Con motivo de este primer año de intervención del Plan Cruz Roja Responde, hemos querido reflejar cómo se encuentra uno de los equipos que tuvo una labor encomiable en plena crisis sanitaria y social provocada por la Covid-19. El ERIE Psicosocial del área de Socorros y Emergencias de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid formó parte de la intervención en el hospital del IFEMA para, en un primer momento, dar soporte emocional a los intervinientes y a los pacientes, proporcionándoles medios audiovisuales a estos últimos para comunicarse con sus familias, atendiendo a nada más y nada menos que a 182 personas entre intervinientes, pacientes y familiares. Esta intervención vino por petición de la Delegación de Gobierno de Madrid que solicitó la activación del convenio en materia de emergencias existente entre CRE y la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior.

Este equipo con más de 20 años de experiencia, tuvo una labor esencial tanto para los intervinientes como para el resto de compañeros de otros ERIEs a la hora de hacer la ventilación psicosocial durante el periodo más duro de la pandemia.  1 año después, hemos querido volver a hablar con Julián Pastor, referente del equipo ERIE Psicosocial para que pudiera transmitirnos como se encuentra el equipo, cómo recuerda esas intervenciones de hace un año, y cómo se han desarrollado estos 365 días.

Compañeras del ERIE Psicosocial durante su intervención en el hospital de IFEMA

‘En nuestro trabajo somos el soporte que ayuda a las personas a trasmitirles esas gotas de esperanza y de ánimo para seguir adelante, para intentar que las personas se adapten a una nueva situación extremadamente dura.’

1.- La primera pregunta es personal, tras estar como referente del ERIE Psicosocial y al poder estar al frente de toda la respuesta que ha dado Cruz Roja en la parte psicosocial, cuéntanos qué valoración haces de estos 365 días en cuanto a las diferentes respuestas que habéis dado el ERIE en las diferentes situaciones que os habéis visto involucrados a causa de la Covid-19.

Pues echando la vista atrás, parece que hace una eternidad desde los momentos duros de marzo, abril, mayo y junio del año pasado. Recuerdo esos momentos como una vorágine de acontecimientos, de ver que podíamos hacer, de documentarnos ante los nuevos sucesos ante los que nos íbamos a enfrentar. Movilizando y coordinando al equipo, el teléfono sonando prácticamente todo el día, el enfrentarnos a un reto en el que ninguno de nosotros, y te hablo de equipo experimentado, no habíamos trabajado en nada ni parecido.

Y luego, salir a la calle a trabajar. Hace un par de días leí una de las entrevistas que hiciste a un compañero de SSyEE, donde había pasado del miedo al respeto ante la situación, y me sentí totalmente identificado. Miedo a lo desconocido, miedo a trabajar de una nueva forma, miedo a las imágenes que veíamos, a situaciones que vivíamos, miedo a la enfermedad, pero luego, en la intervención se pasaban todos los miedos. Siempre he pensado que en nuestro trabajo somos el soporte que ayuda a las personas a trasmitirles esas gotas de esperanza y de ánimo para seguir adelante, para intentar que las personas se adapten a una nueva situación extremadamente dura.

2.- ¿Cuál es el sentir actual de los equipos de SyE a nivel anímico? ¿Cómo están los ánimos? ¿Cómo ha afectado toda esta situación al personal laboral y voluntario de SyE que ha vivido en primera persona el cara a cara con la Covid-19 durante todo este año?

Para responderte a esta pregunta, te hago un breve repaso de nuestra actividad en estas fechas: Ventilación emocional con locutores de ASEM 112, con compañeras del Centro de Coordinación de CR, con bomberos de la Comunidad de Madrid, Operativo en el Hospital de Ifema junto a psicólogas de SUMMA, seguimiento a cuidadoras de residencias de mayores, seguimiento a nuestros compañeros de TSNU, alguna intervención en domicilio para familiares de personas fallecidas por la Covid-19, etc.  Y aunque pueda parecer mucho o poco, el sentir mío personal y el de todas las componentes de mi equipo, es el tener la sensación de que podíamos haber hecho más, dejando bien claro que soy consciente de que somos personal auxiliar de la Administración. En el equipo hemos hecho todo lo que se nos ha pedido, con las dificultades propias de una situación muy difícil en que no queríamos perjudicar a las personas con las que convivíamos.

Y después de todo esto, en junio llegó el descenso de la actividad  en el que se ha producido alguna colaboración con el test de antígenos en Ifise, un incendio forestal y Filomena. Somos conscientes de que nuestro trabajo se produce cuando existe una emergencia, no obstante, estamos en el proceso de reconducir esta situación y darle un nuevo enfoque a la actividad del equipo.

3.- En la ERIE psicosocial, el duelo vivido por las personas atendidas, después de toda esta vorágine de acontecimientos, ¿se traslada al personal profesional y pasa factura con el paso del tiempo?

Respecto a este punto, debemos tener en cuenta que nuestra intervención es exclusivamente en los primeros momentos y que casi no tenemos oportunidad de “engancharnos emocionalmente” con las familias, aunque las situaciones que vivimos son extremadamente dramáticas. Tenemos nuestras herramientas para superar estos momentos, nuestra formación continua en este campo, nuestros pequeños briefings con los compañeros del equipo, la detección por parte de las y los jefes de equipo de esos pequeños síntomas que nos dan idea del estado de nuestros intervinientes, y lo pesado que soy, sobre todo, con las nuevas compañeras y compañeros al insistir en que pidan ayuda al resto cuando detecten que algo no va bien. Aún así, siempre hay que estar pendientes de que no suceda algo que nos afecte mas de lo debido.

Esta es una actividad en que no podemos “llevarnos el trabajo a casa”.

Y ahora te hago un cambio de tercio. Ya antes de la pandemia hacía voluntariado en la Asamblea local de Majadahonda-Las Rozas en el programa de mayores, trasladando a mayores a centros de salud y hospitales y haciendo acompañamientos. Ahora he podido aumentar mi participación en este programa, y lo que veo en mis intervenciones con personas mayores se puede relacionar con el tema del duelo, y para mí, es preocupante. El impacto que ha tenido la pandemia en las personas mayores ha sido como un tsunami para ellas: causas como el fallecimiento de algún ser querido sin poderse despedir de él o ella, la ausencia de contacto con hijos o nietos durante largo tiempo, la ausencia total de vida social con otras personas, la cancelación por motivos lógicos de talleres de Cruz Roja donde hacían actividad, ha sido demoledor para ellas. Creo que es otro tipo de duelo, pero extremadamente preocupante, ya que creo que realmente es un problema social.

«El impacto que ha tenido la pandemia en las personas mayores ha sido como un tsunami para ellas»

4.- ¿Qué es lo que os ha quedado y lo que recuerdas de todo lo vivido en los meses de marzo y abril?

Pues probablemente emociones encontradas a nivel personal: miedos, mucho trabajo, orgullo del trabajo realizado, sensación de que podíamos haber hecho más, tristeza en algunas ocasiones, pertenecer a un gran equipo, desesperanza y esperanza en la mejora, etc.

Y en estos momentos, la sensación de que creo que empezamos a ver la luz. Soy optimista respecto la evolución de todo esto. Dentro de poco lo recordaremos como un mal sueño.

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