En estas fechas en las que nos encontramos, desde Cruz Roja en la Comunidad de Madrid nos sumamos a que ninguna familia de colectivos vulnerables, ni ningún niño ni niña se quede sin juguete en estas próximas fiestas de Navidad. Pero también, abogamos porque esos juguetes tengan un significado más allá del lúdico: Que sean juguetes educativos.
Por ello, dentro del proyecto ‘Juguete educativo’ de Cruz Roja Juventud tenemos como objetivo llevar a cabo una serie de acciones como la recogida y entrega de juguetes a familias de colectivos vulnerables, así como acciones de sensibilización que tienen como propósito:
- Dar a conocer la necesidad del juego en el desarrollo de la infancia.
- Ser conscientes de que el juguete es una herramienta educativa: Cómo el juguete puede y debe tomar un papel activo a la hora de promover la educación en valores como la igualdad, la paz o la cooperación frente al individualismo, lo bélico, lo sexista y lo sostenible. Necesidades de la adecuación del juguete a las edades de los niños y niñas.
- La importancia del papel de las personas adultas de referencia en el aprovechamiento del potencial educativo del juguete:
- Ser conscientes del papel de las empresas jugueteras y los medios de comunicación y la información que nos trasmiten.
Un proyecto que comenzó en los 90 para dar respuesta a aquellas familias que no tenían acceso a juguetes en épocas puntuales. Fue en el inicio de los 2000, cuando se abrió esa segunda línea que ahora es línea base del proyecto, que es acompañar esa entrega de juguetes con la sensibilización.
Por ello, hemos reunido en nuestra sede Provincial de Muguet a 2 entidades afines y a 3 personas que comparten la misma esencia y filosofía en relación a llevar a cabo esta sensibilización de la compra, el uso y el disfrute de este tipo de juguetes.
Para ello contamos con Isabel Rubio, directora de la empresa juguetera DIDECO y coordinadora de las tiendas y de producto.
Enma López Monge, voluntaria referente del proyecto de Juguetes de CRJ en la Comunidad de Madrid y que lleva con nosotros 1 año, y Desiree Cervera, técnica de CRJ en la Comunidad de Madrid, que lleva 3 años con nosotros y gestionando el proyecto del juguete educativo 2 temporadas.
Hemos querido compartir un momento con ellas tres para que nos cuenten en profundidad la esencia de lo que es un jueguete educativo y qué importancia tiene tanto para los niños, niñas, padres, madres, la industria juguetera y la publicidad.
Os dejamos con la primera parte de esta jugosa entrevista.
Vamos a empezar por lo más general para Cruz Roja Juventud y para Dideco, si hablamos de la campaña del juguete educativo, ¿Qué es un juguete educativo? Para que lo entienda la gente que vaya a leer este artículo
Isabel – Un juguete educativo es aquel que tiene una serie de elementos que desarrollan o favorecen habilidades en los niños. Habilidades motrices, sociales, de inteligencia, de cualquier cosa… Podemos hablar de juguetes educativos desde un niño muy pequeño o bebé hasta juguetes educativos para edad preadolescente-adolescente, o incluso juegos educativos para adultos también.
Enma – Para Cruz Roja Juventud, el juguete educativo, además de reforzar habilidades, también es un juguete que transmite valores como el respeto, la tolerancia, el saber respetar las normas y es un juguete no bélico, no es sexista y sostenible.
Desi – Como bien ha dicho Enma, nosotros consideramos un juguete educativo a toda herramienta que favorece el desarrollo del menor y, en Cruz Roja Juventud, consideramos que el juguete educativo tiene diferentes premisas, como ha dicho bien Emma, que sea un juguete no bélico, que sea un juguete no sexista, que sea sostenible y, sobre todo, cooperativo, para que toda la puesta en valor que tiene el juguete sea también compartiendo con otras personas.
el juguete educativo, además de reforzar habilidades, también es un juguete que transmite valores como el respeto, la tolerancia, el saber respetar las normas y es un juguete no bélico, no es sexista y sostenible
Isabel, habéis traído juguetes educativos. Cuéntanos un poco para que la gente se haga una idea ¿qué características tienen estos juguetes que podamos decir que son educativos, no bélicos, no sexistas?
Isabel – Uno de los que hemos traído, se llama WOLFY, es un juego de mesa cooperativo, porque todos juegan con el mismo fin, no hay ni ganadores ni perdedores. Es el juego de los tres cerditos y el lobo, tenemos que intentar construir la casa, y aquí si alguno se lo come el lobo, los demás lo rescatan, con lo cual pueden jugar diferentes edades. No es “yo ya he perdido, me quedo mirando a la pared”, todos pueden jugar y todos nos salvamos a todos.
El otro es un juego de ingenio, de lógica en el que puede jugar un solo jugador, el juego le propone una serie de retos con distintos niveles de dificultad que el jugador tiene que ir resolviendo. Esto favorece mucho el pensamiento, el razonamiento, la resolución de problemas, cómo conseguir un objetivo con los elementos que tengo en el tablero.
Otro juego que hemos traído es de construcción, puramente manipulativo, en el que los elementos simulan elementos de la naturaleza, una piedra, una viga, un árbol o agua. Es un juego puramente creativo en el que el niño construye lo que quiera, no hay normas. Hay otros juegos que son guiados, este no es guiado, el niño puede hacer lo que su imaginación le permita.
¿Para Cruz Roja Juventud, en qué se basa la campaña del juguete educativo? ¿Cuáles son las principales premisas en las que se apoyan? Y ¿Por qué es importante contar con empresas como Dideco para la concienciación y sensibilización en este aspecto?
Desi – Hay que diferenciar la campaña del proyecto. El proyecto comenzó únicamente en época de campaña, es decir, centralizando la actividad en fiestas de finales de año o días internacionales, y lo que si que hemos hecho con el proyecto a lo largo de los años es intentar descentralizarlo para que no se visibilice únicamente en la campaña de recogida de juguetes y en la campaña de los derechos del juego si no que se pueda expandir y visibilizar durante todo el año.
«un juego bélico transmite que la forma de resolver un conflicto es mediante la violencia, un juego sexista transmite estereotipos que no son para nada reales sobre todo en cuanto a la mujer»
Enma – Para Cruz Roja Juventud la campaña se basa principalmente en dos acciones: la sensibilización y la entrega de juguetes. La sensibilización es la parte más importante y donde se involucra también a los padres ya que lo que intentamos es hacerles ver los diferentes valores que transmiten los diferentes juguetes y que coincidan con lo que ellos quieren, y con los valores que quieren darles a sus hijos o a sus hijas en un futuro, para que los puedan aplicar. Mucha gente no se da cuenta de que los juegos transmiten valores, por ejemplo, un juego bélico transmite que la forma de resolver un conflicto es mediante la violencia, un juego sexista transmite estereotipos que no son para nada reales sobre todo en cuanto a la mujer. Desde Cruz Roja intentamos concienciar a la gente para que a la hora de escoger un juguete tenga en cuenta todos estos aspectos.
En la parte de la entrega de juguetes, el juego es un derecho universal de los niños y por tanto, creemos que es muy importante que los niños que no pueden recibir juguetes por dificultades económicas familiares, podamos ofrecerles la oportunidad de que puedan crecer y desarrollarse con juegos.
Actualmente estamos introduciendo una pequeña actualización en el proyecto. En vez de darles nosotras y nosotros los juguetes, les damos unas tarjetas y así ellos forman parte activa del proyecto,poniendo en práctica realmente la sensibilización previa a la hora de elegir los juguetes.
Es muy importante contar con empresas como Dideco, para que los papás y mamás puedan ir a estas empresas a comprarles los juguetes a sus hijos e hijas.
En la campaña de reparto con las familias, ¿cómo se hace el reparto de juguetes? ¿Explicais a cada familia en qué consiste cada juego y el objetivo y finalidad de cada juguete educativo?
Enma – En la sensibilización intentamos llevar juegos de muestra para explicar que un juguete bélico es éste, un juguete sexista es este otro, y por qué tienen estas características. A la hora de la entrega de juguetes hay padres o madres que preguntan, que te imponen y te dicen «No a mí no me des ese juego, prefiero esa muñeca… que este juego es de niño o es de niña» y hay que volver a sensibilizar y a hacer hincapié en los valores que transmiten.
Cuando se produce ese diálogo con las familias, al final ¿acaban aceptando ese juguete que tu le ofreces o mantienen su idea cerrada inicial? ejemplo: quiero el balón o el coche para mi hijo y punto
Enma – Depende de la familia y, sobre todo, depende de la cantidad de sensibilizaciones que lleven. Este aspecto se nota mucho. La primera o la segunda sensibilización te enfrentas a personas de mente muy cerrada que les cuesta entender bien la finalidad y el objetivo, pero también te encuentras con familias que llevan años con nosotros sensibilizándose y llega un punto en el que ya entienden y aceptan.
Me gustaría que habláramos desde el punto de vista de los niños y niñas que reciben estos juguetes. ¿Qué importancia tiene en el desarrollo de la personalidad de estos niños y niñas que sea un juguete no bélico, no sexista y educativo? ¿Por qué es tan importante que hagamos hincapié en esta característica, teniendo en cuenta los valores de la industria juguetera tradicional? ¿Qué efecto tiene esta característica en el desarrollo de los niños y niñas?
Isabel – El efecto es lento y a largo plazo. Realmente hay muchas cosas implícitas que uno no se da cuenta y que le estamos transmitiendo a los niños. Hay gente que no quiere comprar a un niño una cocina porque piensan que jugar a cocinar es una cosa de niñas. Los padres tienen el poder de decisión ya que ellos son los que compran el juguete pero al final tendrán que comprobar si a su hijo o hija le gusta o no.
Nosotros hemos intentado siempre tener juguetes no bélicos, no sexistas. Yo creo que ahora el juguete no bélico es incluso más necesario que antes, ya que antes, hace 10 o 15 años, no estaban los videojuegos tan en auge como ahora y, sobre todo, en edades tan tempranas. Ahora hay niños que con 8 o 9 años juegan a juegos que son de 15 o 16 años, de matar o cosas así. Es muy importante, contrarrestar esa carga de violencia que está tan al alcance de los niños. Eso en la parte de la violencia.
Y en la parte sexista, creo que se está haciendo una gran labor por parte de muchas organizaciones, pero aun así, hay algo en la mente de la gente, que subyace y cuesta mucho cambiarlo. Nosotros en alguna ocasión lo notamos en nuestros clientes. Aunque suele ser gente abierta, a veces ves la lucha interna cuando me piden un juego en nuestras tiendas, me da igual si es un chico o una chica, y les ofreces un juego ‘diferente’ (como un coche para una niña) el pensamiento interno inicial es de, «¡pero si es una niña!», y yo pienso: «bueno, es que da igual, el juguete es un coche que va de acá para allá», y ellos muchas veces se dan cuenta y salen de ese pensamiento, pero todavía cuesta.
Las generaciones que van viniendo se nota que sí que les da igual. A mi hijo le gustan los carritos de muñecas y pasea un carrito de muñecas por la calle. Hay otras generaciones anteriores que les cuesta ese pensamiento. Es cierto que tradicionalmente está vinculado a: la niña juega a cosas de cuidar “cocino, cuido a mi familia, cuido al bebé…”, y el niño juega a cosas lúdicas “yo juego con mi coche, no cuido a nadie, voy a mi aire…”. Todo eso con el tiempo está cambiando y nosotros llevamos muchos años haciendo esa labor, que creo ahora con lo que he comentado de las tecnologías, me parece un poco más necesario que antes.
Desi – Por parte de Cruz Roja Juventud intentamos fomentar unos valores de forma transversal en todos los proyectos, el juguete educativo entre ellos. Ponemos mucho el foco en como incentivar el cómo resolver los conflictos y en temas como el de la mujer y los estereotipos que tenemos arraigados en nuestra cultura. Desde Cruz Roja, con una visión crítica, replanteamos esos estereotipos para poder salir de ellos ya que quizá tienen que ser adaptados a nuestra realidad más actual: ¿Por qué va a estar un juguete clasificado para niños o niñas, por un color, una foto o un simbolismo asociado al género cuando puede haber libertad de elección? Porque no hay ningún problema en que un niño juegue a un juego que simbólicamente está arraigado al género femenino y al revés. A través de las sensibilizaciones intentamos cambiar esa mentalidad.
Con el tema de juguetes bélicos, como bien dice Isabel, hoy en día tenemos una sobreestimulación de temas de videojuegos con conductas bélicas. Desde Cruz Roja Juventud intentamos que no sea el único recurso disponible para resolver conflictos, manifestando otras opciones como la comunicación, la expresión de las emociones, etc. Poquito a poco es un trabajo que va cambiando mentalidades, como bien ha dicho Enma, y que poco a poco se va viendo los resultados; en los niños se ve más rápido, en las generaciones adultas cuesta un poco más, pero en cuanto te pones a realizar sensibilizaciones te vas dando cuenta como poco a poco ese pensamiento va cambiando.
Una parte es hablar de las reacciones de los niños y niñas, pero es cierto que hay que sensibilizar a los que compran los juguetes que son los papás y las mamás. ¿qué factores hay que tener en cuenta o qué hay que hacer, digámoslo así, para sensibilizar a la sociedad y poder ayudar a cambiar esta tradición y el hábito del juguete sexista y bélico? ¿qué se ha hecho ya, que se está haciendo y que hay que continuar haciendo para seguir sensibilizando en este cambio de hábitos o conductas?
Isabel – En nuestro caso, a nivel comercial, todo este cambio ha venido mucho también por parte de la industria. Con el tiempo hemos ido viendo que muchos fabricantes han ido cambiando la estética de las cosas hacia colores o formas más neutras. Antes, lo que estaba destinado a niña siempre era rosa, lo que estaba destinado a niño siempre eran colores más oscuros, o más fríos.
El fabricante ha hecho mucho esfuerzo por intentar neutralizar todos aquellos juguetes destinados al chico o a la chica. Los juguetes de chica ha sido más fácil porque se han escogido colores más neutros y es más sencillo. Hay productos que están pensados en origen para un chico, y puede resultar menos atractivos para una niña, como pueden ser por ejemplo los juguetes de ciencia, que tienen un toque un poco más masculino que a las chicas parece les puede atraer menos aunque les pueda gustar pero, de entrada, no tiene la estética ni los colores que a ellas les puedan atraer. Es cierto que se está haciendo mucho esfuerzo para intentar que todo tenga un carácter más neutral y esto ayuda mucho al consumidor porque tu no estás diciendo que un juguete rosa le viene muy bien a un niño cuando el padre o madre, el comprador final, lleva años y generaciones asociando el discurso de rosa para niñas. Con lo cual, eso ahora ya se ha desestimado, y un niño puede jugar con una cocina, y la cocina no es rosa.
Enma – Muy de acuerdo con lo que ha dicho Isabel, sobre todo con el tema de la publicidad de los juguetes. Es cierto que estos tiempo vamos un poquito a mejor en la sensibilización y esa diferencia ya no es tan notable, pero que aún hay muchos sitios en los que todavía queda mucho recorrido por hacer.
Osea, centrar los tiros más en la publicidad y el marketing que tienen los juguetes desde el punto de vista de la industria, cobra más importancia que sensibilizar a los padres y madres de familias, ¿es un poco esa la tendencia?
Desi – Me parece que hay dos líneas. Primero cuando haces una sensibilización tienes que tener muy claro el punto de partida que tiene la población a la que te diriges, porque no es lo mismo una población de niños y niñas, o una población adulta que sabes que va a tener un pensamiento mucho más arraigado por la educación que ha tenido y, para no frustrarte, tienes la necesidad de hacer ese trabajo de campo para saber que estás trabajando con personas adultas que han tenido este tipo de educación,
Nosotras y nosotros vamos a intentar romper un poco ese esquema con el que han funcionado siempre, y que a lo mejor con esa sensibilización, no van a salir con una mente cambiada al 100% pero que se convierta en plantar esa semilla para generar ese pensamiento crítico que te haga pensar: ¿Y por qué un juguete como una fregona o una casita de muñecas tiene que ir dirigido a una niña?, ¿por qué el color de la caja es rosa? ¿por qué sale una foto de una niña? Lo que nos interesa es fomentar ese pensamiento crítico de decir, voy a salir de esa publicidad que me están dando con el juguete, voy a elegir un juguete neutro para ir poco a poco fomentando que mi hijo sea quien elija los juguetes, no la empresa juguetera que decida con qué tiene que jugar mi hijo o mi hija.
«Nosotros creemos firmemente en el juguete educativo. En nuestra experiencia hemos visto realmente que es el juguete que más permanece en la casa y que más duración tiene con el niño.»
Para vosotros, Isabel (Dideco), entiendo que este modelo de negocio es un modelo de negocio con las características muy claras, es decir, pensado desde un punto de vista estratégico por los valores que defendéis. Para alguien que no os conozca ¿por qué centráis vuestro negocio en esta línea del juguete educativo, siendo conscientes de que con este pensamiento, con esta línea dejáis de vender otros juguetes que a lo mejor son más comerciales? ¿Cuál es esa razón de ser?
Isabel – Nosotros desde que nació la empresa hemos vendido juguetes educativos. Al principio esto era una cosa un poco más marciana. También es cierto que de un tiempo a esta parte, la expresión ‘juguete educativo’ se usa con demasiada alegría. Es cierto que intrínsicamente con todos los juguetes puedes aprender algo, te aportan algo. Aunque a lo mejor estén camuflados con algo muy comercial o masivo, porque se anuncie en la TV. Probablemente incluso ese producto tiene algo de aprendizaje, aunque aparentemente no se vea.
Nosotros creemos firmemente en el juguete educativo. En nuestra experiencia hemos visto realmente que es el juguete que más permanece en la casa y que más duración tiene con el niño. Un juguete comercial, de moda, suele ser una cosa muy efímera. Se cumple la moda de «Yo lo quiero, lo deseo, porque lo acabo de ver y me están bombardeando en la TV con los anuncios, entonces me crea un deseo». Probablemente el deseo con la expectativa que yo tenía, una vez lo abra, puede ser que se cumpla o que no, como es una cosa de moda, probablemente lo exprima durante las dos primeras semanas y luego lo deje en el baúl de los recuerdos porque realmente la expectativa que yo tenía era una cosa rápida y superficial y no me aporta mucho más.
La gente se salta muchas veces la edad recomendada de los productos, y están destinados a una edad por algo. Parece que todo el mundo quiere que sus hijos crezcan muy rápidamente, y luego que ya no crezcan más. Mucha gente intenta saltarse etapas “mi hijo esto ya lo sabe hacer”, ya pero está recomendado para esta edad. Si te saltas una etapa de desarrollo no va a pasar absolutamente nada pero creo que cada etapa y cada edad tiene su desarrollo.
Ninguno de los juguetes que vendemos nosotros se anuncia por la TV, no son juguetes que han deseado los niños de manera efusiva porque lo hayan visto anunciado en la TV, sin embargo, muchos padres nos vienen a decir que sus hijos todavía juegan con el juguete que se llevaron. Son juguetes que se alargan en el tiempo, están pensados para una edad, pero la edad efectiva luego es mucho mayor. Realmente son los juegos que valen para mucho más tiempo del que estaba pensado, debido a esa incorporación que cada niño o niña aporta debido a sus características.
El feedback del cliente que recibimos es muy importante, yo pertenezco al sector, y veo juguetes y pienso “madre mía, con esto va a jugar una tarde”, se le va a pasar, no aporta nada. Los nuestros son juegos que fomentan la sociabilidad. He traído este juego, los juegos de mesa están últimamente en auge precisamente para pelear un poco el tema antisocial. La gente lo utiliza mucho como tabla de salvación, gente con hijos preadolescentes que dan un poco el tema por perdido, piensan que no pueden hacer ya nada, porque sus hijos están totalmente entregados a la Tablet, la Play o la consola, pero en el juego de mesa se encuentra todavía ese punto de encuentro familiar o de rato social, que no te da la otra parte. Los juegos de mesa ponen en valor otras muchas otras cosas, como la paciencia al tener que esperar tu turno para poder participar, y eso es algo muy importante hoy en día.