y optimizaría el uso de recursos.
En resumen, mi objetivo es facilitar la operatividad de las locales, optimizar el uso de recursos y ahorrar costes. Si logramos centralizar y distribuir materiales de manera eficiente, podríamos ahorrar espacio y reducir los gastos. Si en un año volvemos a hablar, me gustaría poder decir que hemos implementado este sistema con éxito y que las locales han notado una mejora significativa en su operatividad y eficiencia.
¿Qué significa para ti pertenecer a Cruz Roja?
Bueno, yo que vengo de socorros, creo que la experiencia se vive de manera más intensa. La actividad es 24 horas al día, aunque no estés físicamente en tu puesto durante todo ese tiempo. Las emergencias no suelen ocurrir solo de lunes a viernes por la mañana; pueden surgir en cualquier momento, ya sea tarde, noche, fines de semana o festivos. Así que, aunque no estés trabajando directamente, estás constantemente pendiente de las incidencias y la actividad sigue siendo 24/7.
Se puede decir que para mí ha sido casi una forma de vida. En el pasado, tenía turnos de guardia telefónica y muchas salidas, lo que hacía necesario adaptar mi vida personal a mi trabajo. Con los años, fui modulando mejor ese equilibrio, especialmente cuando empezaron a surgir más cargas familiares. Sin embargo, en esos primeros años, la vida laboral solía dominar más que la personal, si no tenías cargas familiares.
A pesar de los desafíos, el orgullo es una de las palabras que mejor describen mi experiencia. Ver la imagen de Cruz Roja en una playa o en la calle, o ver una ambulancia de Cruz Roja, me llena de satisfacción. Vivo cerca de una sede, y al pasar por allí o trabajar junto a mis compañeros, me siento identificado y representado por la institución. Los valores que tiene Cruz Roja y el papel que desempeña me llenan de orgullo.
En esta noticia hablamos del Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.
