Este martes 1 de octubre se ha celebrado el Día Internacional de las Personas Mayores y desde Cruz Roja Comunidad de Madrid hemos querido estar muy presentes. Pero, sobre todo, nuestra intención ha sido hacer que los verdaderos y verdaderas protagonistas, los y las mayores, lo estuvieran. Por eso hemos organizado en Espacio Pozas de Cruz Roja Madrid Zona Oeste un evento para celebrar a todas las personas mayores que participan en nuestra organización.
La actividad se ha realizado de manera conjunta con todas las zonas, buscando contar con las personas mayores y voluntarias que participan en los diferentes proyectos de la región. Y ha resultado ser un éxito: hasta allí han acudido 59 participantes del Programa de Personas Mayores, 23 personas voluntarias y el equipo técnico y coordinadoras de zonas.
Durante la jornada nos han acompañado Lola Casteleiro, presidenta de la Asamblea Local de Madrid, Sandra Sánchez-Rubio, directora técnica de la Asamblea Local de Madrid y Esteban Rodríguez, coordinador autonómico del Programa de Personas Mayores.
Anualmente, en la Comunidad de Madrid atendemos a cerca de 20.000 usuarios y usuarias de edad avanzada afectados por la soledad en la Comunidad de Madrid. Así, uno de nuestros compromisos adquiridos en la última Asamblea General, es lograr paliar este problema que afecta a la calidad de vida de tanta gente y que no tiene que ver con el hecho de estar o no acompañada.
Es un sentimiento que achaca a montones de mayores y que tiene que ver con los prejuicios infundados por el entorno social que, en ocasiones, lanza mensajes que pueden hacerles cuestionar su autonomía o su percepción subjetiva negativa de falta de apoyo y comprensión. De cara al año 2020, la Cruz Roja Comunidad de Madrid hará un esfuerzo por implementar una estrategia innovadora que busque la participación de todos los agentes implicados para buscar nuevas respuestas en lo relativo a personas mayores y soledad no deseada.
Sin embargo, la realidad de las personas mayores -que, como se reivindicó en el evento celebrado en Espacio Pozas, son, antes que mayores, personas– es plural y diversa, y debe ser aceptada y reconocida en toda su plenitud. «A veces olvidados a las personas mayores como agente activo y el papel que pueden desempeñar a través de la participación social», ha explicado Esteban. «Les aplicamos una mirada edadista, que supone que ya sólo desempeñan un papel residual en el mundo, cuando esto no es así», ha continuado.
Por eso, hemos reconocido la labor realizada a dos de nuestras voluntarias más especiales: Celia (96 años) y Esperanza (93 años), a las que se les ha rendido un homenaje sorpresa durante la reunión por su compromiso atendiendo y ayudando a quienes son, incluso, más jóvenes que ellas. Y es que el acompañamiento no se realiza únicamente de manera vertical, con gente joven que asista a otra de mayor edad: las personas mayores son muy capaces de establecer dinámicas a partir de las cuales realizar esta labor entre ellas en conjunto. Así, muchos de los voluntarios y voluntarias que participan en el Programa de Mayores son, a su vez, personas que se consideran a sí mismas mayores, de más de 65 años.
También se ha expuesto una muestra fotográfica que representa la actividad que desarrollamos en todos nuestros proyectos y una selección de los diferentes servicios de Teleasistencia que prestamos desde la entidad. Para acabar, tras un descanso durante el que se ha ofrecido a los y las asistentes un pequeño desayuno, hemos contado con la actuación del coro Enarmonía, quienes nos han deleitado con varias piezas de canto.
Con todo, desde Cruz Roja hemos perseguido fomentar el respeto hacia las personas mayores, garantizando que puedan gozar de los mismos derechos que cualquier otro ciudadano o ciudadana. Y, por supuesto, sensibilizando sobre lo importante que es la protección de este colectivo, el reconocer su contribución al desarrollo del país y el respetar sus decisiones y estilos de vida.
